El vino como excusa para descubrir lugares únicos: caminatas, trenes y recorridos gastronómicos
De Francia a California, pasando por Italia y retomando hacia Argentina, estas propuestas invitan a explorar regiones vitivinícolas a través de recorridos que conjugan gastronomía, naturaleza y buen gusto.

Para quienes disfrutan del vino, las experiencias vinculadas a su mundo pueden vivirse en viñedos bañados por el sol, a bordo de trenes antiguos o en mesas donde chefs con estrellas Michelin eligen el maridaje perfecto para cada plato. Desde recorridos gastronómicos por los viñedos del sur de Francia hasta un restaurante sobre rieles en el Valle de Napa, estas propuestas convierten la cata en una experiencia que cuenta una historia. Acá van algunas ideas para tener en cuenta.

Gran Hotel Imperiale: Sabores de Bolgheri

 

La provincia de Livorno despierta los cinco sentidos en esta excursión de un día organizada por el Grand Hotel Imperiale, un hotel cinco estrellas que diseña experiencias toscanas a medida para sus huéspedes. A solo tres minutos de su club de playa privado, Remo Beach Club, es posible combinar el vino con el descanso junto al Mediterráneo.

Durante seis horas, un chofer privado recorre la histórica región vinícola con paradas en una almazara para probar aceite de oliva virgen extra, una fábrica donde se elabora vinagre balsámico añejado y una destilería boutique que ofrece ginebra y bitters locales. El cierre del paseo es en una bodega de Bolgheri, donde el picnic se arma con vista a los viñedos. Quienes disfrutan del vino saben que este es el mismo suelo donde nacen algunos de los Supertoscanos más reconocidos de la región.

Tren del vino: Experiencia Vista Dome

 

Desde 1989, el Tren del Vino del Valle de Napa transporta visitantes a lo largo de 58 kilómetros que atraviesan algunas de las zonas vitivinícolas más reconocidas de Estados Unidos. Lo hace a bordo de vagones Pullman de 1915, restaurados con precisión. La experiencia Vista Dome se vive en uno de los únicos 10 vagones de observación con cúpula de cristal que se construyeron. Desde allí se pueden ver, en 360 grados, los viñedos ondulados, bodegas con historia y campos primaverales teñidos de flores de mostaza.

El chef ejecutivo Rodrigo Cuadra prepara menús de tres pasos en cocinas de última generación instaladas a bordo, con platos que se sirven mientras el tren atraviesa fincas icónicas como Inglenook y Beringer. El Gourmet Express está decorado con paneles de caoba hondureña y mamparas de cristal grabado que remiten al lujo de los años veinte. Por su parte, la Legacy Experience extiende el recorrido a seis horas, con paradas en las bodegas Charles Krug —la más antigua de Napa, fundada en 1861— y V. Sattui.

Para quienes disfrutan del vino, hay que probar el vuelo de sommelier, que incluye etiquetas como Far Niente, Opus One y la Reserva Privada Georges de Latour de Beaulieu Vineyard. En 2023, el tren incorporó su primer motor con emisiones casi nulas, un guiño al equilibrio entre la tradición y la sostenibilidad.

Hotel y spa Royal Champagne

 

Ubicado en lo alto de una colina con vista a los viñedos de champán, reconocidos como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, el Royal Champagne convierte la estadía en una experiencia inmersiva en el paisaje y la cultura de la región. Entre las actividades vinculadas al champán que ofrece el hotel hay visitas privadas a bodegas en casas históricas, talleres donde los huéspedes arman su propia cuvée y paseos en helicóptero sobre los campos calcáreos que le dan al champán su mineralidad característica.

El restaurante Le Royal, distinguido con dos estrellas Michelin, sirve cocina francesa moderna con maridajes de champán local. El spa, por su parte, ofrece tratamientos de vinoterapia elaborados con extractos de semilla de uva. En cada habitación, los ventanales de piso a techo enmarcan el amanecer sobre las vides, una escena perfecta para fotografiar.

LOISIUM Langenlois Wine And Spa Hotel

 

La región austriaca de Kamptal es conocida por producir algunos de los Grüner Veltliner más característicos del mundo, y el LOISIUM ubica a sus huéspedes en el corazón de esta zona vitivinícola de clima frío. Su experiencia principal transcurre en bodegas subterráneas con 900 años de historia, donde las catas a la luz de las velas permiten entender cómo la tradición monástica dio origen a la vinificación austriaca. En la superficie, la arquitectura contemporánea de Steven Holl contrasta con el estilo barroco de los pueblos cercanos.

