La disparada de las acciones tras un anuncio estratégico y guiños de Trump convirtieron a Brooke Seawell, histórico director de la compañía, en el nuevo integrante del club de los milmillonarios.
David Halbert, un multimillonario obsesionado con el golf, levantó una cancha exclusiva en su propio terreno, sin restricciones de presupuesto ni apuro. El proyecto, nacido del deseo de su esposa de jugar sin presiones, terminó convertido en un campo de nivel profesional con acceso limitado a amigos, familiares y celebridades.
La apuesta por la energía nuclear como soporte del crecimiento de la inteligencia artificial disparó el valor de Oklo, una startup fundada por una pareja de ingenieros del MIT. Con respaldo político y vínculos con Sam Altman, la empresa vale más de US$ 21.000 millones, aunque todavía opera con pérdidas.
Jim Breyer apostó por Circle cuando nadie hablaba de monedas estables y volvió a ganar en grande. Exaccionista de los Celtics, fanático del fútbol americano y figura clave en inversiones tech, ahora se mete de lleno en la intersección entre inteligencia artificial y salud.
Los rubros financiero y tecnológico concentran la mayor cantidad de millonarios, mientras que la gastronomía, el retail y la energía también aportan nombres fuertes a la nómina.
El venezolano Abel Avellan, fundador de AST SpaceMobile, aprovechó el salto bursátil tras sellar un nuevo acuerdo con Verizon para ampliar su fortuna personal a más de US$ 6.000 millones. La firma busca brindar señal satelital directa a celulares comunes, incluso en zonas remotas.
Aunque mantiene un perfil bajo, el hijo menor de Trump ya figura entre los millonarios sub-20 de Estados Unidos, tras el estallido de una firma cripto que cofundó en plena campaña presidencial.
Con el salto de las acciones de Tesla y la valorización de sus otras empresas, el magnate alcanzó una cifra inédita y estiró la diferencia con Larry Ellison, que aparece segundo en el ranking global.
Un esquema de incentivos que prioriza el riesgo y las ganancias a largo plazo transformó a miles de empleados de tiendas en accionistas con patrimonios millonarios. Una apuesta que AutoZone mantuvo firme, incluso cuando el resto del mercado dio marcha atrás.
Las acciones de Moderna y BioNTech se desplomaron desde los máximos de 2021. Esto recortó miles de millones de dólares del patrimonio de sus fundadores. El avance del discurso antivacunas y las decisiones de RFK Jr. al frente de la FDA probablemente empeoren aún más el escenario.
Figuras con décadas de negocios compartidos, contratos estatales y lazos personales con el presidente norteamericano se reparten la nueva estructura de la app más popular entre los jóvenes.
Su fortuna no se explica por modas pasajeras ni golpes de suerte: su apuesta fue por las capas menos visibles pero más estables del negocio tecnológico. Se trata de un modelo que interpela a quienes administran patrimonios familiares y buscan jugar a largo plazo.
La empresa que fundó en Shenzhen hace poco más de una década fabrica las cámaras que usan los robots humanoides más avanzados de China. Sus ventas se dispararon con el auge del reconocimiento facial y el empuje estatal a la inteligencia artificial.
El presidente Trump acaba de tener el año más lucrativo de su vida. Pero, en términos porcentuales, a sus familiares más cercanos, incluidos sus hijos Eric, Don Jr. y Barron, les fue aún mejor.
Entre hamburguesas y papas fritas, magnates como Jeff Bezos forjaron su carácter. En esas cocinas, tanto el fundador de Amazon como otros descubrieron el poder de los sistemas, la importancia del detalle y la dignidad del trabajo. Hoy manejan gigantes tecnológicos, cadenas globales y fortunas descomunales.
Tienen menos de 43 años, pero ya figuran en la lista Forbes 400. Algunos crearon empresas desde cero, otros apostaron temprano a proyectos que explotaron y uno solo heredó su riqueza.
Decidido a donar casi toda su fortuna en vida y atravesado por un divorcio millonario, el cofundador de Microsoft resigna terreno en el listado de magnates, mientras destina recursos a causas sanitarias y sociales.