No son buenos tiempos, francamente, para encontrar la felicidad trabajando o, de hecho, para encontrar un trabajo con el que ganar un sueldo y poder vivir con cierta dignidad.
El problema viene cuando la desesperación apremia y no se puede elegir. Por eso, hay que tener en cuenta diez puntos determinantes para tratar de ser positivos.
Priorizá objetivos
Andá poco a poco y procurá adaptarte al entorno. No tengas el trabajo por castigo. Si la cosa está mal y buscás mejorar, amargándote en el trabajo sólo conseguirás empeorar la situación.
Si la meta es ganar dinero, basta con tenerlo presente, pero sin obsesionarse. Cumplí y no desesperes. Las prisas y los nervios pueden desembocar en un despido, arruinando así la meta.
Aprendé a separar la vida laboral de la personal
No te lleves los problemas de casa al trabajo o viceversa. Si hay malos encuentros en tu trabajo con algún compañero, pensá que hablando se entiende la gente.
Por mucho que tu trabajo te guste, no olvides que también tenés una vida aparte que no debés descuidar. Desconectar es fundamental para no acabar odiando una bonita profesión.
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Enfocate en el trabajo
¿Querés llegar alto? Entonces centrate en tu labor diaria con honestidad y profesionalidad (sobre todo). No repares en detalles profesionales.
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La competencia puede obligar a acelerar trabajos y despuntar rivalidades que no llevan a nada. No te compares, ya que sos un trabajador único. La personalidad es suficiente para hacer destacar tu labor.
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Soñá en grande
Seguridad en uno mismo y confianza son dos bases fundamentales. Aceptá retos, proponé ideas y liberá tu creatividad, estés donde estés y hagas lo que hagas.
Si querés, podés. Los sueños están para cumplirlos. No te des por vencido si ves la vida laboral cuesta arriba. Pensá en quién sos y en que podés con todo lo que venga.
*Nota publicada en Forbes España
