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Argentina y EE.UU. afinan su vínculo: "mini RIGI" para empresas, alivio arancelario y avances en patentes

Agustín Jamele

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El viento político y financiero a favor impulsa un nuevo capítulo en la relación entre los países. Con apoyo del Tesoro estadounidense y negociaciones comerciales avanzadas, el Gobierno busca transformar la afinidad ideológica en oportunidades concretas de inversión y comercio.

2 Noviembre de 2025 07.00

A una semana de las elecciones legislativas, el Gobierno de Javier Milei atraviesa uno de sus mejores momentos desde la asunción a finales de 2023. El resultado en las urnas, que consolidó el poder de La Libertad Avanza en el Congreso, desató un rally financiero pocas veces visto: los ADRs argentinos en Wall Street treparon hasta 87%, el S&P Merval superó por primera vez los 2.000 puntos en dólares y el riesgo país perforó los 660.

El salto no fue solo local. Detrás del entusiasmo inversor se combinó un triángulo de confianza: un Gobierno fortalecido, una baja sostenida del riesgo país y, sobre todo, el respaldo explícito de Estados Unidos, que en las últimas semanas amplió su línea de apoyo financiero hacia la Argentina por hasta US$ 40.000 millones.

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Milei y el Gobierno Nacional disfrutaron de una semana de tranquilidad y ordenamiento luego de las elecciones legislativas.

Con ese viento a favor, la Casa Rosada planea acelerar la siguiente fase de su programa económico. El mismo incluiría reformas laborales y tributarias, incentivos a la inversión privada y una profundización del vínculo con Washington, donde ya se negocia un esquema preferencial de comercio e inversión (una suerte de "mini RIGI" para empresas estadounidenses), alivios arancelarios y avances en materia de patentes.

Profundizar la relación con EE.UU. 

El respaldo de Washington volvió a quedar esta semana en evidencia con un mensaje directo desde Seúl. El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, felicitó al presidente Javier Milei por el resultado de las elecciones legislativas y anticipó que viajará próximamente a Buenos Aires

En una publicación en la red X, Bessent destacó que "la fortaleza y visión del Presidente Milei están devolviendo la esperanza a una nueva generación de argentinos" y afirmó que los mercados "deberían cubrir fácilmente las necesidades de financiamiento de la República para 2026". El funcionario agregó que la política de "paz a través de la fortaleza económica" impulsada por la administración de Donald Trump "transformará América Latina", y subrayó que la Argentina es hoy el epicentro de esa nueva ola de liderazgo económico liberal en el hemisferio occidental.

Según pudo saber Forbes, en los despachos oficiales se especula que la visita de Scott Bessent a Buenos Aires podría servir para anunciar el nuevo acuerdo arancelario entre la Argentina y Estados Unidos, una negociación que lleva cuatro meses y que, según fuentes al tanto de las conversaciones, está prácticamente cerrada. En las últimas semanas, los equipos técnicos de ambos países ajustan una planilla de excel con los productos incluidos en el esquema de reducción o eliminación de aranceles, que originalmente contemplaba unos 150 ítems, aunque el número final "ya no es ese", según indicó una fuente cercana al proceso.

El acuerdo, cuyo anuncio será realizado por Washington, apunta a incorporar bienes que ayuden a reducir precios internos en Estados Unidos, en línea con la estrategia de la administración Trump de contener la inflación doméstica en medio de la nueva guerra comercial global. Un antecedente de ese enfoque fue la apertura del mercado norteamericano a la carne argentina, que permitió cuadruplicar los envíos del país en los últimos meses.

Las negociaciones, sin embargo, no están exentas de tensiones sectoriales: el lobby de las industrias de biocombustibles y agro, entre otras, de Estados Unidos presiona para influir en la lista final de productos y en los plazos de implementación. Algunas fuentes consultadas indicaron que entre los productos habría algunos como acero y aluminio, aunque parece ser difícil que esto ocurra según los especialistas.

