Para contener al dólar que se estaba alejando bastante del piso de la banda cambiaria, el Gobierno implementó una serie de medidas que elevó fuertemente las tasas de interés del mercado. La consecuencia de esta política sería la repercusión negativa en la actividad económica.
El Tesoro lanzó una licitación adicional de Lecaps la semana pasada que se concretó con una tasa de interés superior al 41% nominal anual en los tramos más cortos. A su vez, los títulos más largos se negocian con un rendimiento aproximado del 28%. En tanto, la caución bursátil se disparó momentáneamente hasta superar el 50%, aunque luego retrocedió hasta posicionarse en el rango del 30%, cuando había llegado al 15/20% al cierre de la semana.
"La (caótica) cancelación de las Lefis del 10 de julio provocó inicialmente una fuerte expansión de la base monetaria (de $33 billones a $43 billones) que hundió las tasas de corto plazo (los primeros días de la semana, la caución a un día operó en zonas de 15/17% de TNA). El Gobierno buscó absorber esta excesiva liquidez rápidamente, en línea con los objetivos de política monetaria, primero mediante la intervención del BCRA vendiendo una Lecap y la vuelta de los pases pasivos (que habría sido solo temporal) y luego a través de una licitación del Tesoro fuera de calendario que absorbió el excedente de $4,7 billones. Las consecuencias de esta salida desordenada se reflejaron en las TIR de las curvas en pesos, que subieron fuertemente", explicaron desde Proficio Investment.
En este marco, teniendo en cuenta que se estima una inflación para todo el 2025 de alrededor del 25%, la economía argentina estaría operando con una tasa real superior al 10% en muchos casos. "La curva de pesos muestra tasas reales totalmente atractivas en todos los tramos, que van desde el 5% de TEM en lo más cortito hasta TEM superiores al 3% en el tramo medio/largo", indicaron desde Grupo IEB.
En consecuencia, los tipos de cambio podrían sufrir una menor presión compradora, pero la microeconomía podría verse golpeada. "La suba de tasas, pensada para sostener la demanda de pesos y dar estabilidad al mercado, tiene impactos claros en la economía real. Por un lado, encarece el crédito para empresas y familias, frenando consumo e inversión, por lo tanto frenando la actividad y la vigorosidad de la recuperación económica", relataron los expertos del Centro de Estudios Políticos y Económicos (CEPEC).
"Si bien ayuda a contener la presión sobre el dólar y, por lo tanto, moderar la inflación, contribuyendo al orden macro, si las tasas se mantienen altas por mucho tiempo, el costo financiero termina siendo un freno para la actividad", añadieron.
Por su parte, Juan Manuel Franco, economista jefe en Grupo SBS, destacó que la tasa real en pesos se encuentra en un nivel elevado desde hace unos meses por la remonetización. De hecho, "le queda aún un trecho importante para volver a los niveles de hace algunos años atrás" medida como agregados/producto bruto interno (PBI).
"Esto genera, estructuralmente, una mayor presión sobre tasas. Por este motivo, los últimos datos a mayo del Banco Central muestran una continuidad en la suba de la mora del crédito privado que, de momento, viene siendo bastante mayor para familias que para empresas", indicó el ejecutivo.
Aunque aclaró que por ahora hay un ratio "manejable", sostuvo que se debe a los niveles de tasa real, lo que genera cierto impacto en el consumo y la actividad. "Creemos que, tras las elecciones, el Gobierno podría buscar una aceleración en la remonetización de la economía y menores tasas reales en pesos para poder comenzar a mover el consumo", señaló Franco.

A la espera de las consecuencias
Desafortunadamente, el impacto de las altas tasas se verá recién a finales del segundo trimestre, ya que recién se están dando a conocer los datos de la actividad económica de mayo, que están siendo muy positivos a nivel general, pero bastante desiguales.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), el estimador mensual de actividad económica (EMAE) avanzó un 5% interanual en el quinto mes del año y un 0,4% respecto a abril en cuanto a su variación tendencia-ciclo. No obstante, el cambio desestacionalizado mensual fue del -0,1%.
El organismo informó que trece de los sectores de actividad que conforman el EMAE registraron subas interanuales en mayo, destacándose Intermediación financiera (25,8%) y Pesca (12,2%). En tanto, la de mayor incidencia positiva fue Comercio mayorista, minorista y reparaciones (10%). En cambio, los que registraron caídas fueron Electricidad, gas y agua (-9%) y Administración pública y defensa; planes de seguridad social de afiliación obligatoria (-0,9%).
En cuanto a los datos más recientes, las proyecciones privadas siguen mostrando señales mixtas. De acuerdo a la consultora Econviews, "junio fue un mes positivo para la construcción y la intermediación financiera" pero existieron "retrocesos en los patentamientos de autos y motos, y una caída del 6,9% mensual para la producción de autos".
Asimismo, desde la consultora Qualy coincidieron en que "la recuperación no es uniforme" y que "rubros como textiles y calzado aún enfrentan la resistencia de la demanda interna".