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Lifestyle

Del mundo tech a la gastronomía sustentable: el emprendedor australiano que se enamoró de Argentina abre su segundo restaurante

Laura Mafud

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Lee Torrens, exejecutivo de Canva, busca replicar la cultura de innovación del universo tecnológico en un restaurante que combina sabores australianos con sustentabilidad y hospitalidad.

29 Septiembre de 2025 08.33

Antes de fin de año, Palermo tendrá un nuevo restaurante con acento australiano. Koala, el proyecto gastronómico de Lee Torrens, abrirá sus puertas sobre la calle Fray Justo Santa María de Oro, consolidando así la apuesta de un emprendedor que dejó atrás una exitosa carrera en el mundo tech para apostar por la gastronomía sustentable en Argentina.

"Siempre digo que quiero replicar Canva en forma de restaurante: la exigencia, la innovación y el disfrute, puestos al servicio de crear un espacio que también haga bien al planeta", explica Torrens, quien durante siete años fue parte del crecimiento exponencial de una de las startups más exitosas del mundo, donde vio crecer el equipo de 10 a 1.500 personas y el producto de sus inicios hasta alcanzar 20 millones de usuarios activos mensuales.

Nacido en Melbourne en 1976, Torrens llegó por primera vez a Argentina en 2006 acompañando a su novia argentina de ese entonces, a quien había conocido en Roma. "Con un español muy básico en ese momento, decidí hacer una transición en mi carrera profesional para lograr mayor libertad geográfica", recuerda. Dejó su empleo en sistemas para dedicarse al desarrollo web freelance y posteriormente al trabajo en bancos de imágenes, lo que le permitió residir en el país sin necesidad de dominar completamente el castellano.

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 Lee Torrens, el fundador de Koala.

Desde entonces, Argentina se convirtió en su hogar, con solo una excepción en 2013 cuando regresó a Sídney para colaborar con Canva. "Después de 17 años en Argentina ya pocas cosas me sorprenden", dice con una sonrisa, pero destaca lo que más valora del país: "Me encanta lo fácil que es hacer amigos y contactos, y me fascina cómo se arma comunidad".

Tras siete años en Canva, donde trabajó mayormente desde Argentina con cuatro viajes anuales a Sídney y Manila, Torrens decidió dar un paso al costado. "No me di cuenta en ese momento, pero estaba completamente agotado", admite. Se tomó un par de años para recuperarse, pero siempre supo que volvería a emprender.

La oportunidad gastronómica surgió de manera inesperada cuando el concesionario del club de su barrio cerrado en Pilar se fue. Junto a su pareja, Flor, soñaba con un restaurante que ofreciera el tipo de comida que les gustaba. "A pesar de que casi todos nuestros amigos nos desaconsejaron la idea, con tiempo y recursos decidimos lanzarnos", cuenta.

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Lo que comenzó como un proyecto pequeño y divertido se transformó en algo más ambicioso. "En una reunión de equipo después de haber lanzado, un punto en la agenda decía 'Koala'. Eso me hizo detenerme y reflexionar", recuerda. "El equipo creía que lo que habíamos creado era tan bueno que teníamos que compartirlo".

Un laboratorio de sustentabilidad gastronómica

Koala no es solo un restaurante: es lo que Torrens define como "un laboratorio de sustentabilidad gastronómica". El primer local, inaugurado en enero de 2024 en un barrio cerrado de Pilar, funciona como campo de pruebas para tecnologías y procesos sustentables.

La inversión inicial incluyó una remodelación integral que abarcó tres áreas: renovación completa del edificio, instalación de sistemas sustentables (78 paneles solares, baterías, filtro de ósmosis inversa y aerotermia) y renovación total de la cocina con equipamiento 100% eléctrico eliminando el gas.

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"Queremos ser un poco los locos que prueban tecnologías distintas para descubrir qué funciona. Porque lo sustentable no alcanza: también tiene que ser más rico, más económico o más divertido", explica su filosofía.

Los aprendizajes de su paso por Canva son evidentes en el modelo de Koala, sostiene el emprendedor. "Principalmente, se trata del equipo", enfatiza Torrens. "Es fundamental ser generoso para atraer y retener a personas que trabajan con excelencia, y a la vez, ser exigente para mantener un alto nivel". El restaurante implementa prácticas típicas del mundo tech: estructura horizontal, reuniones one-on-one cada tres meses, devoluciones 360°, uso exclusivo de computadoras Mac, trabajo con Slack y Google Workspace, y un beneficio educativo equivalente al 10% del sueldo. Además, está organizando la estructura para implementar participación accionaria para empleados.

Sabores de Australia en Buenos Aires

La propuesta gastronómica combina elementos australianos con tradiciones argentinas. "Argentina tiene una cultura gastronómica muy definida, pero si le preguntás a un argentino qué comen los australianos, probablemente no tenga respuesta", observa Torrens. "Esa situación nos da una gran libertad para ser creativos".

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El menú incluye productos icónicos australianos como Vegemite, TimTams, Lamingtons y Babycinos, pero el plato más solicitado es el Avocado toast, "muy típico de Australia", que se puede elegir entre pan de campo, pan de molde o pan de trigo sarraceno sin TACC.

Con el segundo local en Palermo próximo a abrir y un tercero planificado para Puerto Madero en el primer trimestre de 2026, además de un centro de producción en Parque Patricios, Koala apunta a un crecimiento acelerado. "Mi objetivo es que la mayor parte del crecimiento de Koala sea orgánico, pero también veo la oportunidad de alcanzar rápidamente una escala que habilite una expansión mucho más acelerada", proyecta.

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Para Torrens, que se define como alguien que apuesta por Argentina a largo plazo, el consejo que más recibe es "no lo hagas". "Tuve que aprender a filtrar esos consejos: sonrío, asiento y sigo adelante", dice. Su respuesta a quienes se preguntan por qué eligió vivir en Argentina es simple: "Hay muchísimas cosas que me gustan de este país".

"Elegimos hacer un restaurante australiano también por la curiosidad que despierta el país entre los argentinos. Cada vez que conozco a alguien nuevo acá y escucha mi acento, me pregunta de dónde soy. Cuando digo que soy de Australia, nueve de cada diez veces recibo la respuesta - con el clásico gesto del montoncito de dedos -: '¿¡Y qué hacés acá!?. Hay muchísimos argentinos viviendo en Australia, y los dos países tienen mucho en común. Esa buena relación y esa curiosidad fueron las que nos llevaron a desarrollar una marca australiana acá. Creo que el mercado gastronómico argentino está en un lindo momento para explorar identidades diferentes", concluye.

 

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