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Negocios

Vendió su cafetería, recaudó US$ 186 millones y ahora apuesta a revolucionar el capital de riesgo

Jabari Young

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Desde Atlanta hasta los fondos de inversión en Washington D. C., Nasir Qadree transformó una anécdota en una cafetería en una plataforma para financiar startups lideradas por talentos ignorados por el mainstream.

23 Agosto de 2025 09.00

Hay momentos que realmente marcan. Para el inversor Nasir Qadree, eso pasó en 2011, mientras miraba el centro de Nueva York desde una oficina en lo alto de un rascacielos. Estaba en el despacho del empresario, conector corporativo y asesor político Vernon Jordan

El exdirector ejecutivo de la Liga Urbana Nacional  (organización de derechos civiles fundada en 1911 en Nueva York, dedicada a empoderar a las comunidades afroamericanas y a otras comunidades marginadas) vestía un traje gris y lo rodeaban decenas de fotos con amigos cercanos, entre ellos el expresidente estadounidense Bill Clinton y el legendario artista Sammy Davis Jr.

Sentado frente a Jordan, mientras comía un tazón de sémola caliente, Qadree le preguntó por qué no había estado al frente del movimiento por los derechos civiles durante los años 60. La respuesta le quedó grabada: "Si realmente querés estar en una posición de poder e influencia, la sala de juntas es el camino a seguir", cuenta Qadree, de 40 años, al recordar las palabras de Jordan.

"Eso me impactó", repite. La sala de juntas "crea oportunidades para crear caminos para la próxima generación y también para transformar los sistemas".

Años después de la muerte de Jordan, en marzo de 2021, Qadree sigue poniendo en práctica sus consejos mientras intenta cambiar las reglas del capital riesgo. En junio, su firma, Zeal Capital Partners, cerró una ronda de financiamiento por US$ 82 millones para su tercer fondo

Con ese dinero, Zeal va a invertir en 25 empresas en etapa inicial que desarrollan software de inteligencia artificial para los sectores educativo, financiero y de salud. La firma planea destinar hasta US$ 2,3 millones por cada empresa e incluirse en el directorio de todas ellas.

Fundada en 2020, Zeal ha recaudado un total de 186 millones de dólares, con inversores que incluyen Citi's Impact Fund, M&T Bank, MassMutual y dotaciones de HBCU.

"Hay mucho flujo de negocios y cartera de proyectos en estas áreas", le dijo Qadree a Forbes.

Desde que nació en 2020, Zeal, con sede en Washington D. C., recaudó un total de US$ 186 millones. Entre sus inversores figuran el Fondo de Impacto de Citi, M&T Bank, MassMutual y fundaciones de universidades históricamente negras (HBCU), como Spelman College y Hampton University. Actualmente, Zeal administra tres fondos: Fund I, Fund II y Barclays Black Formation Investments.

La firma también puso plata en startups con buen potencial, como Esusu, una fintech cofundada por Wemimo Abbey, que integra la lista Forbes BLK 50. Esusu ayuda a los inquilinos a mejorar su historial y puntaje crediticio reportando los pagos de alquiler a las agencias de crédito. En 2022, alcanzó una valuación de US$ 1.000 millones.

Otra de las apuestas de Zeal es Humanly, una empresa que desarrolla software de contratación con inteligencia artificial. Esta startup está valuada en US$ 66 millones, según datos de PitchBook, una firma especializada en investigación financiera.

"No nos consideramos una firma de inversión de impacto", aclara Qadree. Aunque reconoce que Zeal evalúa la diversidad en los equipos de gestión como parte del proceso de inversión. "La diversidad siempre va a ser parte de nuestro ADN. Los datos son clarísimos: genera retornos extraordinarios".

Fairview Capital Partners, una firma de inversión, señala que en Estados Unidos hay más de mil empresas de capital privado o de riesgo propiedad de mujeres o personas de minorías. De ese total, 168 están en manos de personas negras. En 2024, según Fairview, las firmas lideradas por personas negras recaudaron una mediana de US$ 70 millones, un poco menos que los US$ 75 millones de 2023.

