La industria de pagos local está en expansión. Las opciones digitales, como el NFC y el QR, crecen con rapidez, tanto en cantidad de transacciones como en volúmenes, y las empresas del sector buscan quedarse con el mayor porcentaje posible de un negocio que superará los US$ 300.000 millones para finales de la década.
En ese contexto, el pago digital en transporte es la batalla actual que todos quieren ganar. Lanzados en diciembre de 2024 con el subte de la Ciudad de Buenos Aires, en los últimos meses se expandió por decenas de líneas de colectivo en el país y otros transportes provinciales.
Según datos del Índice Payway, actualizado recientemente al tercer trimestre del 2025, Desde el lanzamiento del sistema de pagos abiertos en transporte público en diciembre de 2024 hasta septiembre de 2025, ya se realizaron 60 millones de pagos con tarjetas en la adquirencia Payway (NdR: incluye, entre otros, subte de CABA, Metrotranvía en Mendoza y 31 líneas de CABA). De ellos, el 69,5% fueron con tarjeta de débito y el 30,5% restante con tarjeta de crédito. Y, del total de los pagos para viajar, el 30% se hicieron con celulares y relojes con tecnología NFC.

"Para Payway, es un orgullo ser parte de la evolución de la movilidad en Argentina. Seguimos trabajando con diversos distritos para ampliar la disponibilidad de pagos con tarjetas y dispositivos contactless en el transporte alrededor del país", comentó Emiliano Porciani, Chief Business Officer de Payway.
Según pudo saber Forbes, este crecimiento es notado por distintas empresas del sector, algunas incluso con grandes crecimientos en meses recientes como septiembre. Tanto, que la Argentina se convirtió en el caso de crecimiento más acelerado de la región, siendo el país con la aceptación más rápida de estos métodos de pago en transportes de América Latina.
El negocio detrás de los pagos en el transporte
Los pagos digitales en el transporte no es un negocio altamente rentable en sí mismo. Si bien se manejan grandes volúmenes diarios por la cantidad de personas que viajan, no representan ingresos elevados al tener márgenes de ganancia pequeños. Sin embargo, está comprobado en experiencias de otros países que son un impulsor de la principalidad, un aspecto que sí es clave para el negocio.

El concepto de principalidad alude a la predominancia de una entidad, ya sea banco, billetera digital o plataforma de pago, como la opción preferida del cliente para realizar la mayoría de sus operaciones financieras y transaccionales. Según diversos análisis, la principalidad surge cuando el usuario concentra su actividad de pagos, cobros y gestión financiera en una plataforma determinada, lo que le otorga una posición de centralidad a esa entidad en su ecosistema digital.
Desde la perspectiva de las fintech y los emisores de medios de pago, capturar la "principalidad" significa estar "en primera línea" en la mente y en el hábito del usuario: por ejemplo, cuando una aplicación de transporte, una billetera o una tarjeta se convierte en la forma habitual de pago para el día a día, la empresa logra no solo transacciones puntuales, sino una conexión más profunda y recurrente con el cliente en otros ámbitos de su vida. "Los volúmenes en transporte vienen creciendo muy rápido y nos estamos jugando todos la principalidad", explica el directivo de una de las principales empresas de pagos del país.
Las cifras detrás de ganar la principalidad
El ecosistema de pagos digitales en Argentina atraviesa una etapa de consolidación acelerada. Según The Global Payments Report 2024 de Worldpay, el valor total de las transacciones de e-commerce alcanzó los US$27 mil millones en 2024 y se proyecta que escale hasta US$40 mil millones en 2030. Mientras tanto, los pagos en punto de venta (PDV) tienen un volumen transaccionado actual de US$257 mil millones y crecerá hasta los US$306 mil millones para finales de la década.

En el comercio electrónico, el avance de los pagos digitales es contundente: su participación dentro del total transaccionado crecerá del 34% en 2024 al 48% en 2030, lo que refleja una preferencia cada vez más marcada por billeteras digitales y soluciones de pago integradas. Las billeteras digitales, que ya representan el 34% del valor transaccionado online, se posicionan como el principal método de pago, desplazando gradualmente a las tarjetas de crédito (27%) y débito (19%). El efectivo, en tanto, retrocederá hasta representar apenas el 1% de las operaciones en línea.
Por lo tanto, ganar la principalidad en la Argentina significa quedarse con un porcentaje elevado de un negocio en crecimiento, no solo en cantidad de transacciones sino también en el volumen de miles de millones de dólares involucrados.
Las estrategias para ganar
Hasta el momento, la estrategia de todo el sector para ganar la principalidad en el transporte fueron los descuentos. Desde su lanzamiento en diciembre, bancos, billeteras y marcas de tarjeta ofrecieron todo tipo de beneficios para que sus usuarios utilicen sus medios de pago en subtes y colectivos. Primero con métodos de NFC y luego con QR, opción que se sumó unos meses después.
Según el último Informe de Pagos Minoristas del Banco Central, se realizaron en septiembre 351,2 millones de viajes (-10,6 % i.a.) mediante la tarjeta SUBE, que totalizaron $ 0,15 billones (crecimiento de 3,7 % i.a. en términos reales). Mientras tanto, con QR se realizaron 4,6 millones de viajes en agosto, que totalizaron $ 4,7 mil millones.
Las cifras muestran que aún el QR representa un porcentaje pequeño en el transporte y se esperan fuertes descuentos en los próximos meses para que crezca. Ejemplo de esto es el Banco Nación que, a través de su billetera BNA, ofrece 100% de descuento con tope de $15.000 durante todo octubre.
Según pudo saber Forbes, este tipo de descuentos se extenderán, como mínimo, hasta fin de año. Incluso algunas empresas ya trabajan para seguir ofreciéndolos hasta marzo, tanto en QR como en NFC. "Todos vamos a seguir dando descuentos para ganar la principalidad. Por unos meses, los usuarios se beneficiarán porque si tienen varias tarjetas o billeteras, las irán combinando cuando se terminen los topes y puede que no paguen nada. luego, veremos cómo se organiza", indica el directivo consultado para esta nota. Y agrega para concluir: "Se vuelve un commodity el descuento en transporte".