Cada 19 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Mujer Emprendedora, una fecha establecida en 2013 por Wendy Diamond a través de la Women's Entrepreneurship Day Organization (WEDO) para visibilizar y apoyar el rol de las mujeres en el desarrollo económico global. Más de una década después, los números confirman una tendencia al alza, aunque también evidencian obstáculos que demandan políticas públicas específicas.
Según el Informe sobre Emprendimiento Femenino 2023/24 del Global Entrepreneurship Monitor (GEM), que este año celebra su 25° aniversario, la tasa de creación de empresas por parte de mujeres pasó de un promedio del 6,1% entre 2001 y 2005 al 10,4% en el período 2021-2023 en los 30 países participantes. Esto representa un incremento del 76% en dos décadas.
El reporte también señala que las tasas de propiedad de negocios establecidos —aquellos con más de tres años y medio de actividad— aumentaron del 4,2% al 5,9% en el mismo período.
Las percepciones emprendedoras entre las mujeres mejoraron significativamente: el GEM registra un aumento del 79% en las oportunidades de negocio percibidas y un 27% en las habilidades para emprender. Sin embargo, el temor al fracaso también creció en más de la mitad entre las mujeres, un dato que plantea interrogantes para investigadores y responsables de políticas públicas.
El informe revela que una de cada tres startups de alto crecimiento y casi dos de cada cinco empresas emergentes orientadas a la exportación están dirigidas por mujeres. Países como China, Colombia, Irán, Lituania y Países Bajos mostraron tasas particularmente altas de mujeres que llevan nuevas innovaciones al mercado.
América Latina y el Caribe presenta la tasa más alta de actividad emprendedora femenina en fase inicial a nivel global: 24,7% en 2023, frente al promedio mundial de 10,9%, según el GEM. Ecuador, Chile, Guatemala, Panamá y Colombia están entre los 10 países con las tasas más altas, todas superiores al 20%.
Sin embargo, el reporte advierte que en la región la motivación por escasez de empleo fue citada por el 83% de las mujeres emprendedoras en etapa temprana, una tasa superior al promedio global. Además, la brecha de género es significativa en la fase de negocios establecidos: los hombres tienen el doble de probabilidades que las mujeres de reportar ser propietarios de una empresa consolidada en países de bajos ingresos, categoría que incluye varios de la región.
Adaptabilidad y construcción de marca en contextos desafiantes
Aunque Argentina no tiene datos directos de actividad emprendedora en el informe GEM 2023/24, el contexto regional permite inferir tendencias. En el país, emprendedoras de distintos sectores demuestran cómo la adaptabilidad, la formación técnica y la construcción de redes pueden convertirse en factores clave de crecimiento.
Desde Entrepreneurs' Organization (EO) Argentina, el capítulo local de la entidad sin fines de lucro que agrupa a más de 20.000 emprendedores a nivel mundial con presencia en más de 90 países, también destacan el rol de las mujeres en el ecosistema emprendedor. Paula Ambrogi, CEO de Prime y miembro de EO Argentina, fundó su primer emprendimiento a los 19 años y cofundó Retargetly, empresa publicitaria comprada en 2022 por Publicis. Hoy lleva más de 12 emprendimientos fundados e invertidos. "En mis comienzos, al ser muy joven y mujer, en un ambiente tecnológico no me tomaban en serio", relata. Su mayor desafío fue enfrentar malos tratos y agresiones psicológicas dentro de su propio emprendimiento: "Al hablar con otras mujeres emprendedoras, descubrí que es algo que sucede bastante. Por eso, mi mayor aprendizaje y consejo es priorizar trabajar con gente con la que compartas valores".

