Forbes Argentina
Alejandro Boysen, CEO de Glow Up
Negocios

Dejó la ingeniería en petróleo para crear la startup que revoluciona la ortodoncia digital y proyecta facturar US$ 6 millones

Cecilia Valleboni Forbes Staff

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Con una inversión inicial de US$ 25.000, Glow Up, la compañía de Alejandro Boysen, escaló de US$ 250.000 a US$ 2 millones en facturación, y apunta a los US$ 6 millones para 2026. Tiene dos centros propios y trabaja con 25 ortodoncistas que trabajan con su tecnología.

28 Julio de 2025 10.04

Alejandro Boysen, fundador y CEO de Glow Up, es ingeniero en petróleo de profesión. Pero su espíritu emprendedor lo acompañó desde sus inicios en el sector petrolero y logró llevarlo a cabo cuando detectó -junto a su hermano- una oportunidad para innovar en el mercado de la ortodoncia en Argentina y la región. ¿La clave? Digitalización, accesibilidad y una obsesión por la experiencia del paciente.

"Estaba muy cómodo en la industria del petróleo, donde hay muchísimas oportunidades, pero siempre tuve la idea de emprender", rememora Boysen. La génesis de Glow Up se remonta a 2018, cuando la odontología empezó a coquetear con el escaneo 3D y la planificación virtual. Alejandro y su hermano, también ingeniero, vieron cómo el modelo tradicional de ortodoncia, largo y costoso, podía ser repensado desde cero. "Vimos la oportunidad de transformar un poco las cosas como se estaban haciendo en el medio", explica Boysen. 

Alejandro Boysen, CEO de Glow Up
Alejandro Boysen, CEO de Glow Up

Así nació una propuesta 100% digital, centrada en alineadores transparentes, que prometía tratamientos estéticos de alta calidad, sin fricciones y a precios accesibles. Con una inversión inicial de US$ 25.000, el camino los llevó a comenzar en Brasil y luego separar sus modelos de negocio. Alejandro consolidó Glow Up en Argentina enfocándose en un crecimiento orgánico y sostenido. La apuesta fue audaz en un mercado local con baja adopción de tecnologías digitales -menos del 15% de los profesionales usan escáneres 3D-, pero con un enorme potencial. 

En América del Norte, el mercado mueve más de US$ 155.000 millones al año, mientras que Brasil -el mercado más grande de América Latina- alcanzará este año un tamaño de US$ 8.787 millones, según datos oficiales de los propios países. En ambos casos, el segmento digital y estético presenta un fuerte potencial de crecimiento. "Dado que en la Argentina hay todavía una baja penetración de tecnologías como el escaneo 3D y los alineadores, podemos ampliar aún más nuestra propuesta diferencial. Es una gran oportunidad", explica

La estrategia de Glow Up va mucho más allá de la mera implementación tecnológica, que, si bien es importada y de vanguardia (desde software de diseño hasta materiales para impresión 3D), no es su único diferencial. "Nuestras diferencias son que el proceso sea simple y rápido, que lo hacemos fácil y que la experiencia en la media de nuestros pacientes sea buena", enfatiza Boysen. Esto se traduce en un modelo directo al consumidor (D2C) que busca acortar intermediarios: desde el primer contacto digital hasta la visualización 3D del resultado final en minutos y un acompañamiento constante durante todo el tratamiento.

Glow Up posee dos centros propios -en Belgrano y Recoleta- y trabaja con un equipo de 25 ortodoncistas que cuentan con su tecnología en diversas ciudades como Córdoba, Mendoza y Corrientes. "El modelo es directo al consumidor", refuerza. Estos profesionales, que trabajan codo a codo con Glow Up, se encargan de la ejecución del plan de tratamiento y las entregas, mientras la startup se ocupa de la adquisición de pacientes y de garantizar una experiencia fluida. "Nosotros le mandamos un montón de pacientes, nos ven como buenos asesorando, adquiriendo, brindándoles los alineadores y los productos", explica.

Glow Up
Posee dos centros propios -en Belgrano y Recoleta- y trabaja con un equipo de 25 ortodoncistas que cuentan con su tecnología en diversas ciudades como Córdoba, Mendoza y Corrientes.

Un tratamiento de alineación promedio con Glow Up ronda los US$ 1.300, un precio competitivo que, sumado a la comodidad de las placas removibles, invisibles y la posibilidad de ver el antes y después. "El target ronda entre 20 y 50 años, son profesionales que buscan estética y bienestar", cuenta. 

El crecimiento de Glow Up se incrementó en los últimos años. De una facturación inicial de US$ 250.000, cerró 2024 con US$ 2 millones y proyectan duplicar esa cifra este año para alcanzar los US$ 6 millones en 2026. Boysen explica que esta expansión no solo se basa en los alineadores, sino en la diversificación de servicios que aprovechan la misma tecnología: blanqueamiento, placas de bruxismo y, más recientemente, el diseño y colocación de carillas de alta calidad, que prometen una transformación estética en tan solo dos horas. "Es algo que teniendo la parte de alineación integrada, si el cliente necesita alinearse un poquito, se alinea un poco, después se hace las carillas", comenta Boysen, resaltando la versatilidad de su modelo.

La compañía, que ya atendió a más de 4.000 pacientes y espera sumar 5.000 más para 2026, no frena su expansión geográfica. Con nuevas locaciones en carpeta, la meta es consolidar su presencia en las principales ciudades del país. Además, continúa invirtiendo en innovación y desarrollo local; no en la creación de la tecnología base, que es importada, sino en su implementación y en el desarrollo de soluciones específicas para el mercado argentino. 

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