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Persona  agotada, estresada
Liderazgo

El pequeño test que te ayuda a saber si realmente necesitás un cambio de carrera o solo un descanso

Renessa Boley Layne

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Sentirse vacío, desmotivado o fuera de lugar no siempre implica tirar todo por la borda. Este cuestionario te permite identificar con claridad qué está fallando en tu trabajo y qué ajustes podrían devolverte el entusiasmo.

28 Octubre de 2025 12.54

Si te sentís estancado, agotado o sin inspiración en el trabajo, la solución no siempre pasa por un cambio de carrera. Muchas veces alcanza con encontrar el puesto adecuado, establecer límites más claros o hacer un reinicio.

A muchas personas, especialmente profesionales de mediana o mayor edad, la idea de un "cambio de carrera" les suena a una transformación total. Ese temor suele inmovilizarlos, y terminan soportando la desalineación, el desgaste constante o la falta de desafíos reales durante demasiado tiempo.

Este cuestionario busca ayudarte a entender qué es lo que realmente no está funcionando en tu vida laboral. Sirve para identificar si necesitás un cambio de rol, un ajuste en la estructura de tu trabajo, una revisión de tus responsabilidades, un recorte de carga mental o simplemente tomarte un descanso.

Instrucciones

  • Respondé cada pregunta con honestidad y elegí la opción que más te represente.
  • Anotá los puntos entre paréntesis al lado de cada respuesta que elijas.
  • Sumá el total de puntos.
  • Buscá el resultado que se corresponde con tu puntaje más abajo.

 

El cuestionario: ¿Qué es lo que realmente no funciona en el trabajo?

 

¿Cómo te sentís los domingos a la noche?

A. Con temor. Es una sensación de pesadez que no puedo sacarme de encima. (6)
B. Cansado. El ritmo sin pausas y la sobrecarga me desgastan. (4)
C. Frustrado. Siento que no me tienen en cuenta, que no aprovechan lo que puedo dar, como si tuviera que esforzarme todo el tiempo para que me valoren. (5)
D. Ya estoy agotado. No tengo ganas de cruzarme con esta gente. (3)
E. Estoy tan agotado que ya ni sé cómo me siento. (2)

Cuando imaginás hacer el mismo trabajo en otra empresa o con otro jefe, ¿cómo te sentís?

A. Me sentiría mejor si pudiera tener más voz en las decisiones o influir en los resultados. (5)
B. Seguiría sintiéndome estancado. Este trabajo ya no me entusiasma. (6)
C. Estaría menos agotado si la carga de trabajo o las expectativas fueran más razonables. (4)
D. Ni siquiera puedo imaginarlo en este momento. Estoy demasiado agotado mentalmente. (2)
E. Me sentiría con esperanza, tal vez hasta entusiasmado. (3)

¿Qué es lo más difícil de tu rol actual?
A. Hay demasiadas tareas para mí y no cuento con el apoyo que necesito. (4)
B. El trabajo ya no me resulta adecuado. (6)
C. No me dieron la autoridad, el cargo ni el alcance que esperaba. (5)
D. Todo me cuesta. Solo intento llegar al final del día. (2)
E. La cultura, la política interna o la dinámica del liderazgo. (3)

¿Cómo hablás de tu trabajo con amigos cercanos?
A. Digo que podría hacer mucho más, si me lo permitieran. (5)
B. Prefiero no hablar del tema. Incluso pensarlo me resulta agotador. (2)
C. Digo que estoy listo para hacer algo completamente distinto. (6)
D. Comento que no puedo seguir trabajando así por mucho más tiempo. (4)
E. Me quejo de las personas, no tanto del trabajo en sí. (3)

¿Qué parte de tu trabajo te da energía?
A. ¿Sinceramente? Casi nada. (6)
B. Me siento bien cuando puedo concentrarme en profundidad sin estar sobrecargado. (4)
C. Resolver problemas, liderar o lograr que las cosas pasen, cuando tengo la chance. (5)
D. Nada me da energía. Estoy agotado emocional y físicamente. (2)
E. El trabajo o la misión en sí, pero no las personas ni el sistema. (3)
F. Me siento con energía en esas pocas veces en que el trabajo se conecta con un resultado que realmente valoro. (1)

¿Con qué venís fantaseando últimamente?
 A. Tener tiempo libre, menos reuniones o que finalmente alguien respete mis límites. (4)
B. Desaparecer por completo: dormir, estar solo, en silencio. (2)
C. Reinventarme por completo. Hacer algo totalmente distinto. (6)
D. Conseguir un ascenso, asumir más responsabilidades o que me escuchen de verdad. (5)
E. Tener un mejor jefe, un ambiente más sano o trabajar con otro equipo. (3)

Trabajo estres infancia perdida
 

Entender tu desconexión con el trabajo

 

Déficit de energía (11 a 17 puntos)

Qué significa:
Muchas veces esto tiene que ver con agotamiento encubierto. El desgaste energético puede presentarse de distintas formas, desde una fatiga leve o una sensación constante de agobio hasta un cansancio emocional, físico y mental profundo. Incluso alguien con experiencia puede sentirse incapaz de involucrarse en proyectos que antes disfrutaba, como si estuviera apagado toda la semana, aun después de haber descansado.

