El sector inmobiliario en el país se encuentra en un punto de inflexión impulsado por la aceleración tecnológica y la llegada de nuevos modelos de construcción que apuran un cambio cultural que redefine el concepto de la propiedad, ya incorporado en muchos mercados. La tradicional idea de que "solo el ladrillo es lo que resiste" está cediendo terreno ante la creciente necesidad de eficiencia, acortamiento de plazos y sostenibilidad, lo que posiciona a la construcción industrializada, modular y en seco como el eje de la transformación para los próximos años.
Esta tendencia no solo mejora la productividad, sino que también flexibiliza la inversión y abre un nuevo negocio inmobiliario en la Argentina. El debate sobre este cambio de paradigma se dio en la nueva edición del Forbes Real Estate Summit, el último evento organizado por Forbes este 2025. Participaron de este encuentro Álvaro García Resta, arquitecto, urbanista y consultor; y Lucas Salvatore, director de IDERO, Real Steel y Grupo Salvatore.
Ambos especialistas coincidieron en que el reordenamiento macroeconómico del país, sumado a la necesidad de inmediatez del mercado, hace inevitable el giro hacia métodos constructivos más eficientes. Lucas Salvatore afirmó que "hay un gran cambio de paradigma que lleva su tiempo en el mundo donde empezó a tomar más protagonismo la construcción industrializada. Mano de obra y tiempo es dinero, y la respuesta a eso es inevitable también en la Argentina".
El director del Grupo Salvatore, remarcó que la construcción tradicional húmeda, sustentada en la mano de obra barata, lentamente pierde terreno frente a la inmediatez de la industrialización. "Pensar en esperar una casa dos años es ridículo, y eso patea más el tablero que todo lo demás", sentenció al pensar en el concepto de la inmediatez de las nuevas generaciones que, ademas, acunan un concepto distinto de la propiedad o no de la vivienda clásica.
García Resta analizó esa dimensión de la transformación. "El cambio cultural de 'solo el ladrillo es lo que resiste' está pasando en muchas industrias. Las generaciones que vienen lo ven como un activo más y eso va a llevar a tener mucha construcción modular, en seco y pre industrializada". El arquitecto también señaló que la idea de que las cosas duren para siempre no está tan instalada hoy y que la aceleración pospandemia, anclada a una necesidad tipológica, impulsó la búsqueda de acortar los plazos, lo que da algo de seguridad en un contexto volátil.
El consultor agregó que la buena arquitectura también es posible en la construcción preindustrializada, rompiendo con el estereotipo del container. "La preconstrucción tiene la precisión de montar las cosas en milímetros, diferente a variables de la construcción tradicional. En muchos aspectos está avanzando muy rápido y la pandemia aceleró ese proceso, y lo cualitativo ya no solo no es un problema sino que la estética se está amoldando a la época", indicó.
Salvatore destacó que el mito más implantado en el mercado no proviene del usuario final, sino de las inmobiliarias, y que las nuevas generaciones no cuestionan la construcción seca. "Lo que necesita el usuario es que sea funcional, una buena vida útil, poco mantenimiento, es lo que se necesita más que esa parte cultural implantada de nuestros abuelos", afirmó, y agregó que si la relación precio-calidad es mejor y se entrega una vivienda en noventa días, el mercado la convalida.
La construcción modular, como la expresión más industrializada del sector, ofrece una solución habitacional que crecerá de manera exponencial. El director de IDERO comparó el proceso con la otras industrias: "La construcción modular es la posibilidad de construir casas como una terminal automotriz, donde la automatización y la robotización en una línea de montaje permiten una eficiencia, productividad y calidad infinitamente mayor que en una obra a cielo abierto".
Esta tendencia se potencia con la tecnología blockchain y la tokenización. Salvatore presentó la iniciativa Casa Propia, un sistema de ahorro flexible para que los jóvenes puedan soñar con su vivienda. "Una ventaja con la tokenización es la posibilidad de tener documentos perfectos prácticamente sin costos, con un contrato con certificado de escribano 100% tasable a costo cero", explicó. Este sistema permite al usuario ir pagando la vivienda y obtener leasing por el saldo restante, lo que habilita la compra de la casa sin necesidad de tener el terreno.
García Resta concluyó que este proceso impulsa a la industria a ofrecer más valor ligado a la experiencia. "Está pasando en un montón de industrias, de entender los objetos de pertenencia y hoy entenderlos como un servicio, ligado a la experiencia mucho más que la idea de lo propio", sostuvo. Ambos oradores proyectaron que 2026 será un año de quiebre importante.
En ese sentido, aseguraron que el crecimiento de la construcción modular se apoya en una relación precio-calidad superior que, en la Argentina, "se traduce en un mejor precio final al consumidor y eso hace que cada vez haya más volumen, que la planta sea más eficiente y baje el costo", coincidieron. Pero, además, aseguraron que este sistema "cuando el tiempo es dinero esto es irrefutable en el mundo, y eso en la Argentina también cambió", lo que obliga al mercado a integrar la industria con la arquitectura.