En un país donde el agro representa uno de los pilares económicos fundamentales, la digitalización de procesos tradicionales sigue siendo un desafío. Sin embargo, hay casos que demuestran que es posible transformar industrias históricamente resistentes al cambio tecnológico.
La historia de deCampoaCampo comenzó a escribirse en 2008, cuando un joven ingeniero industrial observó desde adentro las ineficiencias de un negocio centenario: la compraventa de hacienda. "Era evidente que la tecnología podía darle al productor más control, previsibilidad y mejores condiciones comerciales", recuerda Emilio Herz, fundador de deCampoaCampo, sobre aquella época en que el sector seguía dependiendo de remates presenciales y procesos telefónicos.
Tras un año sabático dedicado a evaluar oportunidades, Herz decidió digitalizar el negocio familiar: una consignataria con décadas de trayectoria en el Mercado de Liniers. Con una inversión inicial de US$ 15.000 para contratar programadores y tercerizar el desarrollo, lanzó en 2010 la primera plataforma web de comercialización ganadera del país.
"Los comienzos no fueron fáciles, sobre todo en un rubro muy tradicional y de poca adopción tecnológica. En ese momento no había conectividad ni dispositivos", admite el emprendedor. Los primeros usuarios se mostraban escépticos: "Les parecía hasta gracioso, se preguntaban: '¿Para qué voy a filmar hacienda?' No es como hoy, que subís un video o lo enviás por Whatsapp. Sabíamos que el camino iba por ahí y la tecnología nos fue acompañando, fuimos adoptando todos los procesos que consideramos más importantes y digitalizables".
La apuesta por la tecnología comenzó a dar frutos rápidamente. A los dos meses de poner deCampoaCampo online ya habían recuperado la inversión inicial, según relata Herz. El punto de inflexión llegó cuando comprendieron que estaban digitalizando "un modelo que siempre fue rentable": las consignatarias tradicionales que operaban con márgenes sobre productos de alto valor.
Crecimiento y diversificación
Los números avalan el éxito de la estrategia. De operar 20.000 cabezas anuales en 2010, la plataforma proyecta superar las 550.000 para 2025, lo que representa un crecimiento promedio del 33% anual. En 2024, las operaciones superaron los $ 300.000 millones, y para este año esperan alcanzar los $ 450.000 millones.
La empresa logró conectar a 150.000 usuarios registrados, 5.000 empresas activas, más de 100 frigoríficos y una red de 75 transportistas que realizan más de 700 traslados mensuales. El ticket promedio por operación ronda los $ 55 millones, aunque cada transacción se fragmenta en aproximadamente 20 pagos con un promedio de $ 5 millones cada uno.
El salto de la web a los dispositivos móviles llegó en 2016, cuando "el uso de celulares empezó a estar presente cada vez en más actividades de la vida cotidiana", explica Herz. Pero el verdadero hito fue 2018, cuando lograron la primera venta 100% online, permitiendo que los productores publicaran y cerraran operaciones desde sus dispositivos.
En 2021, la compañía dio un paso decisivo al lanzar deCampoPagos, una billetera virtual diseñada específicamente para resolver "el principal problema de los productores: la falta de liquidez". Esta herramienta permite adelantar o postergar pagos desde el celular, con tasas visibles en tiempo real y sin intermediarios.

Los resultados fueron inmediatos: en 2024 gestionó 45.000 pagos, y para 2025 proyecta 65.000 operaciones por un total de $ 400.000 millones. "Actualmente un 80% de los ingresos proviene de las operaciones realizadas en deCampoaCampo y un 20% de deCampoPagos", detalla el fundador.
El modelo de negocio se sustenta en márgenes del 2,5% al 3%, significativamente más eficientes que las consignatarias tradicionales. "Prácticamente trabajamos sin necesidad de cobrar comisiones (solo se paga comisión en la compra de Invernada)", explica Herz.
Autofinanciamiento y expansión
Una característica distintiva del emprendimiento es su estrategia de crecimiento: "No trabajamos con inversores externos, deCampoaCampo es 100% autofinanciado y buscamos reinvertir para seguir creciendo", asegura Herz.
La expansión geográfica está en marcha. Además de la oficina central en Buenos Aires, la empresa cuenta con sedes comerciales en más de 10 puntos estratégicos del país y planea inaugurar tres más próximamente. El foco está puesto en el NEA (Noreste Argentino), "una zona con muchísimo potencial", según el emprendedor. Asimismo, el foco en la expansión internacional también está presente: "Creemos que en ganadería podemos exportar el modelo a países de Latinoamérica, Uruguay, Paraguay y Brasil", anticipa Herz, aunque aclara que aún no han concretado estos planes.
El objetivo de la empresa es ambicioso: "lograr tener un 10% del total de las cabezas procesadas por nuestra plataforma" en los próximos cinco años. También, estudia expandir el modelo a otros mercados afines como cerdo, granos y otras áreas de la industria agropecuaria.
Sin embargo, el mayor obstáculo sigue siendo cultural. "15 años después de haber creado deCampoaCampo, es increíble la sorpresa que nos genera la dificultad que tiene el agro como sector en conjunto de incorporar procedimientos en el día a día de las empresas", reflexiona Herz. "Creo que ese es el mayor desafío de la adopción de la tecnología vinculada al sector".