Cultura y espacios de trabajo: el desafío de identificar y desarmar sesgos
Los consultores en diversidad e inclusión aseguran que el talento está cada vez más pendiente de que las organizaciones sean coherentes entre lo que dicen y hacen. ¿La clave? Crear una cultura de largo plazo.

Lucila Lopardo Forbes Staff

¿Es posible cuantificar cuántos sesgos existen en el mundo laboral? Con esa pregunta, la periodista Laura Mafud abrió el panel del Forbes Diversidad Summit formado por Jorgelina Albano, CEO & Founder de Human inLAB; Luis Guastini, Director General y Presidente de ManpowerGroup Argentina y Director de Talent Solutions para Latinoamérica; y Liliana Parodi, Periodista, Directora de Medios, CEO en LP Consulting Group y Speaker Chica Silver.

"El talento está mirando que las organizaciones hagan lo que dicen", asegura Albano, quien sostiene que la diversidad se puede cuantificar y trabajar a partir de las estadísticas: "Nosotros generamos un test donde se mide el acceso de las mujeres sobre las posiciones C-Level y medimos habilidades de liderazgo y gestión, estos informes ahí se pueden ayudar a generar consciencia sobre sesgos y trascenderlos", sostiene.

Desde ManpowerGroup, Guastini reconoce que los sesgos existieron siempre y siguen vigentes en nuestra sociedad y por lo tanto, en las organizaciones: "En el siglo XIX había un antropologo criminalista que se llamaba Lombroso. Su teoría se basaba en que los rasgos físicos de una persona determinaban si eras criminal o no", rememora el especialista en talento y sostiene que eso sigue sucediendo.

Luis Guastini, Director General y Presidente de ManpowerGroup Argentina y Director de Talent Solutions para Latinoamérica.

En ese sentido, sostuvo que con respecto a los cambios en la agenda social, política y cultural, con fenómenos como el Woke, -que surgió en Estados Unidos por parte de la comunidad afrodescendiente para referirse a quienes luchaban contra el racismo y hoy es usado de manera despectiva ante las protestas de las minorías- , esto quedó en evidencia: "Lo que sucedió con la agenda de diversidad es un claro ejemplo de cuándo una compañía es consistente y cuándo se está sumando a una moda. Si mirás hay organizaciones que frente a este dilema de woke o antiwoke, dijeron que el tema de la diversidad estaba en su agenda de negocios y otras se corrieron directamente por miedo", detalló y agregó: "El talento está mirando la consistencia de las organizaciones".

Por su parte, Parodi trajo al panel su trayectoria en los medios de comunicación: "Trabajé toda mi vida en los medios, el lugar donde todos los sesgos suceden", confirmó, aunque reconoció que hay cosas que sí cambiaron, y puso como ejemplo lo que sucede en los magazines de los canales de aire, que actualmente están conducidos por mujeres de la generación silver. 

Liliana Parodi, Periodista, Directora de Medios, CEO en LP Consulting Group y Speaker Chica Silver.

"En los años 90 yo tenía a a Georgina Barbarrosa y a Carmen Barbieri como conductoras de América y me decían 'trae gente joven', hoy están en el prime time, los cambios hicieron que estén conduciendo", asegura aunque alerta que es una decisión de negocio y no siempre hay un trabajo de base detrás en las organizaciones. 

En este sentido, Guastini aclaró que más importante que el sesgo, es enteder por qué las organizaciones necesitan la diversidad: "Siete de cada diez empresas no tienen la capacidad para encontrar el talento que están buscando y en este contexto las organizaciones necesitan operar en entornos diversos para poder ser innovadores y creativos".

Cultura para la diversidad

Para Albano la clave para generar y sostener una organización diversa está en la construcción de cultura: "La que habilita la diversidad y la inclusión de otros perfiles que también se transformen en diversidad. La verdadera inclusión es cultural" y agrega: "Hoy un talento que es diverso entra a la organización y se queda en el onboarding, se va porque siente que no es el lugar que le prometieron".

Guastini explica que la cultura consiste en todas las reglas, creencias y valores que de alguna manera le permiten a la organización, sobrevivir. "La cultura en sí misma no es ni mala ni buena, es lo que le permite a la organización estar donde está, el problema es que se permean tanto que cuando entrás a una organización, rápidamente adquirís todas esas normas y las incorporas". 

Jorgelina Albano, CEO & Founder de Human inLAB

En este sentido, aunque para Parodi las nuevas generaciones vienen "Los jóvenes tienen otro chip y automáticamente te hacen ver tus segos", asegura y sostiene: "Hay estudios que demuestran que la diversidad intergeneracional va a generar beneficios económicos".

Sin embargo, aclara que, al menos en Argentina, el sesgo etario es el que está más potenciado haciendo de la vejez un tema peyorativo: "Estoy pensando si en algún momento no va aparecer el sesgo con la tecnología y su uso, me parece que está empezando a suceder", confirma.

En esta línea, Guastini asegura que los jóvenes están muchísimo más preparados para detectar ciertos sesgos, pero, por otro lado, son los mismos que hacen algún comentario desde el prejuicio. "Es un problema de nuestra sociedad que es muy difícil de trabajar", reconoce y por esto insiste en que la diversidad no es ni un tema de Responsabilidad Social, ni de Recursos Humanos, es un tema de negocios.