Bandera de Estados Unidos
El acuerdo con Estados Unidos para bajar los aranceles a productos argentinos se anunciaría próximamente

"Estados Unidos y Argentina tienen economías competitivas porque vendemos lo mismo. Ahí hay un problema de fondo. Tenemos problemas con el lobby agrícolo y no olvidaría el acero y aluminio. No se tocó nada del arancel del 50% ym en mi opinión, no lo van a tocar. Esto está afectando a grupos importantes como Techint, que es un grupo muy fuertemente anti China. Es decir, afecta a los propios aliados. Hay que ver cuánto de lo que se dice se plasma y la realidad de fondo es que somos economías competitivas y eso está presente", explica Bernabé Malacalza, internacionalista y autor del reciente libro "Las cruzadas del Siglo XXI", donde analiza las relaciones entre Estados Unidos y China y su impacto en América Latina.

En paralelo, ambas administraciones trabajan en un régimen de incentivos específico para compañías estadounidenses que inviertan en la Argentina, un esquema que en el entorno de Milei describen como un "mini RIGI". El Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) es la herramienta con la que el Gobierno busca atraer proyectos de capital intensivo, ofreciendo estabilidad fiscal por 30 años, libre disponibilidad de divisas y beneficios impositivos. En su versión bilateral, el "mini RIGI" ofrecería condiciones preferenciales a firmas norteamericanas en sectores estratégicos como energía, minería, tecnología y agroindustria.

Además, se avanza en negociaciones en materia de propiedad intelectual y patentes, con el objetivo de actualizar los acuerdos vigentes y mejorar el acceso de productos y tecnologías de marcas estadounidenses en el mercado argentino. Según explicaron a Forbes, el nuevo Canciller, Pablo Quirno, ayudará a destrabar ciertas trabas posibles debido a su llegada directa con Luis Caputo, ministro de Economía, y su amplio conocimiento financiero. El nuevo titular de la Cancillería, que reemplaza a Gerardo Werthein, tendrá la tarea de cerrar los acuerdos y mover los engranajes de un relacionamiento que algunos se animan a decir "se encontraba dormida".

El encuentro donde se vio el entusiasmo

El renovado interés por el vínculo bilateral se reflejó este jueves en el AmCham Trade & Investment Conference, organizado por la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en la Argentina. Bajo el lema "Rumbo al mercado estadounidense", el encuentro, que contó con 200 participantes pero recibió más 400 inscripciones, reflejo del fuerte apetito del sector privado por integrarse a la nueva agenda comercial con Washington.

Durante el evento, el presidente de AmCham, Alejandro Díaz, ofreció una lectura estructural del momento que atraviesan ambos países. Explicó que Estados Unidos está redefiniendo su modelo de competitividad, luego de décadas de deslocalización productiva, y que la administración norteamericana busca ahora compensar los mayores costos internos generados por su nueva política arancelaria

En ese contexto, señaló Díaz, Argentina emerge como un socio geopolítico y económico natural: "Cuando Estados Unidos analiza quiénes son sus aliados en el Cono Sur, encuentra que la Argentina es hoy el país más alineado ideológicamente y el más dispuesto a occidentalizarse e ingresar al mundo".

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Alejandro Diaz, titular de AmCham

El titular de AmCham advirtió que el alineamiento geopolítico abre una ventana inédita para reposicionar a la Argentina como proveedor confiable de bienes y servicios estratégicos. "Nuestra relación tiene una oportunidad concreta, porque combina la necesidad estadounidense de diversificar su aprovisionamiento con la búsqueda argentina de atraer inversiones productivas", sostuvo.

Díaz también reveló que las conversaciones sobre el mecanismo arancelario bilateral —el llamado tariff channel mechanism— están avanzadas y que su anuncio es inminente, en línea con las negociaciones que mencionan fuentes oficiales. "Si se concreta, permitirá que empresas internacionales exporten bajo un canal preferencial y, al mismo tiempo, incentivará la inversión norteamericana en el país", adelantó.

Desde una mirada más amplia, el titular de AmCham planteó que el desafío argentino es remover los obstáculos estructurales que limitan la competitividad, como la carga tributaria, las rigideces laborales y la infraestructura deficiente. En el agro, señaló, la falta de un marco moderno de patentes frena la innovación y resta productividad frente a países vecinos.

Para Díaz, la combinación entre alineamiento político, interés inversor y necesidad de reposicionamiento global de EE. UU. coloca a la Argentina en el radar de las grandes decisiones económicas de Washington. "La historia pasada no nos condena, si sabemos articular entre el sector público y privado para activar los procesos de negociación", concluyó ante un auditorio que, por primera vez en mucho tiempo, percibió una oportunidad real de acercamiento económico con Estados Unidos.

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