Los programas de varios días combinan recorridos por bodegas familiares, visitas a la fábrica de cristalería Riedel y paseos en bicicleta entre viñedos en terrazas. El spa ofrece el tratamiento Vinolift, que aprovecha los antioxidantes de las semillas de uva. En el restaurante, los menús de degustación expresan la filosofía austriaca de intervenir lo menos posible para dejar que el terroir se exprese por sí solo.

Valle de Guadalupe: El Cielo Resort

 

La principal región vinícola de México se despliega en el alto desierto del Valle de Guadalupe, donde la niebla del Pacífico se mezcla con las laderas áridas y da lugar a un microclima con características mediterráneas. El Cielo Resort conecta a sus huéspedes con esta zona fronteriza del vino a través de terrazas privadas con vista a los valles pedregosos y bodegas boutique que producen Nebbiolo, Tempranillo y Garnacha, variedades que no tienen nada que envidiarle a las del Viejo Mundo.

Las propuestas personalizadas incluyen paseos a caballo por viñedos orgánicos y catas al atardecer en bodegas familiares como Monte Xanic y Adobe Guadalupe. El resort organiza cenas a cargo del colectivo de chefs más reconocido de Baja California, responsables de convertir esta región en uno de los polos gastronómicos más atractivos de Latinoamérica. Durante los fines de semana, las visitas pueden coincidir con las Fiestas de la Vendimia, donde las bodegas locales presentan sus nuevos vinos acompañados de música en vivo.

Post Ranch Inn: Serie culinaria de invierno

 

A 365 metros sobre el nivel del Pacífico, en la costa imponente de Big Sur, California, este resort —distinguido con tres llaves Michelin— presenta fines de semana culinarios íntimos que combinan vinos de primer nivel con los menús estacionales de Sierra Mar. El evento, que se llevará a cabo el 8 y 9 de febrero, contará con la participación de Raj Parr, viticultor de Cambria, cuya filosofía de agricultura regenerativa acompaña la mirada ambiental de Post Ranch Inn.

La experiencia de dos noches incluye una clase magistral de vinos en Post House, con etiquetas de Parr Collective, Chardonnay y Pinot Noir producidos en algunas de las zonas costeras más impactantes de California. Después, una cena junto a la chimenea con platos de temporada maridados con la propuesta gastronómica de Sierra Mar. Otros encuentros de esta serie de invierno incluyen champán Laurent-Perrier y whisky The Macallan. Entre una actividad y otra, los huéspedes pueden recorrer los cañones de secuoyas de Big Sur o relajarse en jacuzzis instalados sobre los acantilados, con el sonido del mar como único fondo.

Vías navegables europeas: Crucero por Venecia

Viñedos en la isla de Mazzorbo, parte del itinerario de La Bella Vita de la Vía Navegable Europea.

La pequeña barcaza de lujo La Bella Vita navega por la Laguna de Venecia y la red de canales del Véneto, revelando una región donde los viñedos conviven con villas históricas. Los cruceros de una semana organizados por European Waterways hacen escala en bodegas familiares de distintas zonas, además de incluir algunas de las experiencias isleñas más buscadas del lugar.

A bordo, un chef privado prepara platos con recetas regionales acompañados por vinos locales. En tierra, las actividades pueden ir desde la búsqueda de trufas en otoño hasta visitas a villas decoradas con frescos de Tiepolo o paseos en góndola por los canales venecianos. Todo ocurre sin apuro: capuchinos por la mañana en la cubierta, bicicleta por los viñedos a la tarde y aperitivos al anochecer, cuando la barcaza queda amarrada junto a pueblos medievales.

Eventos en la región vinícola del Valle de Temecula

 

La región vinícola del sur de California organiza experiencias durante todo el año que son ideales para regalar. La Cata Anual de Barricas del Valle de Temecula permite probar vinos que todavía no salieron al mercado, directo de barricas de roble francés. En la Celebración de la Cosecha, más de 40 bodegas reciben visitantes con pisado de uvas, música en vivo y food trucks.

En invierno, las fincas se llenan de luces navideñas y propuestas que combinan catas estacionales con un ambiente festivo. Muchas bodegas también ofrecen paseos en globo aerostático al amanecer, seguidos por un brunch con champán y recorridos por los viñedos. El clima mediterráneo de la zona permite producir variedades menos comunes como viognier, garnacha y sangiovese. Y el estilo relajado del sur de California convierte a esta región en una puerta de entrada ideal al enoturismo, a solo 96 kilómetros de San Diego.

Costières De Nîmes: Les Vignes Toquées (para agendar)

 

Desde hace 16 años, Les Vignes Toquées es uno de los eventos más destacados del enoturismo francés (y, este año, uno de los momentos más memorables de mi verano). Este festival de dos días, que se realizará el 6 y 7 de junio de 2026, convoca a 3.400 personas a recorrer unos ocho kilómetros entre viñedos pedregosos, donde los romanos plantaron vides por primera vez hace 2.500 años.

