El empresariado argentino es reconocido en el mundo por su capacidad resiliente. El contexto de un país como la Argentina obliga a una reinvención constante y exige flexibilidad para travesar tiempos de crisis, una variable cíclica en una economía como la argentina.
El impacto de la pandemia fue severo en el entramado empresarial. A partir de una encuesta elaborada por EY y el Instituto Argentino de Finanzas (IAEF) sobre la inversión y financiación de las empresas, se desprendió que durante 2020 el 61% de las empresas encuestadas empeoró sus ventas y su rentabilidad.
“Este, sin duda, ha sido un año negativo para las empresas que han sido fuertemente afectadas por la pandemia tanto a nivel local como el impacto que la misma tuvo en la economía regional y global,” comentó Pablo De Gregorio, socio de Estrategia y Transacciones de EY Argentina.
Al ser consultadas sobre el futuro, el 80% de las empresas estima una mejora de su volumen y rentabilidad para 2021 y el 56% también incrementarán su inversión, fundamentalmente en activo fijo y tecnología (75%).
“Las empresas nos han contestado que estiman una recuperación para el 2021, pero al mismo tiempo casi el 90% de los encuestados utilizará la capacidad ociosa resultante de la crisis, lo cual si bien es positivo, no resulta un crecimiento sustentable y necesario para comenzar el sendero de generación de empleo y reducción de la pobreza.”, destacó el socio de EY Argentina.
Capacidad de adaptación
La encuesta mostró también la capacidad de resiliencia que tienen los empresarios argentinos ya que, consultados sobre las principales medidas que adoptaron para atravesar la transición, el 29% acudió al aporte de capital propio y el 24% relanzo sus productos y servicios para adecuarlos a la coyuntura.
“La pandemia aceleró dinámicas que ya estaban presentes (e-commerce, homeworking) y otras que resultan fundamentales como tecnología y logística. El mundo está cambiando, la pandemia nos aceleró los tiempos y el que más rápido se adapte al cambio será un claro ganador” agregó el socio de EY Argentina.
Los sectores con mayor potencial para impulsar el crecimiento son los agronegocios y la energía, pero también se destacaron este año los servicios y la tecnología, lo que da especial importancia a las industrias basadas en el conocimiento.
Consultados acerca de qué medidas requieren de parte del Estado para dar un impulso a sus negocios, los encuestados mencionaron principalmente un plan económico claro, una política cambiaria estable y una reforma tributaria que favorezca la inversión.
“La encuesta de este año nos indica que hemos sufrido muy fuertemente los efectos de la crisis, pero también que los encuestados ven áreas de oportunidad para nuestra inserción en la economía global, en la medida que como Sociedad podamos acordar políticas públicas que atraviesen los distintos gobiernos y así articular confianza y estabilidad para generar inversión y empleo” concluyó De Gregorio.