Su paso por Y Combinator, el vínculo con Microsoft y el instinto para detectar oportunidades marcaron una trayectoria que aporta pistas valiosas para quienes están construyendo su propio camino.
Con una inversión de US$ 200.000, Marcelo Morales Rins fundó Blinktrip en 2023 aplicando tecnología fintech al turismo. La startup creció 400% en 2025 y fue reconocida internacionalmente.
Lo que arrancó como un hobby adolescente se transformó en una marca con identidad propia, seguidoras fieles y locales que funcionan como experiencias. Con intuición y una sensibilidad compartida, las creadoras de Stoney Clover Lane trazaron un camino singular en el universo del diseño personalizado.
Diseñaron un dispositivo portátil que gasifica agua y podría desplazar al envase más popular del sector. Su invento pretende modificar los hábitos de consumo y reducir la huella de carbono en una industria dominada por gigantes.
Con una planta en Luisiana y contratos con gigantes del rubro alimenticio, las Kennedy impulsan un negocio de US$ 200 millones mientras presionan por reglas de juego más claras para el arroz estadounidense.
Un recorrido por publicaciones clave sobre emprendimiento que aportan ideas prácticas, experiencias reales y enfoques aplicables. Libros pensados para quienes buscan construir un proyecto propio con criterio, aprendizaje concreto y una mirada estratégica, lejos de las modas pasajeras.
Fabian Hedin cofundó Lovable, una empresa sueca que desarrolló una herramienta de programación con inteligencia artificial pensada para quienes no saben escribir código. La explosión de usuarios y una nueva ronda de inversión lo catapultaron al club de los multimillonarios antes de cumplir los 27.
Con una inversión inicial de US$ 20.000, dos amigos de la infancia crearon Bloom Life, una marca de adaptógenos que ya tiene presencia en farmacias y tiendas especializadas.
La rutina del ocio lo aburrió enseguida. Hoy lidera una firma con más de mil empleados, clientes como Citi y United Airlines, y una promesa concreta: automatizar con inteligencia artificial todo lo que retrasa a los desarrolladores.
Alfa Pampa factura hoy $ 3.000 millones anuales y produce 1 millón de alfajores por mes. Cómo la automatización, la diversificación de portafolio y la expansión exportadora son las claves para alcanzar los $ 4.000 millones proyectados para 2026.
Con clientes como PG&E, Unicredit y los casinos de Las Vegas, la firma británica PolyAI multiplica ingresos con agentes virtuales que atienden miles de llamadas sin descanso. Detrás del boom está Nikola Mrksic, un ex Apple que trabajó en Siri y ahora apuesta a que la IA hable mejor que los humanos.
nReal Sounds presentó un instrumento que combina modelado físico computacional con un controlador de cuerdas. Tras casi 10 años de desarrollo y US$ 120.000 invertidos, la empresa busca US$ 1 millón para su producción comercial.
Transformó una herramienta de reclutamiento en una usina de datos para entrenar modelos de inteligencia artificial. Su empresa ya factura más de US$ 100 millones al año y apunta a liderar un sector que atrae inversiones millonarias.
Liderada por los argentinos Gonzalo Rioja (CEO), Agustín Albiero y Santiago Esmoris, WeSpeak se convirtió en un actor clave del turismo global al ofrecer un sistema de ventas conversacionales con Inteligencia Artificial (IA) para hoteles, extendiéndose a 20 países en solo dos años y operando sin haber levantado capital de riesgo.
Con más de 50 testimonios de figuras como Marcos Galperín y ejecutivos de Netflix, X y Sony, y a través de seis episodios, Banner Dogs se convierte en la primera producción internacional que documenta el ascenso de una compañía latinoamericana al escenario global.
La historia detrás de Bootup Studios muestra cómo la inteligencia artificial puede servir como aliada para lanzar proyectos sin depender de fondos millonarios ni equipos grandes. Dos fundadores apostaron a convertir desafíos tecnológicos en herramientas accesibles para quienes quieren arrancar desde cero.
Tienen menos de 30 años, fundaron su empresa hace apenas tres años y ahora figuran entre los nuevos ricos del mundo tech. La herramienta que desarrollaron es furor entre programadores y grandes compañías, y ya genera ingresos por encima de los mil millones de dólares anuales.
Impulsada por una mezcla de instinto, contactos y decisión, Beth Turner armó en pocas semanas su propia firma de inversiones y ya financió una veintena de startups ligadas a inteligencia artificial, energía y robótica. Su objetivo: convertirse en la primera llamada de quienes arrancan desde cero.
Keila Barral Masri fundó junto a Matías Carson y Juan Pablo Brea la startup Cromodata, el primer marketplace de datos de salud desidentificados de América Latina. Cerró una primera ronda de US$ 1,2 millones y proyecta su expansión.