A partir de este lunes, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) dispuso que aumentarán los encajes del sistema financiero hasta un nivel no visto en más de 30 años, lo que subiría la tasa de interés y, como consecuencia, impactaría de lleno en el crédito y la actividad económica. ¿El motivo? Contener el dólar y, por ende, la inflación.
En el arranque de la semana, el Tesoro deberá liberar $5,8 billones desde sus depósitos en el BCRA, lo que en la práctica implica emisión monetaria. Pero el organismo ya notificó a las entidades financieras que deberán incrementar en 5 puntos los encajes bancarios.
De esta manera, los fondos del mercado monetario quedarán con encajes del 45% y aquellos de los depósitos a la vista rondarán el 50%, el nivel más alto desde 1993.
Los bancos podrán integrar ese aumento de encajes con títulos públicos y, para canalizar los fondos, el Tesoro lanzará una licitación exclusiva para entidades financieras, ofreciéndoles bonos ajustados por TAMAR.
El objetivo es que las entidades restituyan los $5,8 billones a través de instrumentos remunerados, en lugar de mantener el dinero inmovilizado.
"La suba de encajes mantendrá acotada la liquidez del mercado. Esto hará que las tasas de interés se mantengan en niveles elevados, y posiblemente mantenga el tipo de cambio controlado. Como la aplicación del requerimiento es remunerado, esto no derivaría en un aumento del spread bancario entre tasas pasivas y activas. Sin embargo, la prolongación de las tasas altas tendrá un impacto en la oferta de crédito al sector privado", detallaron desde el equipo de Investigación de Puente.
Vale recordar que el ministro de Economía Luis Caputo ratificó que el Banco Central no emitirá pesos antes de las elecciones ni comprará dólares, buscando reforzar la señal de disciplina monetaria. Además, aclaró que la política no se guía por la base monetaria, aunque esta afirmación generó confusión, ya que hasta ahora se entendía que los agregados monetarios eran el ancla nominal del plan.
El funcionario mencionó que la remonetización solo se permitirá si la baja renovación refleja mayor demanda de dinero, evaluada por el mercado cambiario. De lo contrario, se seguirá absorbiendo liquidez vía encajes.
"De cara a las elecciones, el equipo económico busca garantizar un escenario de inflación contenida y dólar estable, priorizando el resultado electoral. La suba de encajes apunta a absorber pesos, reduciendo presión cambiaria y enfriando la economía para evitar nuevos brotes inflacionarios", señaló Pedro Moreyra, director de Guardian Capital.
"Sin embargo, esta estrategia también implica costos: menor actividad económica y encarecimiento del crédito. Aunque puede ser efectiva para sostener la estabilidad en el corto plazo, puede generar consecuencias en el mediano-largo que el equipo económico deberá resolver poselecciones. Es claro que hoy las elecciones son prioridad en el corto plazo", advirtió.
En esta línea, la consultora Invecq del economista Esteban Domecq coincidió en que este esquema podría consolidar niveles elevados de tasas de interés en los próximos meses, en un contexto donde aún restan vencimientos por cerca de $9 billones en agosto.
"Si bien la estrategia busca contener presiones cambiarias y anclar la inflación, también incrementa el riesgo de una mayor desaceleración de la actividad económica y de que el Gobierno llegue a las elecciones en un escenario de elevada tensión financiera", concluyó.