Miriam Mazzola, presidente de MM Group y directora del Consejo Regional de EO para Latinoamérica y el Caribe, fue la primera mujer presidente de EO Argentina en 2022/2023. "Hace diez años, junto a Helga Yasci, fuimos las dos primeras mujeres en ingresar al capítulo. EO fue un pilar fundamental en ese camino", cuenta Mazzola, quien identifica como mayor reto "tener personas a cargo y sostener equipos en contextos inciertos". Para ella, la maternidad implicó equilibrar múltiples vidas: "Este doble rol me hizo más sensible y creativa. Las mujeres somos naturalmente multifacéticas, con una enorme capacidad para la adaptación".

Patricia Iraola, directora de Grupo Corven y líder de Finanzas en EO Argentina, coincide en que la diversidad aporta valor: "Al ser mujer, en una industria muy masculina como la nuestra, mis opiniones solían pasar por un sesgo. Creo que hoy la brecha de género se achicó. Ni todos hombres, ni todas mujeres: foros de trabajo conjunto que aportan valor y contribuyen a nuestro potencial emprendedor".

Rosario Gianola, cofundadora y gerente de Operaciones de Matter Supplements, lanzó la marca en noviembre de 2024 con una inversión inicial de US$ 100.000. Hoy factura un promedio de $ 80 millones mensuales, con 60% de clientes recurrentes y más de 20.000 seguidores en Instagram. La marca alcanzó 4 millones de visualizaciones en los últimos tres meses y proyecta llegar a $ 200 millones mensuales en 2026.

"Lo más difícil fue gestionar el factor precio. Al tener una calidad tan alta, dependemos mucho de variables externas como el dólar y el contexto político. Aprender a proteger esa calidad de los vaivenes económicos es una gestión diaria de cintura y estrategia", explica Gianola. Para la emprendedora, el mayor obstáculo es la falta de información sobre suplementos: "En Matter estamos enfocados en la educación. Creemos que un cliente informado es un cliente leal".
Aixa Damboriana, fundadora y directora de Producción y Diseño de Blat, representa un caso de evolución y reinvención constante en un sector históricamente masculino en sus estructuras de poder. Diseñadora egresada de la UBA, Damboriana transitó prácticamente todas las facetas de la industria textil: desde diseñar ropa de hombre en su primer trabajo —un área en la que reconoce no tenía experiencia inicial—, hasta trabajar durante años en una marca masiva para adolescentes donde comenzó a viajar y buscar tendencias.
"Nunca sentí la discriminación como un obstáculo, pero porque yo nunca me lo planteé como un obstáculo. Mi personalidad hizo que no me costara relacionarme con hombres. La diseñadora tiene un lugar bastante importante y respetado en el rubro", reflexiona Damboriana, quien también exploró la alta costura con una marca de vestidos de novia y fiesta junto a una amiga, aunque eventualmente regresó a la producción masiva.

Su camino emprendedor tuvo momentos críticos: "Me asocié con mi ex jefe y entre los dos pusimos una marca de remeras estampadas y nos fue pésimo. Nos costó un montón de años levantarlo y volver a levantar cabeza". Sin embargo, esa experiencia no la detuvo. Hoy, además de dirigir una fábrica de producto terminado, lidera Blat, una empresa de sportswear que surgió de su propia necesidad como deportista y de identificar una tendencia global poco explorada en Argentina. En Blat es la única mujer entre cinco socios, aunque todo el equipo operativo está conformado por mujeres.
Para Damboriana, las habilidades técnicas son fundamentales: "Tenés que entender toda la parte de construcción técnica de las prendas, las máquinas que se usan, cómo comunicarle eso al taller o al proveedor. Pero sobre todo siendo mujer, la personalidad también juega un papel fundamental: tu palabra tiene que hacerse valer, tus proveedores te tienen que respetar, tenés que ser muy empática".
La diversidad generacional también marca diferencias en el abordaje emprendedor. Jey Pamo Rabaje, de 27 años, CEO y socia de Ukelele y responsable del programa Global Student Entrepreneur Award, llegó a ser socia a los 25 años: "Ese hito fue un cambio de identidad. Entendí que emprender no siempre se trata de fundar algo desde cero, sino de elegir comprometerse profundamente con un proyecto". Para Pamo Rabaje, el mayor desafío fue "dejar de intentar encajar en el molde de la 'líder dura, siempre segura' y animarme a liderar desde lo que soy". Y agrega: "Las mujeres cargamos con sesgos sutiles que todavía existen: expectativas sobre cómo 'deberíamos' liderar, juicios sobre la edad, sobre la ambición, sobre nuestro estilo".