Pero más que una caminata, puede convertirse en una de las salidas más entretenidas para compartir con tus seres queridos. Los participantes, con copas de degustación y cubiertos en mano, se detienen en seis estaciones gourmet. En cada una, el chef con estrella Michelin Julien Caligo prepara platos especiales para la edición 2026, maridados con vinos de más de 35 bodegas de Costières de Nîmes. El paisaje de la zona —donde las piedras onduladas del Ródano se mezclan con la brisa del Mediterráneo— da lugar a vinos de una frescura notable.

Chefs como Sébastien Bras, Franck Putelat y Michel Kayser crearon menús que homenajean los ingredientes locales. Para quienes prefieren la noche, Minuit Toqué, que se realizará el 28 de junio de 2026, propone una caminata de 1,5 kilómetros bajo las estrellas por los viñedos del Château de Nages, el primer viñedo francés con certificación de agricultura regenerativa. Al final del recorrido, espera un banquete de seis pasos servido al aire libre.

Tres opciones imperdibles sin salir de Argentina: Mendoza, Salta y Buenos Aires

Durigutti Family Winemakers: Mendoza

 

Ubicada en el corazón de la IG Las Compuertas, en Luján de Cuyo, Mendoza, Durigutti Family Winemakers volvió a posicionarse como el principal destino enoturístico argentino al alcanzar el puesto número 11 del ranking World’s Best Vineyards 2025. El reconocimiento, que distingue a los 50 proyectos más destacados del mundo, pone en valor la excelencia en hospitalidad, identidad y calidad de experiencias, y consolida a la bodega como una referencia internacional del turismo del vino.

Liderada por los hermanos Héctor y Pablo Durigutti, la bodega se asienta sobre un enclave de alto valor histórico y paisajístico, con parcelas centenarias que integran el patrimonio vitivinícola mendocino. Su propuesta trasciende la degustación tradicional y propone una inmersión en el territorio a través de caminatas guiadas entre viñedos históricos, recorridos educativos enfocados en biodiversidad y viticultura regenerativa, experiencias gastronómicas de cocina de finca y alojamiento en casas de huéspedes integradas al paisaje. Una invitación a recorrer el viñedo a pie, a ritmo pausado, donde el vino funciona como hilo conductor para descubrir el lugar y su historia.

Bodega y Estancia Colomé: Salta

 

Fundada en 1831 y asentada en los Valles Calchaquíes, Bodega y Estancia Colomé propone una experiencia integral donde paisaje, cultura y comunidad se entrelazan para revelar una de las expresiones más profundas del turismo enológico del norte argentino. La bodega trabaja con viñedos que se extienden entre los 1.700 y los 3.111 metros sobre el nivel del mar, en un entorno remoto que invita a bajar el ritmo, recorrer el territorio a pie y comprender el vino desde su origen, marcado por la altura extrema, la intensidad de la luz y el silencio del paisaje.

La propuesta turística se completa con una combinación singular de arte, gastronomía y hospitalidad. El Museo James Turrell, único en el mundo dedicado íntegramente al artista estadounidense, ofrece un recorrido sensorial donde luz, espacio y tiempo dialogan con el paisaje andino. A pocos pasos, la cocina de Kilómetro cero, basada en productos de la huerta y la granja orgánica de la Estancia, refuerza la conexión con el territorio, mientras el hotel boutique de nueve habitaciones propone una estadía íntima, integrada al entorno natural.

Trapiche Costa & Pampa: Buenos Aires

 

A solo seis kilómetros del Océano Atlántico, Trapiche Costa & Pampa propone una de las experiencias enoturísticas más singulares de la Argentina. Integrada a la ruta del vino bonaerense, la bodega es un proyecto pionero en viticultura oceánica, desarrollado en un paisaje de suaves lomadas y campos abiertos que desembocan en el Atlántico Sur, donde el clima frío y húmedo y las brisas marinas definen un terroir inédito en el mapa vitivinícola nacional.

El recorrido entre viñedos permite comprender cómo el mar modela el carácter de estos vinos desde la primera caminata. La propuesta turística invita a descubrir una colección de cepas que expresan con nitidez la identidad costera de Chapadmalal: Pinot Noir, Chardonnay y Sauvignon Blanc conviven con Gewürztraminer, Riesling y un Albariño que se ha convertido en una rareza local de marcado perfil marítimo y notable versatilidad gastronómica, además de espumosos Extra Brut y Rosé pensados para celebraciones asociadas a la temporada estival.

*Con información de Forbes US