Se acerca el fin del año y con él llega el deseado aguinaldo. En el mundo ideal, este excedente de dinero podría invertirse de manera sencilla en prácticamente cualquier instrumento financiero que se negociara en el mercado de capitales.
Desafortunadamente, el contexto actual, tanto local como internacional, se encuentra atravesando un periodo de inestabilidad que obliga a los ahorristas e inversores a tener que analizar más en profundidad qué hacer con los pesos.
Un escenario complejo
El coronavirus continúa castigando al mundo. Si bien el porcentaje de vacunados es cada vez mayor y la inmunidad de rebaño comienza a actuar, la llegada de la nueva cepa Ómicron atenta contra la recuperación.
En este contexto, los mercados arrancan a sufrir de una mayor volatilidad y la incertidumbre se hace presente. Además, el amague de nuevos cierres para contener los brotes pone a pensar a los inversores que creen conveniente ejecutar una rotación de activos.
Además, el aumento de la inflación también juega un papel fundamental en la economía internacional; si se tiene en cuenta el cuello de botella en la cadena de suministro global, el escenario es aún más preocupante.
En cuanto a la situación local, la suba de precios es aún más feroz, la devaluación es constante y día tras día se vive un frenetismo económico, político y social que puede llegar a intimidar.
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Sin embargo, no hay que entrar en pánico, ya que el mercado de capitales ofrece numerosas alternativas de inversión para diversos contextos, aunque sean bastante negativos.
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Diferentes perfiles de inversión
De acuerdo a Alejandro Álvarez, asesor financiero en Bull Market Brokers, lo primero que tienen que hacer los inversores es determinar cuánto dinero están dispuestos a perder y cuánto pretenden ganar, así como también definir el horizonte temporal de inversión.
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De esta forma, se puede establecer un perfil de inversor que ayudará a escoger los activos que compondrán el portafolio, el cual, dicho y sea de paso, debe estar adecuadamente diversificado.
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Una estrategia moderada
Para los inversores argentinos que tienen un perfil moderado y están familiarizados con los Cedears, lo ideal sería ir rotando poco a poco hacia acciones menos volátiles y algo más defensivas que tengan negocios consolidados, repartan dividendos periódicamente y se comporten bien en crisis, como el caso de Walmart, The Coca-Cola Company, Procter & Gamble, entre otras.
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También resulta sensato prestarle atención al oro, en este caso, invirtiendo en mineras como Barrick Gold, ya que el aumento de la inflación y el miedo de una recesión impulsan el precio de este metal precioso, a pesar de que en los últimos tiempos atravesó algunas caídas.
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Si el objetivo es invertir pensando en el largo plazo, entonces apuntar a empresas tecnológicas que busquen revolucionar el mundo como Facebook y su metaverso o Alphabet y su inteligencia artificial puede resultar atractivo. Aunque siempre teniendo en cuenta que son acciones más volátiles y frenéticas.
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Por otra parte, Álvarez también enfatiza en la importancia de echarles un ojo a compañías que se comportaron positivamente durante los cierres de la economía el año pasado como Pfizer, Zoom, Netflix
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Es importante tener en cuenta que los Cedears también ofrecen cobertura cambiaria debido a que están atados a la cotización del dólar CCL, por lo que pueden funcionar bien para pasar las turbulencias devaluatorias de Argentina.
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Un plan algo más conservador
En caso de contar con un perfil algo más conservador y una visión más local, se puede optar por la compra de instrumentos financieros que protejan contra la inflación y la devaluación.
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En este caso, el asesor financiero comenta que es posible comprar bonos CER (inflación) y dollar linked (devaluación) que ayudan a proteger los pesos de estos fenómenos que tanto golpean a los ahorristas.
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A su vez, también es posible depositar el dinero en fondos comunes de inversión que armen estrategias mixtas y combinen estos instrumentos para brindar una protección global. La ventaja de estos vehículos financieros es que el inversor no tiene que preocuparse por nada, simplemente coloca el dinero y espera.
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De acuerdo al especialista, una estrategia de inversión que otorgue un escudo contra la inflación y la devaluación “sería lo ideal para pasar el verano” en caso de tener un perfil entre conservador y moderado.
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Mirando al 2022
De cara al 2022, con un horizonte de inversión de entre seis meses y un año (o más), Alejandro Álvarez comenta que las obligaciones negociables también son una buena alternativa para proteger y potenciar el capital.
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Estos instrumentos financieros de deuda privada actualmente brindan una renta que oscila entre el 6% y el 8% en dólares, siempre y cuando se compren a buenos precios, y, en algunos casos, cuentan con una mayor seguridad jurídica debido a que se encuentran respaldados bajo la ley de Nueva York.
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De esta forma, un inversor argentino puede colocar dólares o pesos y protegerse de la devaluación, cobrar intereses de forma trimestral o semestral y aumentar el patrimonio en el mediano y largo plazo con una baja volatilidad. Pero siempre asumiendo un riesgo.
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Apostando por la Argentina
Si contamos con un perfil de riesgo bastante agresivo y podemos seguir de cerca al mercado para estar atento a los vaivenes de la economía local, entonces puede existir una oportunidad en las acciones argentinas.
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En concreto, Alejandro Álvarez menciona a Central Puerto, Pampa Energía y Transener, si hay un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que beneficie a las energéticas, y a las transportadoras como Transportadora de Gas del Norte y Transportadora de Gas del Sur, en menor medida.
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A su vez, si en diciembre aumentan los precios de la nafta, escenario muy probable teniendo en cuenta lo “pisados” que están en la actualidad, entonces YPF podría salir beneficiada. En esta línea, si el petróleo Brent y el barril criollo atraviesan otra etapa alcista, entonces Phoenix Global Resources también podría verse favorecida.
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Si apuntamos a obtener una cobertura cambiaria, entonces Aluar, Ternium y San Miguel cumplen con el requisito, ya que se dedican, principalmente, a exportar. Además, los precios del aluminio, hierro y cítricos que están en alza también ayudan a estas compañías, respectivamente.
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Como se puede apreciar, el mundo está atravesando un momento difícil, pero no por eso dejan de existir oportunidades de inversión para a poner a trabajar los pesos del aguinaldo y así mejorar nuestro futuro financiero.
