La reciente victoria legislativa del Gobierno de Javier Milei impulsó una fuerte mejora en el indicador de riesgo país elaborado por JP Morgan, que perforó a la baja la barrera de los 700 puntos tras desplomarse más de un 50% desde el máximo de 2025.
Esta caída animó al mercado a recalcular el posible regreso de la Argentina a los mercados internacionales para reestructurar su deuda, pero el consenso entre analistas es que aún queda una porción importante del camino por recorrer.
Según los estrategas de Portfolio Personal Inversiones, "el índice debería caer y mantenerse por debajo de los 500 puntos básicos para que Argentina pueda volver a tomar deuda en el exterior a una tasa razonable".
En ese marco, recordaron que, aunque los bonos argentinos ya cotizan con rendimientos de un solo dígito en moneda extranjera, la brecha se mantiene elevada. "Estimamos que aún se mantiene unos 180 puntos básicos por encima de la señal de luz verde... en torno a los 450 puntos", sostuvieron.
Por su parte, los expertos de Proficio Investment apuntaron a una regla concreta para que el Gobierno avance: la administración "parece tener pensado emitir deuda en los mercados internacionales siempre que el rendimiento al vencimiento de la nueva deuda sea inferior al 9%".
Posteriormente, agregaron que, según declaraciones previas del ministro de Economía Luis Caputo, con un nivel de 500 puntos básicos de riesgo país más tres recortes de la tasa de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), que la dejarían en la zona del 3,50-3,75%, ya sería factible colocar deuda hacia fin de año.

Afortunadamente, para Martín Polo, estratega jefe en Cohen Aliados Financieros, el camino hacia la meta de riesgo país ya arrancó, pero hay que observar muy de cerca la situación de fortalecimiento de reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA).
"Estimamos un impacto muy favorable en los activos locales... Esperamos una recuperación significativa de los bonos soberanos (en especial los de legislación local y del tramo medio de la curva), con el riesgo país bajando rápidamente hacia la zona de 600 puntos, descompresión en el mercado de cambios dada la alta dolarización de carteras y una mejora en la demanda de pesos, lo que permitirá reducir las tasas de interés", mencionó el ejecutivo.
"Considerando que, tras el resultado electoral, la gobernabilidad no corre riesgo y confiamos en el llamado al diálogo del presidente con las fuerzas opositoras no kirchneristas, ahora sólo resta reforzar las reservas internacionales netas, que actualmente se ubican negativas en -US$ 10.000 millones. Creemos que revertir esta tendencia será crucial para que el riesgo país pueda perforar aún más rápido los 600 puntos y alcanzar los 50, nivel que abriría la puerta al acceso a los mercados internacionales de crédito", resumió Polo.
Dado el contexto actual, Argentina aparece hoy más cerca de volver al mercado voluntario de deuda que en los últimos años, pero no es un retorno automático. En definitiva, el acceso al financiamiento externo dependerá de la capacidad del gobierno de Milei para sostener la estabilidad macroeconómica, así como también de administrar los vencimientos de deuda en dólares y consolidar el respaldo global.