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Sergio Mengoni, Country Chair de TotalEnergies en Argentina
Negocios

Sergio Mengoni, el nuevo country chair de TotalEnergies, no piensa en el GNL y hace foco en el mercado de exportación regional de gas

Ignacio Ortiz

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Con una extensa trayectoria global, el ejecutivo argentino regresa al país para liderar la compañía, y a días de hacerse cargo de la compañía repasa los principales desafíos de la industria, como la reducción de costos, el grabajo colaborativo de la industria y la necesidad de un marco de estabilidad y flexibilidad para atraer inversiones a largo plazo.

16 Septiembre de 2025 07.18

El nuevo Director General de Total Austral y Country Chair de TotalEnergies en Argentina, Sergio Mengoni, regresa al país después de 17 años de experiencia en el exterior con la compañía. Su llegada se produce en un momento clave para la firma, a poco de cerrar un acuerdo millonario de cesión de áreas en Vaca Muerta por 500 millones de dólares a YPF, lo que incluyó el 45% de participación en los bloques La Escalonada y Rincón de la Ceniza.

Mengoni arriba con la visión de conducir a Total a mantenerse como primer productor de gas del país, sostener el enfoque en el mercado de exportación regional, y mantenerse al margen de los proyectos de Gas Natural Licuado a pesar de ser el tercer mayor productor del mundo. Esta postura estratégica busca capitalizar la cercanía y la infraestructura existente para posicionar a la Argentina como un actor clave en el suministro de gas al Cono Sur, aprovechando el potencial de Vaca Muerta y la sólida producción offshore de la empresa. En este contexto, el presidente de TotalEnergies en la Argentina habló con Forbes sobre los desafíos y oportunidades que el país tiene por delante:

—Vuelve a la Argentina en un contexto bastante particular para el país y para la industria. ¿Cómo se observa desde Total?
—En realidad, es un contexto súper interesante para la industria. Llevo 27 años en el sector, 17 de ellos afuera. Después de 17 años volviendo a la Argentina, con desafíos muy interesantes y con un país totalmente diferente, especialmente por Vaca Muerta y el potencial que existe. Pero bueno, como ustedes saben, no es solo Vaca Muerta, sino también nuestra actividad en el offshore, que realmente es muy importante. El offshore, Vaca Muerta, las renovables... pero muy contento y realmente impresionado por cómo se está desarrollando la industria en el país.

—Ustedes son el principal productor de gas y tienen la posibilidad de seguir creciendo. ¿Cuál es el objetivo a corto plazo?
—Estamos entre 36 y 38 millones de metros cúbicos por día. Nuestro objetivo es, primero, mantener ese nivel de producción. Básicamente, lo que nos pasa en la industria es combatir, por así decirlo, el declive. Hemos alcanzado un nivel muy importante. Ahora, al mismo tiempo, tenemos la necesidad de seguir invirtiendo para mantener la producción en lo no convencional y trabajar para que nuestras operaciones sean cada vez más eficientes. Cada vez que trabajamos para que nuestras operaciones sean más eficientes, ganamos. Cada vez que reducimos nuestras emisiones, por más que sea marginal, es más producción que se destina al sistema. No es solo invertir para seguir creciendo, sino también para mantener y combatir el declive natural de nuestros campos.

—Se habla mucho de costos, no solo los propios de la Argentina, sino también los costos externos. ¿Cómo están analizando ustedes esta situación desde la industria?
—Soy un gran fanático del control de costos. Es una de las cosas que podemos controlar. Los precios, bueno, obviamente aquí en la Argentina es un poco diferente, pero en general el precio de los commodities no lo podemos controlar, salvo que tengamos un precio definido como es el Plan Gas. En realidad, lo que sí puedo controlar son los costos. Y en el último tiempo ha habido un incremento muy importante de costos aquí en la industria por distintas razones: por el contexto macro, por la inflación en dólares, o porque tenemos que ser un poco más eficientes en algunos temas. Es uno de los puntos clave que tenemos, no solo nosotros como compañía, sino como industria, trabajar para reducir nuestros costos y ser más competitivos. Siempre nos gusta hacer la analogía con el Permian, pero para el mismo nivel de inversión ese yacimiento produce 16 veces más petróleo y cinco veces más gas, pero nosotros invertimos cuatro veces más. De manera proporcional, son mucho más eficientes que nosotros. Ahí es donde tenemos nuestro desafío: trabajar en infraestructura, y en la parte de costos todos debemos trabajar para ser más eficientes y que la industria sea rentable, incluso en escenarios de precios bajos.

—¿Al repasar la planilla dónde ve margen para reducir costos?
—Llevo diez días aquí, pero toda la parte de logística hoy tiene mejoras para hacer y no necesariamente significa bajar costos, sino trabajar diferente y optimizar. Los costos laborales han aumentado mucho en el último tiempo, pero tiene que ver con el contexto macro, que no ayuda. Creo que son dos de los puntos en los que podemos trabajar.

—¿Hacer una reforma laboral, una nueva composición del Congreso, quizá después de las elecciones, podría aportar a una mejor competitividad? 
—Todo lo que sea reforma que ayude a ganar en flexibilidad es oportuno. Vaca Muerta está en proceso y lo que tenemos que evitar como industria es pensar que ya la tenemos y matar a la gallina de los huevos de oro antes de que siga produciendo más. Si hoy hablábamos del famoso 1,5 millones de barriles o duplicar la producción de gas, más que hablar de cifras es necesario ser más competitivos. Después será 1,5 o 2 millones o lo que fuera, pero tratar de aprovechar las oportunidades y para eso trabajar en conjunto. Y eso es algo que estoy viendo positivamente, más allá de que hay distintos intereses que de a poco nos vamos alineando para tratar de buscar todos el mismo objetivo.

