Champagne Day 2025: cinco espumosos argentinos al mejor estilo francés
Cada cuarto viernes de octubre, el mundo levanta su copa para celebrar el Champagne Day, una jornada que trasciende el brindis. Nacido en 2009 como una iniciativa digital para homenajear al vino más emblemático del mundo, la fecha se transformó en un fenómeno global que hoy reúne a productores y consumidores de los cinco continentes.
La efervescencia de esta fecha no solo celebra un producto, sino una herencia cultural: el champagne fue reconocido por la UNESCO en 2015 como Patrimonio Mundial de la Humanidad, un símbolo que conjuga precisión, tiempo y excelencia. En su copa conviven la historia, el lujo y el ritual convirtiéndose en un ícono que marcó la manera en que el mundo entiende la celebración.
En Argentina, los productores de espumosos han encontrado en el modelo francés una fuente de inspiración más que de imitación. Con identidad propia, el país desarrolla desde hace décadas vinos espumosos de alta calidad que dialogan con las grandes tradiciones europeas, pero expresan con orgullo el carácter de los terroirs locales.
Desde Mendoza hasta la Patagonia, las bodegas trabajan con el mismo espíritu de precisión y paciencia que define al Champagne: selección cuidadosa de uvas, segundas fermentaciones meticulosas y la búsqueda de un equilibrio entre frescura, complejidad y elegancia. En esas copas, el homenaje al Champagne se vuelve tangible, pero la voz que suena es indiscutiblemente argentina.

El panorama de los espumosos argentinos muestra una dualidad clara: retracción del consumo interno y crecimiento sostenido en los mercados externos. Si bien las ventas totales cayeron 20,4% en comparación entre 2023 y 2024, arrastradas por una contracción del consumo local del -25,4%, las exportaciones crecieron 21,1% en el mismo período.
Según datos oficiales del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), durante 2024 se comercializaron 331.814 hectolitros de vino espumoso, de los cuales el 83,7% se destinó al mercado interno y el 16,3% a la exportación.
Tomando de referencia los últimos 10 años, la categoría experimentó una caída sostenida entre 2015 y 2020, con una gran recuperación en 2021 y 2022, y nuevamente una baja en los últimos dos.
El comercio exterior ofrece una lectura más optimista: en la última década, las exportaciones de espumosos crecieron 54,9% en volumen, con 2024 como uno de los mejores años de nuestra historia.
Ese año, Argentina exportó 54.042 hectolitros por un valor de 25,3 millones de dólares, alcanzando un precio medio de 4,68 dólares por litro, considerablemente superior al promedio de los vinos tranquilos, que ronda los 3,40 dólares por litro.
El principal destino de los espumosos argentinos es Brasil (25,2%), seguido de Estados Unidos (17,4%) y Francia (13,5%), lo que confirma tanto la expansión regional como el reconocimiento internacional de la categoría.
Un dato a tener en cuenta son los despachos en nuevos formatos como la lata con un crecimiento del 26,8% en el último año, aunque todavía representan apenas el 1,9% del total. Esta tendencia muestra una apertura a formas de consumo que acompañan la desestacionalización del espumoso, cada vez más presente más allá de las fiestas de fin de año.
Los espumosos argentinos de alta gama se inspiran en esa tradición francesa, adoptando el método champenoise, también conocido como elaboración tradicional. Este proceso comienza con una segunda fermentación en botella, que es el corazón de la efervescencia fina y persistente que caracteriza a los grandes espumosos.

La elección de uvas, principalmente Pinot Noir y Chardonnay, permite elaborar vinos equilibrados, con estructura, frescura y complejidad aromática, tal como exige la reglamentación de la denominación de origen (DOC) Champagne en Francia.
El tiempo de reposo sobre lías, que puede extenderse desde meses hasta varios años, otorga profundidad y cremosidad, resultando espumosos elegantes y longevos. Cada etapa (desde la selección de uvas hasta el degüelle) requiere precisión y paciencia, reflejando un compromiso con la calidad que las bodegas argentinas buscan emular.
Los espumosos nacionales no solo rinden homenaje al Champagne, si no que construyen su propia identidad potenciando el lugar de origen de nuestras uvas para demostrar la excelencia mundial de la burbuja argentina.

