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Liderazgo
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Los hábitos que los líderes deben evitar para no desmotivar a un equipo

Soraya Egea

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Un buen líder tiene que saber cómo comportarse con su equipo, y esto conlleva conocer qué debe hacer y qué no.

08 Febrero de 2022 14.07

Para ser un buen líder no solo hay que dominar ciertas cualidades blandas y psicológicas, sino también conocer al equipo de trabajo con el que nos manejamos para evitar hábitos que pueden llegar a desmotivar a los miembros del mismo.

1. No hablar claro con tu equipo

Los empleados quieren recibir información clara y directa sobre la situación del equipo, del proyecto y de la empresa. Esperan ser motivados por el “panorama general” y para eso observarán diferentes variables de su entorno.

2. Hablar del “cómo” en lugar de “por qué”

Los seres humanos necesitamos estar motivados y esto significa comprender el "por qué" estamos haciendo una tarea concreta, no solo cómo hacerla.

3. Desalentar las preguntas como una pérdida de tiempo

Los líderes exitosos buscan preguntas interesante y opiniones opuestas, como vía para el compromiso y la innovación. Los líderes aprenden escuchando. Practicar la escucha activa es fundamental para optimizar el aprendizaje y la motivación.

4. Asignar tareas y desaparecer

Delegar es positivo, pero a un ritmo razonable y asegurándote de que los miembros de tu equipo entienden la tarea, aceptan la responsabilidad y tienen los recursos para alcanzar los objetivos.

5. Contratar a personas que percibes como menos capaces que tú

Los líderes ineficaces tienden a contratar “ayudantes” que no desafiarán sus límites para alcanzar los objetivos. Si contratas a personas más inteligentes que tú, estarán motivadas y tu negocio se beneficiará a muy corto plazo.

6. Comunicar de forma indirecta

Adivinar lo que tratás de comunicar induce a errores y reduce los incentivos. La gente está motivada en el trabajo si entiende claramente lo que se espera de ellos.

7. Compartir solo malas noticias o comentarios negativos

Nadie está motivado por un líder que sólo hace acto de presencia cuando las cosas van mal. Los buenos líderes se comunican personalmente y regularmente en tiempos buenos y malos. Son rápidos en celebrar y dar feedback positivo con más frecuencia que negativo.

*Nota publicada en Forbes España

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