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Innovacion
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La fundadora de Chipsafer, una plataforma en la que el ganado puede ser monitoreado a distancia y en tiempo real, que ganó numerosos reconocimientos en todo el mundo. Desde Singapur, país donde produce y opera, la emprendedora transmite los mayores aprendizajes de los 10 años de vida de su startup.

2 Noviembre de 2022 12.24

En 2018, el Foro Económico Mundial eligió 50 proyectos que impulsarían el crecimiento de la economía en América Latina. Entre ellos figuraba Chipsafer, empresa de la uruguaya Victoria Alonsoperez. En aquel momento, aquello de ganar premios internacionales ya se había vuelto costumbre para la startup. 

En 2014 fue elegida por el BID como la “más innovadora de Latinoamérica y el Caribe”. A la par de su startup, la joven uruguaya también recibió distinciones por su capacidad de crear soluciones tecnológicas de gran impacto. 

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Un animal con el dispositivo de seguimiento de Chipsafer.

Fue reconocida por el MIT Technology Review como uno de los 35 personajes más innovadores menores de 35, y quedó segunda en el concurso The Venture de Chivas Regal (lo que le aportó financiación e incluso la llevó a salir en una publicidad de la marca junto al actor Javier Bardem). Y la lista de premios es mucho más larga.

Chipsafer es “una startup donde monitoreamos ganado de forma remota utilizando sensores inteligentes”, precisa a Forbes Uruguay la emprendedora. 

Gracias a estos dispositivos que los animales llevan en el cuello es posible en todo momento ubicarlos, tener un historial de los lugares por los que pasaron y recibir alertas si el animal se sale de un perímetro determinado. Todo eso permite a los ganaderos gestionar sus recursos, operar de forma más sostenible y prevenir el robo de ganado. En conclusión, mejorar su productividad.

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Hoy Chipsafer opera desde Singapur, donde estableció toda su línea de producción, y también tiene presencia en Uruguay, Brasil, Australia y EE.UU.

Ingeniera electricista, a los cuatro años empezó la fascinación de Victoria Alonsoperez por el espacio y la tecnología. En 2001, a raíz de la llegada de la aftosa y pese a que su familia no tenía campo, la adolescente de 14 años entendió la importancia de la agricultura y la ganadería. 

Fue 10 años después cuando una convocatoria al Concurso de Jóvenes Innovadores de la Unión Internacional de Telecomunicaciones la llevó a unir su pasión por el espacio con el interés en el campo. Creó una solución, ganó el concurso –para el que tuvo que viajar a Dubai– y así, premiada desde el punto cero, nació Chipsafer.

En su definición, Chipsafer parece una solución necesaria y obvia, al igual que tantas otras innovaciones que generaron una disrupción en los mercados. Pero el camino de emprender en agtech, lejos de ser sencillo, tiene varios desafíos. 

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A partir de su experiencia, sus muchos aciertos y errores, Victoria Alonsoperez transmite 10 aprendizajes clave a la hora de emprender en agtech.

1. INTERÉS EN INNOVAR

Los productores aman la tecnología
Existe la creencia errónea de que los productores rurales no están dispuestos a adoptar nuevas tecnologías. A Alonsoperez siempre la inspiraron con su voluntad de adoptar el cambio tecnológico. “Trabajan largas horas todos los días y siempre están abiertos a nuevas ideas para mejorar la eficiencia de sus operaciones”. Eso los convierte, además, en los “mejores clientes”. Los productores no solo aman la tecnología, sino que también son afectuosos y acogedores. “Te invitarán a su campo, compartirán su comida, te contarán historias y te permitirán aprender mientras buscan aprender a cambio”. Agtech, dice, se trata de las personas y del cambio que se puede marcar en sus vidas.

2 . NEGOCIOS y CULTURA

Cada mercado es un mundo
Ahora, con base en Singapur, Chipsafer puede vender a cualquier parte del mundo. La empresa tiene presencia tanto en ese país como en Uruguay, Brasil, Australia y EE.UU. A la emprendedora le costó entender que cada mercado es diferente. Esto, dice, la llevó a cometer muchos errores. “Es muy diferente hacer negocios en Brasil que en Singapur, por ejemplo”. De todas formas, el crecimiento de Chipsafer siempre fue constante y los errores condujeron a un mayor aprendizaje.

3 . OLVIDAR LOS PRECONCEPTOS

Las mujeres en agricultura son asombrosas
Se cree que el sector agrícola ganadero es un mundo de hombres. “Dejá de lado tus ideas preconcebidas”, dice Alonsoperez, quien se asombra por la cantidad de productoras rurales, veterinarias y agrónomas “súper impresionantes” que hacen contribuciones “increíbles” en el sector.
Menciona a dos de las mujeres uruguayas que la inspiran: la científica Laura Astigarraga y Federica Llaneza, clienta de Chipsafer que administra un campo con 5.000 cabezas de ganado.