Si te pasa esto, no estás solo. En un estudio reciente con más de 5.000 mujeres, el 53 % dijo que sus niveles de estrés eran más altos que el año anterior, y más de la mitad afirmó sentirse agotada.

Qué podés hacer:
Lo primero que necesitás no es un nuevo plan de carrera, sino descansar y aflojar la presión. Bajá un cambio sin dejar de cumplir con lo esencial. Incluso los ajustes pequeños —menos reuniones, correos más breves, decisiones más simples— pueden darte aire mental y ayudarte a recuperar la capacidad de reacción.

Brecha de entorno (18 a 21 puntos)

Qué significa:

Esta desconexión tiene que ver con las personas y la cultura laboral. En casos leves, puede manifestarse como frustración con el estilo de liderazgo o con la dinámica del equipo. En los casos más graves, ambientes tóxicos o jefes que no muestran empatía —como señala una investigación del NIH— pueden volver insoportable incluso el trabajo que más te gusta. Por ejemplo, un ingeniero talentoso puede amar programar, pero temer a un jefe que controla todo al detalle.

Qué podés hacer:
Revisá el equipo, el ambiente de trabajo y el liderazgo. A veces, cambiar de jefe o de equipo —y no de carrera— alcanza para recuperar el bienestar.

Brecha de capacidad (22 a 27 puntos)

Qué significa:

Esta brecha está vinculada con la carga de trabajo, el ritmo y la falta de límites claros. Tal vez estés al borde, pero aún logrando sostenerlo, o puede que ya hayas entrado en una sobrecarga crónica que afecta tu rendimiento.

Un estudio de Deloitte reveló que muchas mujeres en todo el mundo se sienten desbordadas y con poco respaldo en sus funciones. Gestionar esta carga se vuelve casi una etapa obligada —sobre todo para ellas— a medida que crecen profesionalmente.

Qué podés hacer:
Marcá límites más claros, delegá tareas y reorganizá tus responsabilidades. Cuidar tu capacidad no es egoísmo, es lo que permite sostener un buen rendimiento en el tiempo.

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Brecha de nivel (28 a 30 puntos)

Qué significa:

Esta brecha aparece cuando tu rol no está a la altura de tus capacidades ni de tu autoridad. En su forma más leve, podés sentirte subestimado o pasado por alto. En los casos más marcados, tus responsabilidades no reflejan tu potencial, y eso te deja estancado. Un informe de IDC de 2025 reveló que los desarrolladores dedicaban solo el 16 % de su tiempo a programar, y la mayoría de las horas se perdían en tareas menores. Es un ejemplo claro de brecha de nivel.

Qué podés hacer:
Buscá roles con mayor visibilidad o responsabilidad. Cuando hables con tus líderes, dejá en claro dónde podés generar impacto y qué problemas querés resolver. A veces estás en el lugar correcto, pero necesitás un puesto más alineado con lo que podés aportar.

Brecha de satisfacción (31 a 36 puntos)

Qué significa:
Esta brecha tiene que ver con el propósito. Puede que tu trabajo cumpla con lo básico —cargo, salario, estabilidad—, pero no te resulte suficiente. En los casos más extremos, incluso te angustian las tareas cotidianas y sentís que tus habilidades y pasiones están completamente desaprovechadas. Por ejemplo, un gerente puede tener un alto rendimiento técnico, pero sentirse desconectado al no ver el impacto real de su trabajo en el cliente.

Qué podés hacer:
Definí con claridad qué significa para vos tener un trabajo con sentido. Buscá apoyo en personas de confianza: un mentor, un coach o tu red de contactos. Probá ideas, explorá proyectos internos más alineados con lo que te mueve o empezá a mirar opciones afuera que reflejen mejor tus valores y tu visión.

¿Qué significa esto para vos?

Entender tu desconexión con el trabajo es el primer paso para recuperar el impulso. Tus resultados no son un veredicto, sino un punto de partida. Si confirmaron lo que ya venías sospechando, bien. Y si te sorprendieron, mejor todavía.

No hace falta dar vuelta tu carrera para sentirte mejor en el trabajo. Muchas veces, los cambios más efectivos son los más simples: cambiar de rol, de equipo o marcar límites más claros. Y si lo que necesitás es reinventarte por completo, eso también es válido.


Nota publicada en Forbes US.

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