A pocos días de terminar julio, ya están por empezar a llegar los balances trimestrales de las compañías argentinas que cotizan en bolsa, correspondientes al segundo periodo del año. Ante la situación, los especialistas del mercado comenzaron a detallar qué se espera y cuáles son los resultados a los que hay que estar más atentos.
De acuerdo a Tobías Sánchez, analista de Investigación en Cocos Capital, los balances más esperados para esta temporada son los del sector bancario, los de las energéticas y los de utilidades, ya que incluyen a las empresas que concentran gran parte del volumen operado en la bolsa porteña.
"En el caso de los bancos, no anticipamos grandes sorpresas respecto al primer trimestre. Esperamos que los ROA se mantengan en niveles similares, ya que continúa el desarme de posiciones en títulos del sector público y todavía no se observa una fuerte reactivación del crédito. Esta dinámica ya se vio reflejada en los resultados del primer trimestre y proyectamos una continuidad", indicó el especialista.
En esta línea, Pedro Moreyra, director de Guardian Capital, relató que los bancos enfrentan el desafío de sostener sus márgenes tras un 2024 excepcional, donde se beneficiaron del rendimiento de instrumentos en pesos.
"La eliminación de las Lefis y la reciente volatilidad en el mercado de pesos podrían afectar los ingresos financieros. Este contexto gana relevancia al considerar que el EMAE de mayo creció un 5% interanual, con intermediación financiera entre los sectores más dinámicos, lo que refuerza expectativas positivas aunque con ritmo más moderado en la segunda mitad del año", agregó.
Por otro lado, sí hay un mayor optimismo con las empresas energéticas. "Proyectamos balances positivos impulsados por una mejora en los volúmenes de producción y ventas, que deberían compensar la caída de los precios internacionales del crudo (estimamos que los precios de realización estarán por debajo de los del primer trimestre). Además, ponemos especial foco en el avance de proyectos clave de infraestructura, como el oleoducto Vaca Muerta Sur, que busca resolver el cuello de botella para exportar la producción excedente", mencionó Sánchez.
"Se espera estabilidad operativa en Pampa Energía, mientras que en YPF el foco estará en producción, precios del crudo y márgenes de refinación. El sector energético impulsó un superávit comercial récord en el primer semestre, gracias a Vaca Muerta y menor importación energética. Proyecciones privadas estiman un superávit de hasta US$ 8.000 millones en 2025, consolidando su rol como generador clave de divisas", sumó Moreyra.

Por su parte, Ezequiel Fernández, director de Investigación Corporativa en Balanz Capital, sostuvo que habrá bastante expectativa con YPF, que quizás tenga un trimestre con resultados operativos menos dinámicos por la devaluación del dólar oficial y menor Brent a lo largo del trimestre.
"Sí vemos buenos números para Pampa y, luego de las revisiones tarifarias de mayo, para las redes reguladas como Transportadora de Gas del Norte, Transener o Metrogas", añadió el ejecutivo.
Cabe señalar que los balances de las empresas argentinas llegan en un momento crucial para el mercado local. El índice Merval en dólares acumula una baja del 25% en lo que va del año y casi 200 jornadas de caídas, cuando en los últimos años no atravesó más que un fuerte periodo de consolidación alcista.
Además, los inversores están atentos tanto a la dinámica de la política monetaria, protagonizada por una suba de la tasa de interés que pega de llenó en los activos financieros y en la economía real, como a las elecciones legislativas de octubre, en las que se necesita una clara victoria del oficialismo.