Con imagen totalmente renovada, Kaiken Brut se presenta con una elegancia que une tradición y modernidad, y que remarca su mirada internacional. Con esta nueva etiqueta, se ve reflejada la tradición francesa, pero impronta argentina: un vino fresco, persistente y sofisticado, que invita a disfrutar de cada burbuja.
Elaborado bajo el método champenoise, con un reposo de 24 meses sobre lías, combina 70% Pinot Noir y 30% Chardonnay de viñedos de Gualtallary, Valle de Uco, a 1.400 metros de altura. Un espumoso que expresa con claridad su identidad mendocina.
Precio sugerido: $29.950.-

Mosquita Muerta Nature refleja la altura y pureza de su terroir a través de un 100% Chardonnay que nace a 1.450 metros, en el Valle de Uco, Mendoza. Cada racimo de uva se selecciona manualmente, asegurando frescura y fineza, y luego cada parcela se vinifica por separado para capturar la diversidad y expresión única del terroir. El resultado es un vino que conjuga elegancia, tensión y complejidad.
Elaborado bajo el método champenoise, Mosquita Muerta Nature permanece un mínimo de 12 meses sobre levaduras, logrando delicadas burbujas y un perfil sensorial definido: de color amarillo dorado con reflejos verdes, notas cítricas y florales y en boca fresco, untuoso y equilibrado.
Precio sugerido: $20.400.-

Fundada en 2004 en Luján de Cuyo por empresarios chilenos y el enólogo argentino Pedro Rosell, Cruzat es la única bodega argentina dedicada exclusivamente a la elaboración de espumosos bajo el método tradicional. La bodega se consolidó como un referente nacional e internacional, con presencia en 15 países y una producción enfocada en la calidad sobre el volumen.
Su línea Cuvée, pionera en la casa, refleja la combinación de innovación y el carácter de los viñedos mendocinos. Cruzat Cuvée Nature está elaborado con 60% Pinot Noir y 40% Chardonnay y permanece 24 meses sobre lías, lo que aporta estructura, fineza y complejidad aromática. Fresco, sin dosaje de azúcar, con buena acidez y gran versatilidad, se consolida como un espumoso sofisticado y equilibrado, fiel al espíritu de la bodega.
Precio sugerido: $27.100.-

Navarro Correas Grande Cuvée es un espumoso con el que la tradicional bodega champañera busca reflejar su búsqueda constante de excelencia. Elaborado bajo el método tradicional, combina Chardonnay y Pinot Noir de viñedos en Gualtallary, Tupungato. Cada etapa se realiza con meticuloso cuidado, garantizando burbujas finas y persistentes, y un estilo e imagen que se ha convertido en un referente de los espumosos argentinos.
Su crianza de 12 meses sobre lías aporta complejidad, notas de pan tostado y almendras, y realza los aromas frutales. En boca se percibe fresco, con acidez equilibrada y textura intensa. Un espumoso versátil que acompaña pescados, mariscos, ensaladas y frutas, mostrando elegancia y consistencia en cada copa.
Precio sugerido: $25.000.-

Bousquet Brut Tradicional Orgánico refleja la filosofía de Domaine Bousquet, fundada en 1997 en Gualtallary, Tupungato, y reconocida como uno de los mayores exportadores de vinos orgánicos de Argentina. Si bien está elaborado bajo el método Charmat, este espumoso combina el rigor de la viticultura ecológica con la sensibilidad vinícola francesa.
Con uvas 100% orgánicas certificadas, 75% Chardonnay y 25% Pinot Noir, la segunda fermentación se realiza en tanque de acero inoxidable durante 30 días, preservando la frescura de la fruta. De color amarillo con burbujas delicadas, ofrece aromas de frutas tropicales, notas florales y cítricas, y un paladar equilibrado con final persistente y elegante. Un espumoso que conjuga complejidad, cremosidad y frescura.
Precio sugerido: $21.500.-

Sin Chardonnay ni Pinot Noir, Stradivarius Cabernet Sauvignon demuestra la versatilidad de la uva Cabernet Sauvignon en la región de San Rafael, Mendoza, y reafirma la tradición de Bodegas Bianchi en la elaboración de espumosos de alta gama. Esta edición limitada de 1.260 botellas se produce con uvas seleccionadas manualmente de Finca Las Paredes y refleja con fidelidad el carácter sanrafaelino, con la impronta de un espumoso innovador y elegante.
Elaborado bajo el método champenoise y con dos años sobre lías, se presenta con un color amarillo verdoso levemente dorado y delicadas burbujas persistentes. Su nariz combina frutas tropicales con notas de nueces tostadas, mientras que en boca resulta armónico, pleno y fresco, con una sensación final de fruta que deja patente la capacidad de la Cabernet Sauvignon de brillar también en espumosos de excelencia.
Precio sugerido: $41.790.-