El sector agropecuario argentino es un actor histórico central en la economía del país que atraviesa un período de intensos desafíos sobre su futuro, marcado por la revolución tecnológica y la necesidad de marcos regulatorios que faciliten la competitividad y la inversión. En este contexto, y con un desempeño exportador que muestra signos de recuperación, el Gobierno promueve generar las condiciones propicias para una nueva etapa de desarrollo del agro y la agroindustria,
En el marco del evento Forbes Campo y Futuro Summit, que reunió a referentes del ecosistema agro-tecnológico para debatir sobre la AgroTech, los desafíos regulatorios y el impacto de la innovación en la agricultura, el principal orador en representación del Ejecutivo fue Sergio Iraeta, secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, un abogado y productor agropecuario, con más de 30 años de experiencia en la gestión de campos en Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, que llegó al cargo en 2024.
Iraeta trazó un primer eje centrado en la articulación público-privada como eje central del nuevo paradigma de gestión, al reafirmar la visión estratégica del Gobierno nacional respecto al rol del sector agropecuario en la reactivación económica de la Argentina, en sus múltiples roles de productor de alimentos y combutibles, de generador de empleo y la mayor fuente de divisas con la que cuenta el país.
"Estamos absolutamente convencidos desde el Gobierno que el camino es con el campo. Todas las medidas son para que el campo vuelva a ser lo que fue alguna vez en la Argentina, el motor del desarrollo, del arraigo y la producción", enfatizó el Secretario, destacando la importancia de liberar las fuerzas productivas.
El funcionario también resaltó la necesidad de un cambio de paradigma conceptual y fundacional, señalando que el sector público solo tiene sentido si existe el privado. "La articulación público-privada es fundamental. Lo público tiene sentido si existe lo privado", aseveró, reconociendo que "los procesos de transformación son inherentemente complejos, tal vez duelen, a veces no van en el sentido que uno quiere y hay que corregir, y es lo que tratamos de hacer".
"Hace un año y siete meses de este lado de servidor público, este tipo de reuniones y conversaciones me sirven para poder elevar a la línea política qué es lo que hay que hacer con el campo", continuó el secretario al enfatizar que "con el campo, lo que hay que hacer es liberarlo, que los productores hagan lo que mejor saben hacer, y ese es el camino".
Iraeta hizo referencia al entramado de dificultades que el sector debe terminar de atravesar para lograr concretar su potencial, al señalar que "el campo viene de mucho desorden impositivo, cambiario, fiscal. En el desarrollo de la tecnología y la investigación también estamos desordenados en términos de propiedad intelectual y en muchos aspectos de la vida productiva y comercial de la Argentina, pero nos estamos enderezando".
Hacia el cierre de su exposición, el Secretario extendió una invitación a los productores a mantener la fe en el proceso de cambio, ligando la siembra actual al éxito futuro. "No solo confío en la línea del Gobierno, sino en los argentinos y los productores, empujando en esa convicción de que estamos yendo en el camino correcto", sostuvo.
Al apelar a una metáfora agrícola, el funcionario dijo que "Siempre es bueno plantar, pero hay dos momentos que son óptimos. Uno de ellos fue hace 20 años, y que hoy permite tener leña, frutos, sombra, madera, porque alguien hizo algo entonces. El otro momento óptimo para sembrar es hoy, porque va a ser la sombra, la madera, el fruto y todo lo que sea necesario dentro de 20 años. En la Argentina es momento de sembrar porque el éxito se puede sembrar".
La presentación del Secretario se dieron en un encuentro de debate organizado por Forbes sobre cómo las nuevas tecnologías como la edición genética y la agricultura digital avanzan más rápido que la legislación, planteando desafíos para el marco legal argentino que busca aumentar la productividad y la competitividad.
El crecimiento reciente de las exportaciones, impulsado por complejos como el de trigo, soja, girasol, lácteos y frutas de carozo con desempeños en valor superiores al 40% respecto de septiembre de 2024, parece respaldar el optimismo reflejado por distintos actores del sector durante la jornada sobre el camino iniciado.