Forbes Argentina
Laura Carena, Managing Director de Catena Zapata.
Summit

Laura Catena: “Mi trabajo es mitad científico, mitad artístico”

Cristina Mahne

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La Managing Director de Catena Zapata, Laura Catena, repasó los aprendizajes que la medicina le permitió trasladar al ámbito del vino y contó cuál es su sueño dentro de ese negocio, en el Forbes Mujeres Power Summit.

06 Septiembre de 2023 11.15

“No tenía ningún interés en trabajar en la bodega familiar”. Así, tajante y ajena, describió los momentos previos a su enamoramiento de los viñedos. Es que, efectivamente, Laura Catena estaba lejos de ser lo que es hoy, Managing Director de la multipremiada casa mendocina. Había estudiado Medicina, se había especializado como Emergentóloga y su objetivo era “ayudar a la mayor cantidad de personas” que pudiera. 

Sin embargo, el destino le tenía preparado otro espacio desde donde tender manos y puentes. “Ahora que vendo vino siento que ayudamos a mucha gente. El vino da felicidad, con la comida, con los amigos. Hoy estoy cumpliendo aquel objetivo”, admitió durante una entrevista, en la séptima edición del Forbes Mujeres Power Summit.

Catena contó que las uvas la sedujeron al acompañar a su padre, Nicolás, economista y referente de la empresa, en sus viajes a Francia. “Mi papá siempre quiso hacer vinos argentinos que compitan con los mejores del mundo. Primero me enamoré de esos vinos como consumidora; después empecé a representar a la bodega y hoy soy 100% productora”, remarcó. Pero durante ese camino, por casi 30 años sus dos pasiones convivieron: fue médica de Emergencias y winemaker. “No sé cómo lo hacía. Me pasaba una semana en el hospital, cubriendo turnos, y el resto del mes viajaba por el mundo para la bodega. Como médica trabajaba sobre todo fines de semana y de noche. Me gustaba -confesó- y creo que es porque la gente llega más desesperada y terminás atendiendo a quien realmente te necesita”. 

Empezar de cero

Esa vocación de servicio que primero la llevó a abrazar esa profesión “como de detective, con mucho diagnóstico”, terminó sentando las bases de su modo de trabajar en la bodega. 

“La medicina de emergencia te prepara para cualquier trabajo, porque tenés que planificar y tomar decisiones con información limitada: no sabés todo del paciente. Y manejar un negocio en el que tenés que pensar en el clima, que es impredecible; en la gente que tenés que cuidar, apoyar y ayudar a crecer; en el mercado, en quién te va a vender en 10 años, también te obliga a analizar y tomar decisiones”, explicó.

A Catena, su pasado como doctora le enseñó a trabajar en equipo, algo fundamental ahora, cuando “menos gente que se quiere quedar en el campo y cuando la robótica replantea qué va a pasar con el trabajo de las personas”. “Mi rol es dirigir todo, desde la producción de un vino hasta la venta, el control de calidad, los proyectos, la innovación… Es el trabajo más divertido del mundo. No sólo por viajar por el mundo: hago lo que me fascina, plantar viñedos, elegir qué variedad, cómo, dónde, producir vinos diferentes dependiendo del cepaje y del suelo. Es un trabajo mitad científico, mitad artístico”, asegura.

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Laura Catena, Managing Director de Catena Zapata.

A la ejecutiva, quien cree que “a cualquier persona que se le enseña bien le gusta todo”, siempre le fascinaron las matemáticas, pero también la historia, la poesía, escribir. “Vos andá, vendé, producí, ayudame con la investigación, me decía mi papá. Pero si no sabés cómo pagar las cuentas, no entendés nada. Entonces me empecé a educar en el tema finanzas”, contó.

Para Catena, el sendero de la evolución tiene una constante: “Lo más importante es saber cómo aprender algo nuevo, cómo estar cómodo con el no saber. Cuando empecé a trabajar con mi papá conocía mi paladar y había probado grandes vinos, pero no tenía conocimientos técnicos. Y yo hasta que no entienda te sigo preguntando. Esa capacidad de empezar de cero es lo que más me sirvió”, aconsejó, no sólo para los negocios.

Un sueño a 200 años

Ambiciosa a la hora de regar sus ilusiones, la bodeguera no proyecta a dos ni a 20 años. Proyecta a 200. Es que su deseo para dentro de dos siglos es “elevar la visión del vino argentino, no solo los de Catena”. En lo personal, sostuvo que está “obsesionada con los vinos de colección, para añejar”. Tiene una cava en el sótano de su casa, que es como un museo. “Los miro y fantaseo cuándo los voy a tomar”, aseguró. También tiene guardada una caja para cada familiar, y va descorchando botellas en cada encuentro con ellos. 

“Es muy importante para el vino de una región que la gente lo coleccione. Tenemos grandes coleccionistas en Argentina, y también restaurantes, pero en el resto del mundo no, solo alguno (de origen) francés o italiano. Mi gran sueño es que todas las grandes cavas del mundo tengan un sector de vinos argentinos para añejar”, se ilusionó.

Finalmente, Catena celebró los equipos de trabajo diversos y que “cada vez haya más mujeres en el mundo del vino”. En el país, aseguró, hay “una gran integración, porque a los hombres argentinos les encanta trabajar con mujeres, y a las mujeres les gusta mucho trabajar”. A su vez, reconoció tener una teoría “acerca de que la integración ha sido intensa y rápida porque en Argentina se permiten los chistes”, algo muy distinto “a lo que sucede por ejemplo en Estados Unidos. Y gracias a los chistes empieza una conversación”. “Además, trabajar con alguien con quien estás en desacuerdo es muy argentino, y por eso creo que nos va a ir muy bien”, concluyó.

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