El mundo laboral actual se encuentra en un proceso de cambio incesante y Toyota no es ajena a esta realidad. Según Leandro Lanfranco, director de Recursos Humanos, Legales y Administración Corporativa de automotriz, la empresa vive esta transformación con "mucho entusiasmo", impulsando una fuerte sinergia a nivel regional, especialmente con Brasil, y buscando constantemente oportunidades de aprendizaje mutuo.

La regionalización y la evolución de Toyota hacia una empresa de soluciones de movilidad, no solo de fabricación de vehículos, demandan una adaptación constante. Esto implica la búsqueda de nuevos perfiles y la reinvención de los colaboradores actuales, lo que a su vez eleva el nivel de desafío y la necesidad de nuevas herramientas para anticiparse a las necesidades del cliente. En este nuevo escenario, las descripciones de puestos estáticas han quedado obsoletas; la flexibilidad y el desarrollo a través de proyectos, asignaciones y rotaciones regionales y globales son clave para cultivar nuevas habilidades.

En este contexto, Toyota fomenta que cada colaborador sea el "protagonista de su carrera", derribando el mito de que RR.HH. es quien traza el plan de desarrollo. La responsabilidad recae en el individuo, con el líder como guía y facilitador de herramientas. Así, por ejemplo, la organización ofrece recursos como el job posting con alarmas personalizadas y catálogos de formación para el puesto actual y el futuro. Además, se implementaron módulos para "mentoring y flash mentoring", y se promueve una cultura de "aprender, enseñar y seguir aprendiendo", reflejo de la filosofía japonesa de la mejora continua y la humildad para adquirir nuevos conocimientos y la generosidad para compartirlos. La cercanía de los líderes con la gente y el negocio, un pilar cultural de Toyota, es fundamental para escuchar, comprender expectativas y ofrecer oportunidades de desarrollo que no siempre son verticales, sino también horizontales, a través de proyectos cruzados y el aprendizaje de otras áreas.