La estrategia del ministro de Economía Luis Caputo para contener el dólar está causando muchas dudas en el mercado, ya que parece que el Gobierno oscila entre un nivel de tasas de interés súperaltas para sostener un tipo de cambio bajo o soltar el billete y dejar que la ley de oferta y demanda haga su trabajo, sin importar las consecuencias.
Tras la estabilización de la situación monetaria, las Lefis se redujeron del 64% al 17% de la base monetaria amplia y la tasa cayó del 254% al 33%, lo cual fue visto por el mercado como un dato contundentemente positivo. Con la salida del cepo, el Gobierno tuvo que elegir entre controlar el precio del dólar, la tasa de interés o la cantidad de dinero.
La elección fue esta última. Pero para establecer una estrategia pura, debía eliminarse la tasa de interés de las Lefis, motivo por el cual los bancos ahora están obligados a volcar su liquidez en Lecaps, préstamos o cajas sin remuneración.
De acuerdo al economista Federico Machado, este movimiento generó una caída de las tasas hasta la zona del 15% dado que parte de los $15 billones de pesos que había líquidos se irían a préstamos o encajes.
"El problema es que este movimiento se dio en el marco de una suba del dólar oficial, dado el cambio de trimestre (fin de cosecha, aguinaldos, vacaciones, más demanda de energía). El Gobierno, viendo que había quedado mucha liquidez sobrante y eso presionó fuertemente a la baja las tasas y y al alza al dólar, decidió salir a absorberla", comentó el especialista.
Ante la situación, como el Tesoro salió a absorber pesos muy fuertemente, las tasas de las Lecaps saltaron hasta el 50% y se "inundó" el mercado de títulos en pesos (se emitieron $10 billones de nuevas Lecaps en las dos licitaciones de julio). Además, la tasa de la caución pasó del 25% al 30% y luego hasta el 80%, para enfriarse hasta el 50%.
Asimismo, el mercado de préstamos interbancarios también experimentó cambios inusuales, aumentando del 30% la semana pasada a un promedio del 45% de tasa en la actualidad, ya que las entidades financieras buscan mantener altos niveles de liquidez frente a la volatilidad cambiaria, según informaron los operadores. Y en paralelo, el dólar continuó retrocediendo y pasó de los $1.290 a los $1.260.
Desafortunadamente, una tasa tan alta no es tan buena porque encarece el crédito para la actividad, frenando el general de la actividad económica, y deteriora el resultado fiscal porque, si no se compensa con mayor superávit primario, incrementa la deuda en términos reales.
"Por este motivo, los últimos datos a mayo del Banco Central muestran una continuidad en la suba de la mora del crédito privado que, de momento, viene siendo bastante mayor para familias que para empresas", señaló Juan Manuel Franco, economista jefe en Grupo SBS.
A través de un hilo de X, Machado, del Observatorio de Políticas para la Economía Nacional (OPEN), relató que, "según el esquema actual, el Gobierno debería evaluar si esta cantidad de pesos es óptima o si debe inyectar liquidez (que es lo que demanda el mercado poniendo las tasas a estos niveles)".
Y en concreto, para inyectar liquidez, el Banco Central puede comprar Lecaps en el mercado secundario emitiendo pesos, reducir encajes para que los bancos coloquen más pesos, reabrir la ventana de pases activos o esperar a que los agentes acomoden su preferencia de liquidez en las próximas licitaciones, con un roll-over inferior al 100%.
"El problema es que volver a inyectar liquidez nos vuelve a poner del otro lado del péndulo: caerán las tasas, pero podría impactar en el mercado de cambios. Eliminar las Lefis en este contexto fue arriesgado por ese motivo, ahora el Gobierno debe elegir entre múltiples equilibrios donde menores tasas implican mayor dólar y viceversa. En el medio, puede perder credibilidad y empeorar ambas variables. En este contexto, es más importante que nunca que la comunicación y objetivos del equipo económico sean claros y las señales se comprendan en el mercado", concluyó Machado.
Desafortunadamente, de momento, no hay indicios de que el escenario cambie drásticamente. "La volatilidad en las tasas de interés en pesos sigue elevada. La clave será no sólo reducir algo más el nivel de tasas pensando en los efectos a mediano plazo sobre actividad, sino también reducir la volatilidad", añadió Franco.