—¿Para ganar escala no hay algún proyecto de Total vinculado al GNL, teniendo en cuenta que a nivel global son uno de los principales productores?
—Hoy por hoy, nosotros no estamos planificando entrar en proyectos de GNL aquí en la Argentina. Nuestra estrategia es focalizarnos en lo que es el mercado regional. Nosotros a nivel GNL somos el número tres privado, conocemos bien el mercado, estamos posicionados en otros lugares, y aquí en la Argentina, respeto muchísimo lo que se está haciendo. No tenemos que competir cn eso, sino que hay oportunidad para hacer tanto la exportación regional como el GNL, pero le damos prioridad a lo que es el mercado regional, que lo consideramos un "ganar-ganar", más allá de que todavía haga falta realizar inversiones. Sigo pensando que el mercado brasilero es una gran oportunidad para nosotros, lo tenemos al lado y hay caños que están totalmente amortizados.

—¿La escala va a ser regional netamente? ¿Cuáles son los planes para avanzar con la exportación a Brasil, qué está faltando?
—Justamente antes de estar aquí en la Argentina, yo estaba en Bolivia. Hemos trabajado con nuestros equipos de aquí en la Argentina, con YPFB y las autoridades bolivianas, y también con las autoridades nacionales, para establecer un marco normativo que permita realizar la exportación de gas hacia Brasil. Esto era un desafío desde el punto de vista regulatorio, porque no existía un marco que lo permitiera, y después, del punto de vista técnico, durante años nosotros importamos el gas boliviano y ahora es al revés, hay que exportarlo. Lo que hicimos fue trabajar para probar que se podía hacer. Se hizo. Probamos que moléculas de aquí de Vaca Muerta, incluso de la Cuenca Austral podían llegar a Brasil. El desafío que tenemos ahora es que esto sea con contratos firmes. Hoy por hoy, lo podemos hacer con contratos interrumpibles en el verano, cuando aquí utilizamos menos gas. El desafío es subir la escala, pero necesitamos primero infraestructura.

—¿Como parte de ese proceso de integracion se habla principalmente de precios, en qué costo es rentable la colocación de gas seco en Brasil?
—Hoy por hoy los órdenes de magnitud que tenemos es que tenemos que llegar a Brasil a menos de 10 dólares por millón de BTU. El cliente brasileño, el industrial, tiene que pagar 10 dólares el millón de BTU como máximo. Hicimos pruebas pilotos y ahora lo importante es generar contratos firmes a largo plazo con Brasil.

—¿A cuánto aspiraría a exportar Total?
—No lo tengo por el momento. Pero yo pienso que el potencial es importante. Estamos hablando de 10, 15 millones por lo menos de metros cúbicos para la industria.

—En el contexto general de la Argentina, ¿Qué están viendo como empresa para invertir?
—Nosotros hace casi 50 años que estamos acá, o sea que siempre tuvimos altos y bajos, y vamos a seguir en el país. Lo que cualquier inversor busca en cualquier país es tener visibilidad a mediano y largo plazo, y nosotros necesitamos poder, así como invertimos, poder distribuir dividendos, devolver a nuestra casa matriz el dinero que generamos en el país. O sea, tenemos un portafolio mundial: Un día invertimos en Brasil, en Surinam, en otros países, en algún momento en la Argentina. La idea es poder justamente compartir parte de esa renta y no solamente utilizarla para invertir localmente. Es importante que podamos tener estabilidad y visibilidad hacia el futuro. Creo que vamos por el buen camino y hay que seguir en ese camino de dar visibilidad y confianza.

—¿Cuál es la perspectiva en el offshore luego de una inversión millonaria por Fénix?
—Nosotros hicimos una extensión de diez años en julio. Aparte de eso, también hemos comprometido inversiones. Es algo que siempre funcionó en todos los países: tener la mirada de "ganar-ganar" y ser flexibles en adaptar la fiscalidad y el contexto para lo que viene. Uno de los puntos aquí, cuando hablamos de lo no convencional, es que es capital intensivo. Y me pregunto si no habría que trabajar en una diferenciación entre lo que es petróleo y gas, por ejemplo, o si no habría que trabajar en una diferenciación en cuanto a si los precios están altos o bajos, tener una fiscalidad distinta, cosa que se aplica en varios lugares del mundo. Acá recién estamos comenzando y primero lo que está fácil a la mano es lo que funciona. Pero después, a medida que seguimos avanzando, se hace cada vez más difícil. De vuelta, el hecho de tratar de hablar entre todos los actores y evitar querer sacar demasiado, y de vuelta, no matemos a la gallina de los huevos de oro. Adaptarnos, tratar de que entre todos logremos una rentabilidad razonable, y con flexibilidad.

—¿Cómo está balanceada la cartera de inversiones entre Vaca Muerta, el offshore y las renovables? ¿Eso puede cambiar, tienen planificado focalizar más?
—En cuanto a producción, tenemos 22 millones de metros cúbicos que vienen de Tierra del Fuego y tenemos 16 más que vienen de Neuquén. En el pasado reciente, invertimos de manera importante en el offshore por el proyecto Fénix. Ahora, lo que va a pasar en estos próximos dos o tres años va a ser más en Vaca Muerta. Y sí, estamos invirtiendo también en renovables, mucho para ayudar a reducir las emisiones en nuestros propios campos. Tenemos un círculo virtuoso en el que tenemos proyectos de renovables, tanto eólico como solar, que construimos en distintos lugares. Acá tenemos en tres provincias diferentes. Estamos construyendo ahora un parque solar en Chaco y esa generación la usamos para descarbonizar nuestras plantas.

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