En las últimas semanas, el Gobierno argentino brindó señales de que quiere recomponer su colchón de divisas, ante un escenario de elevada volatilidad cambiaria, elecciones legislativas y compromisos pendientes con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Sin embargo, los datos disponibles muestran que la acumulación de dólares, y en particular las compras realizadas por el Ministerio de Economía, aún se encuentra lejos de despegar de forma significativa.
Una primera referencia clave la aportan los informes sobre la activación del mecanismo de swap entre Argentina y los Estados Unidos: el depósito norteamericano por hasta US$ 20.000 millones fue activado parcialmente, pero su uso se destinó más a recomponer pasivos que a engrosar reservas netas.
En concreto, se estima que se utilizaron aproximadamente US$ 3.000 millones del acuerdo para devolver divisas al mercado previo a las elecciones y afrontar un vencimiento con el FMI.
De ese tramo, unos US$ 796 millones se destinaron a la compra de Derechos Especiales de Giro (DEGs) que el mismo Ministerio adquirió para cancelar una obligación con el FMI, y otros US$ 1.900 millones representaron pesos que Estados Unidos había comprado para intervenir antes de las elecciones.
Por otro lado, los depósitos en dólares del Ministerio de Economía se dispararon a US$ 910 millones en un solo día, previo al pago de US$ 800 millones al FMI, lo que permite inferir una compra por parte del Tesoro del orden de US$ 760-US$ 880 millones en esa jornada.
En otra fecha se estimó que el Tesoro compró cerca de US$ 85 millones adicionales al BCRA, lo que revela que los montos operados pueden variar ampliamente entre días, dependiendo de la oferta de divisas disponible.
Para el viernes 26 de septiembre de 2025, el propio ministro Luis Caputo habría informado que el Tesoro compró US$ 1.345 millones de los dólares liquidados por el agro (unos US$ 1.745 millones), lo que permitía elevar las reservas del BCRA a más de US$ 41.000 millones.
Este monto constituye una de las operaciones más importantes reconocidas públicamente de compra de divisas por el Tesoro en lo que va del período activo.
En paralelo, los comentarios del mercado dan cuenta de que la compra de reservas por parte del BCRA es prácticamente nula, y el Gobierno no estaría dependiendo de la acumulación automática de reservas como eje principal de su estrategia cambiaria.
Desafortunadamente, el volumen acumulado no está acercándose al ritmo que requeriría para cumplir con las metas establecidas en el acuerdo con el FMI. En efecto, el Fondo volvió a advertir que la Argentina debe acelerar sus esfuerzos de acumulación de reservas para "gestionar mejor la volatilidad y fortalecer aún más la confianza del mercado".
Consultoras privadas estiman una brecha de reservas adicionales, del orden de US$ 9.000 millones o más, para cumplir con la meta neta pactada.
Por lo tanto, el balance reciente apunta a una lectura matizada: el Tesoro está efectivamente operando compras de dólares (en días puntuales, con montos que van desde decenas hasta más de US$ 1.000 millones), pero aún no se trata de una estrategia sostenida ni de gran escala, sino de operaciones de apoyo en momentos específicos.