La minería argentina avanza otro escalón y se sube a la fiebre mundial del oro. El gobierno acaba de aprobar el primer RIGI de este mineral que atraviesa un boom de precios con subas mayores al 70% en lo que va del año y que podría seguir ascendiendo de acuerdo a la mayoría de los analistas del mercado.
Con una inversión mayor a 660 millones de dólares, Gualcamayo desarrollará un nuevo yacimiento llamado Carbonatos Profundos que tiene 2,45 millones de onzas en reservas certificadas, un número que se eleva a 3,2 millones en todo el complejo minero que ya tiene otro yacimiento en operación. Es decir, el equivalente a unos 14.400 millones de dólares con una expectativa de incremento del 20% cuando termine el informe de actualización de recursos y reservas que está en su etapa final.
Pero lo más significativo es que parte del monto de la inversión –unos 52 millones de dólares- serán destinados a una campaña exploratoria donde se calcula que se podrían descubrir entre 20 y 30 millones de onzas en todo el distrito Gualcamayo que apenas está estudiado en un 4%. Dicho de otro modo, entre 90.000 y 130.000 millones de dólares bajo la cotización actual.
La iniciativa es llevada adelante por Minas Argentinas S.A., una empresa que integra Aisa Group, cuyo CEO Juan José Retamero había anunciado una donación de 500 millones de dólares unos meses atrás. Los estudios de prefactibilidad ya se encuentran avanzados y el primer paso será trabajar en las ingenierías y en la factibilidad técnica del proyecto.

En términos de impacto laboral, se prevé que, de manera gradual, la etapa de construcción, estimada para fines de 2027, genere entre 1.000 y 1.500 puestos de trabajo. Una vez iniciada la producción, prevista para fines de 2029, se consolidarán alrededor de 600 empleos directos permanentes.
El proyecto incluye el desarrollo de una mina subterránea de última generación, una nueva planta de procesamiento y, fundamentalmente, la incorporación de una planta de oxidación a presión (POX) que solo existe en ocho proyectos a nivel mundial.
“Es un hito tecnológico e industrial para el país. Es una tecnología de altísima complejidad que permitirá procesar minerales refractarios y que será una de las pocas instalaciones de este tipo en el mundo y la primera de estas características en Sudamérica. Este desarrollo sitúa a la Argentina y a San Juan en la vanguardia industrial y tecnológica de la minería global”, dijo el empresario español.
Además, el plan contempla la construcción de un parque fotovoltaico de 50 MW, destinado a abastecer la demanda eléctrica de la operación y prevé un segundo RIGI que ya se está elaborando para instalar hasta 800 MW adicionales a largo plazo.
Con este, ya se acumulan 10 proyectos RIGI aprobados por una inversión total superior a los 25.000 millones de dólares, de los cuales el 40% pertenecen a la minería.