Alejandra Boland, consultora de negocios internacionales y diseñadora con 15 años de trayectoria en moda, propone una mirada estructurada sobre el crecimiento. "La coherencia es otro pilar esencial. Una marca crece cuando todo lo que la compone está alineado: identidad, producto, pricing, narrativa, experiencia de compra y comportamiento profesional", sostiene Boland, quien hoy acompaña a marcas latinoamericanas y españolas en su expansión internacional.
Para esta consultora y emprendedora, la estructura es indispensable: "El talento creativo es un activo inmenso, pero necesita orden. Las oportunidades internacionales no aparecen de manera espontánea. Se construyen con análisis, procesos claros, visión comercial y una red de relaciones bien cultivada".

Brechas estructurales que persisten
A pesar de los avances, organismos internacionales señalan obstáculos persistentes. Según ONU Mujeres, cerrar la brecha de género podría suponer un impulso de US$ 7 billones para la economía mundial. Las mujeres tienen menos probabilidades que los hombres de acceder a instituciones financieras: la brecha de género en la titularidad de cuentas bancarias se sitúa en 6% en países en desarrollo y 4% a nivel global.
La brecha digital también es significativa: 37% de mujeres en todo el mundo no usa Internet, lo que representa 259 millones menos de mujeres que hombres con acceso. Además, más de 2.700 millones de mujeres están sujetas a restricciones legales que les impiden gozar de la misma libertad de elección de trabajo que los hombres, según datos de 2023.
Recomendaciones para un ecosistema inclusivo
El GEM propone cuatro ejes de acción: destacar a mujeres emprendedoras exitosas para contrarrestar estereotipos; apoyar la investigación y recopilación de datos exhaustivos; facilitar educación y capacitación inclusivas, especialmente en campos de ciencia y tecnología; y ampliar el acceso al capital mediante leyes antidiscriminatorias y programas de inversión específicos.
Los casos argentinos comparten aprendizajes para otras mujeres emprendedoras. Gianola recomienda tener las prioridades claras, asesorarse con profesionales con experiencia y escuchar activamente a clientes, proveedores y el entorno. Boland enfatiza la necesidad de claridad sobre el valor que cada una aporta, coherencia en todas las dimensiones del negocio y bienestar como herramienta de trabajo. Damboriana, por su parte, destaca la importancia de la vocación profunda por el diseño y el arte, más allá del gusto por la ropa, y del equilibrio entre el deseo creativo y la parte comercial: "El desafío siempre es encontrar un término medio entre tu gusto y la parte comercial. Además, tenés que entender a quién le vas a vender tus productos para entender a qué precio".
Desde EO Argentina, Gabriela Goldszer, directora de Ocampo Propiedades y miembro del directorio de la entidad, sintetiza: "Confíen en su voz interna: siempre sabe más de lo que creemos. No esperen a sentirse completamente listas. Nadie lo está. Busquen una comunidad. Emprender sola es más difícil. Permitan equivocarse. De los errores salen las mejores decisiones". Y agrega: "Las mujeres no venimos a ocupar 'un lugar', sino a ampliar la mesa".

Doce años después de su creación, el Día de la Mujer Emprendedora encuentra un ecosistema en transformación: con números en ascenso, historias de resiliencia y adaptación que atraviesan desde la nutrición deportiva hasta la moda, pero también con desafíos estructurales que requieren políticas públicas específicas para consolidar un crecimiento genuinamente inclusivo.