Por qué un dólar fuerte es un arma de doble filo
La subida sostenida del dólar en los últimos tiempos tendrá importantes consecuencias en la economía global: más allá de su equiparación con el euro, alimentará la inflación y el déficit comercial estadounidense y pondrá en peligro a las economías más débiles.

La subida sostenida del dólar en los últimos tiempos tendrá importantes consecuencias en la economía global: más allá de su equiparación con el euro, alimentará la inflación y el déficit comercial estadounidense y pondrá en peligro a las economías más débiles.

El dólar ha ido ganando valor este mes de julio impulsado por una convergencia de factores como la volatilidad de los mercados financieros, el temor por la inflación, la guerra en Ucrania, el precio de la energía y los nuevos brotes de coronavirus en China, según la analista Julia-Ambra Verlaine en un reportaje para The Wall Street Journal.

Para la mayoría de países e inversores del mundo el dólar es un refugio seguro, y por esa razón casi 7 billones de dólares estadounidenses están en manos de 149 países, según el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Además, el dólar es la principal moneda utilizada en el comercio mundial y se usa como referencia para el pago de bienes como el trigo o el petróleo, incluso cuando se compran y venden entre países que no son Estados Unidos.

Eso significa que los países que importan gran parte de sus materias primas, como es el caso de Turquía o la Argentina, se ven afectados negativamente porque están pagando más en su moneda local por la misma cantidad que hace un año.

"Básicamente, las monedas de los otros países se debilitan, lo que hace que todo sea más caro para ellos, lo que significa aumentos de precios o inflación. Entonces, básicamente existe este concepto de que un dólar más fuerte exporta inflación a los países de mercados emergentes", anota Verlaine.

Incluso para los países más ricos del Viejo Continente, un dólar fuerte puede ser sinónimo de más inflación, ya que a través de importaciones más caras impulsan los altos precios, la cual ya está en cifras récord en muchos países.

El euro empató el valor del dólar

No obstante, un dólar fuerte es una buena noticia para las personas en los países más pobres que dependen del dinero enviado por familiares que trabajan en Estados Unidos.

La economía mexicana, por ejemplo, recibió 22.412,6 millones de dólares de sus connacionales en el extranjero durante los primeros cinco meses del año; con cifras más modestas, también las remesas en dólares son vitales para gran parte de los países centroamericanos.

Además, entre enero y mayo de 2022, la remesa promedio individual fue de 382 dólares.

 

Que el dólar cueste más significa que automáticamente todo lo que está hecho en Estados Unidos vale más para los compradores extranjeros.

Para las empresas estadounidenses con grandes negocios en el resto del mundo, la fortaleza del dólar se traduce en una reducción de sus ventas internacionales y, además, las hace menos competitivas en comparación con sus rivales locales.

Por esa razón, el nuevo precio del dólar ha borrado miles de millones de dólares de las ventas del segundo trimestre de las empresas estadounidenses, según sus resultados semestrales, lo que ha llevado a muchas a recortar sus previsiones para el resto del año.

Este mes, IBM advirtió que el fortalecimiento del dólar podría reducir sus ingresos este año en 3.500 millones de dólares.

Por su parte, la red de "streaming" Netflix estimó que perdió 339 millones de dólares en ventas entre abril y junio debido a la fortaleza del dólar.

Antes de que el dólar alcanzara la paridad frente al euro, una larga lista de empresas -entre otras Microsoft, Salesforce y Medtronic- ya habían advertido del problema que esto les implicaría en sus beneficios de 2022.

"Indirectamente estás enfriando el mercado cuando tienes una moneda más fuerte. Algunos analistas dicen que es casi el equivalente a una subida de tipos. Es un poco complicado. Es bueno, pero cuando se vuelve demasiado fuerte, puede comenzar a ser dañino", concluye Verlaine.

Con información de EFE y Wall Street Journal