Aunque Zeal logró cerrar su tercer fondo, Qadree admite que hay trabas concretas para atraer capital. Menciona las tasas de interés altas, la caída en los mercados de OPI y las tensiones comerciales globales. También pesa el contexto político. Desde que el presidente Trump desmanteló las iniciativas de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI) tras asumir en enero, varias empresas abandonaron sus compromisos con esos programas y achicaron sus aportes a fondos relacionados.

"Ya no hay dádivas", afirma Calvin Butts, socio codirector de la firma de capital privado East Chop Capital e inversor en Zeal. "Se necesitan grandes ideas y excelentes relaciones. No alcanza con tener una buena idea y ser parte de la lista de deseos de alguien".

"Siempre voy a ser un inversor negro", dice Qadree al meterse en el tema. "Creo que lo más importante, con las más de 50 empresas que tenemos en nuestra plataforma, es mostrar su progreso y el impacto que están teniendo para convertirse en líderes en su categoría".

Originario del suroeste de Atlanta, Qadree creció rodeado de referentes. Es nieto de Jackie Moore, exjugador de los Philadelphia Warriors en la NBA entre 1954 y 1957. Qadree suele contar la historia de un joven Moore entrenando a un Wilt Chamberlain todavía más joven durante sus años de secundaria en Overbrook, Filadelfia. Chamberlain terminó en el Salón de la Fama del básquet profesional y se convirtió en uno de los mejores jugadores de la historia de la NBA.

"Si hablás de motivación y de cómo empezó todo", dice Qadree, "le doy el crédito a mi abuelo".

Su mamá trabajaba como asistente administrativa y su papá, Tony, era promotor inmobiliario. Qadree asegura que fue él quien despertó su interés por los negocios. Cuando era chico, solía acompañarlo a las fiestas navideñas de la comunidad y trabajaba como encargado del guardarropa. Eso le dio la oportunidad de cruzarse con figuras influyentes, como la exalcaldesa de Atlanta Shirley Franklin, el fallecido congresista estadounidense John Lewis y el propio Vernon Jordan. "Los más destacados de los negocios y la política", recuerda Qadree.

En 2008, después de recibirse en marketing en Hampton, empezó su carrera como analista en Goldman Sachs. Dos años más tarde, se sumó a State Street Corporation.

Durante su recorrido profesional, Qadree también abrió una cafetería en Nueva York llamada The Bees Knees Baking Company. Lo hizo junto a dos amigos, con quienes invirtieron unos US$ 150.000 para ponerla en marcha. "Los márgenes eran inestables", admite Qadree. "Pero era divertido".

Mientras trabajaba los fines de semana en The Bees Knees, descubrió su interés por el capital riesgo gracias a una actitud de "curiosidad respetuosa". Mientras limpiaba mesas, escuchaba charlas entre emprendedores y potenciales inversores. Intrigado, empezó a preguntar qué estaban creando y cómo conseguían financiamiento para sus startups.

"Muchos de ellos estaban desarrollando proyectos que me interesaban mucho", cuenta Qadree, en referencia a las ideas vinculadas a educación y tecnología financiera que oía en esas charlas.

En 2015, Qadree vendió su parte en la cafetería, se mudó a Washington D. C. y empezó a trabajar como director de tecnología educativa en Village Capital. Ese rol lo llevó a liderar el fondo Aspire de AT&T. En 2020, lanzó Zeal y cerró su primer fondo con inversores como Bank of America y PayPal.

"Zeal aspira a ser un verdadero catalizador de la equidad económica", declaró Qadree en julio de 2021, tras recaudar US$ 62,1 millones.

Hoy, con capital fresco y consciente de los obstáculos que enfrenta el capital riesgo, Qadree apuesta por su recorrido en los negocios y en Wall Street para detectar startups de inteligencia artificial con potencial de unicornio y fundadores que otros inversores suelen pasar por alto.

"Realmente vamos a democratizar las acciones del capital y pensar en innovaciones que impulsen la movilidad económica", dice Qadree. "También existe la oportunidad de transformar los sistemas para que más personas puedan tener un impacto justo en el mercado".

 

Nota publicada en Forbes US.

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