Después de años de parálisis y escasa oferta de financiamiento, el crédito hipotecario vuelve a insinuarse como un motor de reactivación para el mercado inmobiliario argentino.
La combinación de una baja parcial en las tasas de interés, el interés sostenido del público y los primeros movimientos de los bancos configuran un escenario de potencial expansión.
Según datos de First Capital Group, los préstamos hipotecarios registraron en octubre un incremento nominal del 10,8% mensual, alcanzando un saldo total acumulado de $5,8 billones.
Y en comparación con los $1,2 billones de octubre del año pasado, el crecimiento fue del 381%. En términos reales, el aumento mensual se estimó en 8,1% y el anual, en 265,6%, una tendencia que consolida a los créditos hipotecarios como el segmento de mayor dinamismo dentro del sistema financiero.
De acuerdo al ejecutivo Guillermo Barbero, de First Capital, "a pesar de que algunas entidades suspendieron nuevas colocaciones y aplicaron un alza en las tasas, el incremento del mes se mantuvo en los niveles de meses anteriores, destacando la avidez del público por este producto".

Según explicó el especialista, los préstamos hipotecarios "mantienen por mucha ventaja el liderazgo en la tabla de crecimiento anual de los segmentos y, por primera vez en esta nueva etapa económica, superan a los préstamos prendarios".
En este marco, la reducción de tasas impulsada por algunos bancos comienza a dar señales de una nueva etapa. El BBVA fue el primero en recortar su tasa nominal anual más UVA del 10,5% al 7,5%, una medida que, de acuerdo a los analistas, podría marcar el camino para el resto del sistema financiero. Actualmente, las tasas de los créditos hipotecarios se ubican entre el 8% y el 12,5%, dependiendo del perfil del cliente y la política comercial de cada entidad.
Para economista Andrés Salinas, "la medida representa un primer paso hacia una etapa de menor presión en las tasas", aunque los niveles actuales "siguen siendo altos en relación con los ingresos de los solicitantes y su capacidad real de pago".
De todos modos, las condiciones para acceder a estos préstamos continúan siendo exigentes. En el caso del BBVA, los solicitantes deben acreditar ingresos mensuales superiores a $5.000.000, trasladar su cuenta sueldo al banco y contratar seguros adicionales o una caja de seguridad. Además, se exige mantener una inversión mínima en la entidad de $50.000.000 para viviendas permanentes o $100.000.000 para segundas residencias.
Pese a estas limitaciones, los expertos coinciden en que el movimiento observado en los últimos meses refleja un cambio de ánimo en el mercado. La demanda contenida por años y la expectativa de estabilidad macroeconómica comienzan a generar un punto de inflexión.

Aun así, hay optimismo en el mercado. Ariel Champanier, presidente de RE/MAX Argentina y Uruguay, considera que el sector atraviesa un momento decisivo. "El mercado inmobiliario argentino está frente a una ventana de consolidación real", afirmó. Según el empresario, el regreso del crédito está generando un nuevo dinamismo que puede transformar la estructura del negocio.
"Después de años de parálisis, el crédito hipotecario volvió a aparecer en escena y eso ya está generando movimiento. Las líneas divisibles y la baja de tasas reactivaron consultas y despertaron expectativas en un público que durante mucho tiempo ni siquiera se permitía soñar con comprar una vivienda", explicó.
Champanier subrayó que el crédito vuelve a ser "un puente posible, especialmente para la clase media". No obstante, aclaró que el desafío no se limita a la disponibilidad de financiamiento: "Si el sistema financiero logra sostener esta tendencia con condiciones estables y previsibles, podemos entrar en una nueva etapa de expansión del mercado. Pero no alcanza solo con que 'vuelva el crédito'. La clave está en cómo nos adaptamos como sector".
El nuevo ciclo, advierte Champanier, dependerá de la capacidad del sector para trabajar con una visión de largo plazo: "Los próximos 12 meses pueden marcar el punto de inflexión que transforme el mercado argentino. Pero eso solo va a suceder si trabajamos con una cultura centrada en las personas, no en la especulación".