4. PACIENCIA

Todo lleva tiempo
Uno de los mayores aprendizajes de la emprendedora fue que “todo lleva tiempo”, principalmente en los comienzos. “Cuando comencé tenía muchísima presión, pero después entendí que hasta las mejores empresas están años para desarrollar un nuevo producto”. Lo mismo aplica para el equipo. Alonsoperez llegó a sentirse presionada por hacerlo crecer, porque “el éxito generalmente se asocia con la cantidad de personas en el equipo”. Con el tiempo aprendió que es mejor tener “un equipo conciso de personas increíbles”.

5 . APOYAR Y NO CRITICAR

Mitigar el cambio climático con el campo
Se dice que la ganadería es una de las causas principales del cambio climático. Para la emprendedora, esto no solo es injustificado e incorrecto, sino que “muestra una total falta de empatía por las personas que se despiertan antes del amanecer para ganarse la vida modestamente y asegurarse de que el resto estemos bien alimentados”. “Ellos son héroes de la acción contra el cambio climático, debemos apoyarlos y ayudarlos a innovar, no criticarlos”, agrega.

6. LA ECONOMÍA MANDA

Ajustar la producción
Una gran idea nunca tendrá éxito si un productor rural no puede costearla. Por eso, la economía de la producción rural debe estar en el centro de la innovación de las agtech, dice Alonsoperez. “Los productores pueden poseer tierras y ganado, pero eso no significa que tengan el dinero disponible para invertir en agtech”. Como los márgenes son bajos para los ganaderos, una de las claves es demostrar con claridad el retorno de la inversión. Ahora, ¿cómo llegar a una solución innovadora por la que los productores puedan pagar? Alonsoperez cuenta que “el precio siempre fue un desafío”, y que hubo que cambiar varios de los componentes de sus dispositivos para que fueran más asequibles.

7. UNA  CUESTIÓN DE PRECIO

Buscar un fabricante confiable
Encontrar un fabricante a un precio competitivo y sobre todo confiable fue uno de los mayores desafíos de Chipsafer. Al principio la startup intentó sin éxito fabricar los dispositivos en China. “El fabricante que elegimos nunca entregó lo que le pedíamos. De hecho, podés ver una versión de nuestro primer diseño de ese momento en Alibaba”, cuenta. 

Tras probar con otros fabricantes, Alonsoperez fue aceptada en el Singapore Space and Technology Accelerator y en el Flex Advanced Incubation Center, lo que le dio la oportunidad de interiorizarse en los procesos de producción en una de las fábricas más modernas del mundo. Tras vivir la experiencia, decidió mudarse a Singapur y producir en este país.

8 . MÁS APOYO PARA AGTECH

Encontrar al inversor adecuado
Chipsafer fue financiado mediante bootstrapping, es decir, sin inversión privada externa. En sus comienzos, si había un componente de hardware en la startup levantar inversión era muy difícil. “Había fondos que ni siquiera te recibían, porque con hardware es muy difícil escalar tan rápido como con software”. Esa situación cambió, según la emprendedora. Existen más fondos enfocados en agtech, y “encontrar el inversionista adecuado que entienda y apoye tu negocio es la clave”.

9 . PERSEVERA Y TRIUNFARÁS

Ser pionera requiere constancia
Las celdas solares, una parte clave de la solución de Chipsafer, fueron una idea desarrollada por Alonsoperez emulando el sistema de energía de un pequeño satélite. La red celular para comunicaciones no es una solución viable en áreas muy remotas. En 2016, el estándar LoraWan (radiofrecuencia de largo alcance) estuvo disponible comercialmente y Chipsafer fue la primera empresa en probar LoraWan para el seguimiento de ganado. “Se necesita mucha perseverancia y paciencia para tener éxito en agtech”.

10. EL CAMPO, OTRA REALIDAD

Crear prototipos es un trabajo duro
“Tengo un GPS en mi auto y mi teléfono, ¿qué tan difícil puede ser poner un GPS en una vaca?”. Alonsoperez dice que quienes tienen esa creencia “nunca pisaron un campo lejano”. Claramente, no es lo mismo crear un GPS para un auto que tecnología para un animal que está vivo, expuesto a golpes, clima, barro y en lugares remotos. 

“Cuando inicié Chipsafer en 2012, me sorprendió que no había casi nada en el mercado como lo que quería hacer. Muchos prototipos que desarrollé funcionaron perfectamente en la ciudad, pero una vez que probamos en los animales surgieron múltiples problemas”, cuenta. Como los campos generalmente están en lugares remotos, este desafío incluye siempre el sistema de energía y de comunicación.
 

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