Los bonos soberanos están cayendo muy fuertemente en la jornada de este jueves. En consecuencia, el riesgo país elaborado por JP Morgan se disparó hasta alcanzar el nivel más alto del año. El mercado tiene dudas sobre la sostenibilidad del programa económico de Javier Milei y sobre el futuro del panorama político.
Concretamente, la deuda argentina se hundió un 8% en Wall Street y un 13% en la bolsa local, por lo que el riesgo país saltó hasta sobrepasar los 1.400 puntos. Así, acumula un incremento de casi el 60% desde que se dio a conocer la derrota del oficialismo en las elecciones legislativas de Buenos Aires. En tanto, la suba desde el mínimo de enero de 561 puntos ya supera cómodamente el 100%. La última vez que se registró un rango similar al actual fue en septiembre de 2024.
"El salto del riesgo país tiene que ver con una combinación de factores. Por un lado, la debilidad política que quedó en evidencia en las últimas semanas aumenta la desconfianza de los inversores sobre la capacidad del Gobierno de sostener su programa económico. Por otro, la falta de acumulación de reservas y los abultados vencimientos de deuda en dólares refuerzan la percepción de riesgo de crédito. Todo esto se traduce en bonos a la baja y un índice que vuelve a niveles muy altos", relató Leonardo Anzalone, director del Centro de Estudios Políticos y Económicos (CEPEC).

El mercado anticipa que el nivel de reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA) será cada vez más ajustado frente a los próximos vencimientos. Entre septiembre de 2025 y diciembre de 2027, los compromisos en dólares del Tesoro y el banco totalizan US$ 34.200 millones, sin incluir los pagos a organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI), que se asumen renovables, según indicó la consultora 1816.
"Sin rollover y sin compra de dólares, las reservas netas (hoy positivas en US$ 6.400 millones) se volverían negativas ya en febrero de 2026, de modo que pensamos que poselecciones habrá cambios en la política cambiaria", detallaron los economistas.
Según sus cálculos, hasta el fin del mandato el organismo monetario tendría que comprar US$ 1.000 millones al mes si se asume un rollover nulo y reservas netas nulas hacia diciembre 2027. Y esto, evidentemente, es muy complicado en el escenario actual.
"Para que el riesgo país baje se necesitan señales claras de estabilización macroeconómica y de gobernabilidad. Hay que ordenar el frente cambiario y mostrar capacidad para renovar deuda ayudaría, pero el factor decisivo es político: sin un horizonte que debe marcar el Gobierno, es difícil que el mercado crea en un sendero sostenible y que empiece a convalidar precios más altos para los bonos", aseveró Anzalone.
*Noticia en desarrollo