Mar del Plata atraviesa una profunda reconversión en su identidad urbana y económica, trascendiendo su tradicional rol de destino de vacaciones de verano para consolidarse como una ciudad con una propuesta de vida, disfrute e inversión durante todo el año. Este cambio de paradigma impulsa una profesionalización de la oferta inmobiliaria, que ahora se orienta a desarrollos de alta complejidad y calidad internacional, buscando captar a un cliente más sofisticado que demanda experiencias y amenities distintivos.
Esta transformación fue el foco de análisis en el marco del Forbes Real Estate Summit, del cual participaron Ezequiel Lorenzo, cofundador y socio gerente de Espatolero & Lorenzo Desarrollos Inmobiliarios, y Juan Pablo Reverter, presidente de H. Ledesma Desarrollos Inmobiliarios. Los ejecutivos destacaron que la sinergia entre la actividad privada y el sector público fue clave en los últimos años para que la ciudad, que ya alcanza el millón de habitantes, siga expandiéndose geográficamente y en calidad de vida.
La expansión inmobiliaria se concentra en tres grandes sectores clave. Uno es el corredor costero que se extiende desde la Bahía Varese y Playa Chica, donde el desarrollo de edificios residenciales premium frente al mar define la propuesta. Un segundo sector de crecimiento relevante es la zona del Puerto, cerca de Avenida Juan B. Justo, combinando usos residenciales, comerciales y hoteleros.
Por último, un tercer gran polo de expansión para los expositores se extiende hacia el sur por el corredor Newbery y la zona de Acantilados y Chapadmalal, que se consolida como un destino de alto nivel, caracterizado por una propuesta rural marítima destinada a la desconexión y la vida en contacto con la naturaleza.
Reverter subrayó el proceso que convirtió a "La Feliz" en un polo de atracción permanente. "Mar del Plata se convirtió en una de las pocas ciudades del mundo que lo tiene todo para disfrutar todo el año. Y el sector inmobiliario está acompañando esa transformación de los últimos años con desarrollos de nivel internacional", afirmó.

El presidente de H. Ledesma mencionó que el sector privado se unió para "agregar el verbo vivir, disfrutar e invertir, porque Mar del Plata se transformó en una ciudad de todo el año", destacando que a las playas y la nocturnidad se sumaron una gastronomía de nivel y una matriz productiva que incluye más de cien empresas tecnológicas y un parque industrial con planes de expansión.
Por su parte, Ezequiel Lorenzo enfatizó que "en Mar del Plata los desarrollos inmobiliarios se profesionalizaron, ya no son los edificios de los años 70 sino propuestas más complejas, para un cliente más sofisticado que vive o va a la ciudad todo el año y espera más calidad". El cofundador de Espatolero & Lorenzo explicó que esta reconversión se ve reflejada en el pleno empleo de la obra privada, la cual tiene una muy poca incidencia pública y representa cerca del 15% del producto bruto de la ciudad.
El ejecutivo ilustró esta nueva tendencia con la diferenciación de sus proyectos. Describió el desarrollo de un barrio que "rompe el paradigma en torno a un haras de cría de caballos de salto de exportación, donde se desarrollan fechas sudamericanas de hípica, recibiendo gente de todo el mundo". El foco de los amenities se desplazó de lo tradicional a las experiencias: "Salimos de lo tradicional de una pileta, sino que la gente pueda vivir el contacto con la naturaleza, además de los amenities tradicionales", puntualizó.

Reverter complementó la visión al detallar el tipo de proyectos que impulsa su firma histórica en la ciudad. Actualmente, están desarrollando dos centros comerciales importantes en la zona portuaria, en un lugar que estaba abandonado, con 30.000 metros cuadrados, más de cien locales de retail, gastronomía y espacios para eventos de 5.000 personas. También aseguró que en propiedad horizontal el fuerte son los edificios premium frente al mar con un sello internacional, buscando que en esos complejos se concentre la vida, sumando hotelería, gastronomía y locales comerciales.
Ambos ejecutivos coincidieron en que Mar del Plata tiene un potencial de crecimiento inigualable, al punto que Reverter lanzó una pregunta al aire: "¿Qué ciudad del mundo tiene las cosas de Mar del Plata para disfrutarla todo el año en gastronomía, eventos, desarrollos inmobiliarios horizontal o en barrios, los centros comerciales, la industria?". No obstante, el desafío pendiente se relaciona con la conectividad internacional, un factor clave para que la ciudad termine de consolidar su sello.
Lorenzo señaló que, aunque las conexiones aéreas internas mejoraron, el aeropuerto de la ciudad no tiene vuelos internacionales, obligando al turista extranjero a pasar por Buenos Aires. A esto se suma un tema técnico en el puerto, por donde pasan 500 cruceros que siguen a Puerto Madryn y Ushuaia, que requiere "una draga fija para que haya mayor calado y una decisión política nacional, provincial y municipal". Sin resolver la accesibilidad, sentenció, "nos estamos perdiendo que Mar del Plata sea un destino internacional".