Con una proyección de crecimiento del 4% tanto del PBI como del consumo privado, la economía argentina cerrará 2026 con cifras positivas en todos los sectores. Pero no todos avanzarán al mismo ritmo. Según el informe sectorial de ABECEB, las actividades exportadoras volverán a ser las más dinámicas, mientras que las orientadas al mercado interno seguirán con un crecimiento más contenido.
La producción de petróleo encabezará el ranking con una suba proyectada del 16,9% en 2026. Este desempeño continuará el envío positivo de este año, que ya muestra un incremento del 13,7%. En segundo lugar quedará la construcción, que aumentará 12,1% y cerrará 2025 con una mejora del 8,4%. El tercer escalón será para la venta de maquinaria agrícola, con un crecimiento estimado del 9,5%, tras un salto del 17,6% este año.
Otros rubros mostrarán cifras alentadoras. La producción de agroquímicos subirá 10,5%, aunque todavía no compensa la caída del 14,8% registrada en 2025. La electrónica de consumo crecerá 8%, tras un repunte del 32% este año que recorta la fuerte baja del 36,5% en 2024. La molienda de trigo aumentará en 7,5% y la venta de fertilizantes, en 7,1%.
Paralelamente, la producción automotriz crecerá 5,7% y la industria lo hará un 2,5%. Por su parte, las exportaciones mineras aumentarán 3,8%, una desaceleración si se compara con el 14% de este año.
La economía basada en el conocimiento continuará siendo un motor relevante, con una suba del 3% y un ingreso proyectado de US$ 9.785 millones en 2026, tras un alza del 6,4% en 2025. La adopción de la inteligencia artificial mejora la productividad y la generación de empleo calificado. Aun así, el sector enfrenta desafíos: costos elevados, competencia global y cuellos de botella en talento e infraestructura.

Para ABECEB, el proceso de reconversión sectorial no concluyó. Natacha Izquierdo, directora de Operaciones de ABECEB, analizó que las reformas tributarias y laborales podrían aliviar este proceso, aunque su impacto será limitado en 2026 y más visible en el mediano plazo.
En cuanto al consumo privado, ABECEB estima un crecimiento cercano al 4% el próximo año, impulsado por una mejora del salario real y mayor disponibilidad de crédito. La industria acompañará con una expansión del 3%, aunque quedará un 4% por debajo de los niveles de 2023, por la presión de las importaciones y la lenta recuperación de algunos sectores.
En construcción, se espera un punto de inflexión a partir del segundo semestre. El crecimiento anual estimado es del 10,5%, impulsado por el despegue de los sectores más dinámicos. El segmento residencial ganará peso debido a la baja disponibilidad de viviendas en venta y a una mejora en la rentabilidad de los nuevos desarrollos.
La obra pública también impulsará la actividad, a través de obras transferidas a provincias y concesiones público-privadas en rutas nacionales. En paralelo, la construcción privada no residencial crecerá en rubros con demanda sostenida como retail, logística para ecommerce, data centers, energías renovables y turismo.
En el cierre de 2025, el crecimiento estuvo apuntalado por el sector exportador: agro, energía, mineral y servicios basados en conocimiento. Pero también hubo mejoras en sectores internos. El mercado inmobiliario tuvo su mejor año en una década, con escrituras que superaron los niveles de 2017, gracias a una mejora en el poder adquisitivo medido en metros cuadrados y a una reactivación del crédito hipotecario, que ya representa el 20% de las operaciones.

Ese repunte no se trasladó con la misma fuerza a la construcción, condicionada por costos en dólares elevados y valores de venta bajos. En el sector automotor, los patentamientos cerrarán 2025 con unas 615 mil unidades vendidas, un salto del 49%, el mejor dato desde 2018. El crecimiento se explicó por una oferta más variada, mejora del salario real frente a los precios de los autos y más financiamiento. Aun así, la producción nacional perdió terreno ante los vehículos importados.
En esa misma línea, el mercado de motos cerrará su cuarto año seguido de alza, con 634 mil unidades vendidas (+30,4%), por mayor ingreso disponible, estabilidad macroeconómica y mejor acceso al crédito. También los electrodomésticos mostraron dinamismo: cerrarán 2025 con una suba del 19% en ventas y del 24% en producción local.
En todos estos casos, se repite un patrón: nuevos jugadores y mayor presencia de productos importados ampliaron la oferta, bajaron precios relativos y sostuvieron la demanda. Pero también aumentaron la presión sobre la producción local, que necesita inversiones, innovación y mayor productividad para no seguir perdiendo terreno.