El mercado de contratación tecnológica atraviesa una transformación estructural impulsada por la inteligencia artificial y la necesidad de eficiencia económica. Según Nicolas Ferrero, CEO de Rooftop, existe una problemática histórica en cómo las empresas seleccionan personal, la cual se ha agudizado con las nuevas tecnologías. 

“Los procesos de contratación venían rotos y la AI les dio el golpe final”, sentencia quien junto a Carlos Frutos y Guido Gaviglio fundó esta empresa que nació en San Francisco, Córdoba, hace más de siete años.

Ferrero es Ingeniero en Sistemas y cuenta con varios años de trayectoria en el sector. Comenzó como freelancer junto a Frutos y en 2018 fundaron Rooftop. La compañía, que hoy tiene un equipo de 120 personas y desarrolladores distribuidos en toda Latinoamérica, mantiene una filosofía de gestión particular: “Somos una startup ‘exótica’ dentro del ecosistema emprendedor. Rooftop nunca fue invertida y siempre estuvo por sobre break even, ha sido superavitaria desde sus inicios”, destaca. Esta independencia financiera moldea la cultura de la organización. “La eficiencia es nuestro ADN”, define el ejecutivo. 

La detección de talento tecnológico y la verificación de su idoneidad para una compañía representa hoy un desafío complejo para las empresas en Estados Unidos y Latinoamérica. El problema central radica en que las organizaciones terminan asignando a sus propios equipos de ingeniería la tarea de validar embudos de candidatos extensos.

Las empresas pueden recibir entre 5.000 y 10.000 aplicaciones por búsqueda, lo que vuelve operativamente imposible entrevistar a todos los candidatos. A esto se suma que la inteligencia artificial permite a los postulantes generar respuestas técnicas correctas sin necesariamente tener el criterio para aplicarlas. Según Ferrero la IA produce buenos resultados, pero advierte que es el criterio del humano el responsable de filtrar y dar la instrucción correcta.

Esta dinámica genera un impacto directo en los costos y la productividad de las compañías. Cuando los filtros iniciales fallan, son los propios equipos de ingeniería quienes deben dedicar tiempo a validar perfiles. “En promedio, por cada persona, le lleva 6 horas”, explica el ejecutivo advirtiendo que el costo oculto en horas de los perfiles más caros de la compañía es alto.

Según comparte, el mercado ha reaccionado con una contracción en el volumen de demanda, pero un aumento en la exigencia. “Las empresas cada vez buscan menos, pero cada vez mejores”, señala Ferrero. En este contexto, el talento se redefine: dado que la IA resuelve gran parte de la codificación técnica, el valor diferencial del profesional se desplaza hacia las habilidades blandas y la capacidad de gestión. “El talento se posiciona cada vez más fuerte en cuestiones de soft skills, porque la inteligencia artificial cada vez resuelve más las técnicas”, sostiene.

Esta realidad aplica tanto para Estados Unidos como para Latinoamérica. Mientras que el mercado estadounidense se caracteriza por ser muy exigente y priorizar la calidad extrema sobre el costo, el talento latinoamericano es valorado por su creatividad, resolución de problemas y la ventaja del huso horario.

La propuesta de Rooftop: Tech Vetting con AI + criterio humano

En los últimos años la validación técnica profunda se convirtió en un nuevo estándar dado el aumento de empresas que no sabían cómo validar a sus candidatos. Tech Vetting permite examinar rigurosamente las habilidades técnicas, la experiencia y el ajuste cultural de candidatos para asegurar que cumplen con los requisitos específicos de un rol o proyecto.

Frente a este panorama, Rooftop desarrolló un enfoque propio de Tech Vetting que combina IA + criterio humano para reducir el riesgo de contratación. “Somos los únicos en Latinoamérica ofreciendo este servicio de tech vetting con validación por AI y con la capa de humanos, y los segundos en Estados Unidos”, informa el CEO.

El modelo utiliza tecnología propia para procesar y pre-evaluar grandes volúmenes de candidatos, permitiendo paralelizar el análisis que antes era imposible manualizar. Sin embargo, el diferencial radica en la segunda capa de validación: una red de 200 entrevistadores técnicos que evalúan a sus pares. 

“Un programador backend en Java está entrevistando a un programador backend en Java”, ilustra Ferrero. Esto permite detectar no solo el conocimiento técnico, sino también el criterio y el fit cultural, utilizando estándares internacionales para homogeneizar las evaluaciones.

El objetivo de la firma es entregar a las empresas datos objetivos para la toma de decisiones, reduciendo la subjetividad y el tiempo de contratación. El resultado final es un Deep Profile, informe que incluye fragmentos de video de la entrevista técnica, permitiendo al cliente ver al candidato en acción antes de conocerlo. 

La metodología de Rooftop aplica un framework de evaluación especializado en tecnología. Uno de sus diferenciales es la instancia llamada "soft to hard", que analiza la línea donde las habilidades blandas se cruzan con las técnicas, como la capacidad de resolución de problemas. Aunque utilizan infraestructura tecnológica para desafíos de código, la firma enfatiza el componente humano: "La IA es para dar velocidad, para potenciar las decisiones, pero cuando aparece el humano es porque realmente es el momento donde la tecnología llegó a su límite”, destaca Ferrero.

La vertical de Tech Vetting fue diseñada como un modelo escalable, claramente diferenciado de los servicios tradicionales de staffing. Al consolidar la evaluación en un único proceso, Rooftop reduce los tiempos de presentación a un máximo de cinco días y prioriza la precisión por sobre el volumen: pocos candidatos, con altas probabilidades de que el primero sea el indicado.

En un contexto donde el modelo clásico de staff augmentation ha perdido fuerza, Tech Vetting muestra un potencial claro de escalabilidad. Por eso, no resulta acertado compararlos directamente: mientras uno se enfoca en la contratación, el otro se centra en la evaluación. Confundir ambos modelos diluye su valor diferencial y oscurece el rol que cada uno cumple dentro del proceso de hiring. "Lo que queremos es que llegue un candidato y ese sea el que se contrate”, resume el CEO sobre la eficiencia que buscan aportar al proceso. Actualmente, Rooftop cuenta con más de 30 clientes activos que contratan volumen y una base de 20.000 perfiles prevalidados.

La tecnología cambia a un ritmo vertiginoso, obligando a las empresas y al talento a adaptarse rápidamente para no quedar fuera. La propuesta de Rooftop es resolver un problema difícil y compartido por empresas y talentos, utilizando la tecnología para objetivar procesos que históricamente han estado cargados de subjetividad.

Para lograrlo, su visión es mantener la dinámica ágil de una startup con equipos comprometidos con el propósito de simplificar las contrataciones. La apuesta estratégica de la empresa está en escalar el servicio de vetting, aprovechando la oportunidad de ser pioneros en la región.