Las tasas de interés en Argentina parecen fuera de control por su alta volatilidad, motivo por el cual se cree que el Banco Central de la República Argentina (BCRA) pronto tendrá que establecer un nuevo "piso y techo".
De momento, ya van dos semanas con el nuevo régimen de tasas endógenas. En la primera, la tasa a un día colapsó del 24% hasta el 12% debido a la alta liquidez que les sobró a los bancos tras la eliminación de las Lefis. Y en la segunda, por la licitación sorpresa del Tesoro, la tasa de caución se disparó hasta superar el 60% por la falta de liquidez de las instituciones.
Para la semana que viene, cuando venzan casi $12 billones, si el Gobierno no implementa cambios en el esquema, el roll-over de la deuda podría ser muy bajo y las tasas volverían a hundirse, generando nuevamente un periodo de inestabilidad.
"La volatilidad que estamos viendo en las tasas es una elección del BCRA, porque es parte de la naturaleza del régimen monetario definido. Alguien podría pensar que ponen tasas altas para contener al tipo de cambio, pero con este mismo régimen fue que tuvimos hace una semana tasas bajísimas. El sesgo de la política monetaria (más o menos contractiva) se puede hacer bajo cualquier esquema, de modo que no hay que asociar el régimen de tasa endógena a las tasas altas de esta semana, sino esencialmente a la volatilidad", detallaron desde la consultora 1816.
Ante la situación, el mercado considera que, tarde o temprano, el organismo liderado por Santiago Bausili deberá establecer un piso y un techo más previsible para las tasas de interés.
Cuando estaban las Lefis, los activos actuaban de banda inferior para la tasa de call interbancaria y con el pase activo haciendo de límite superior. Sin ambas variables, no existen amortiguadores para frenar la falta o el exceso de liquidez que puedan tener transitoriamente los bancos.
Pero ahora, si se busca revertir la situación, el BCRA podría achicar la volatilidad con el bid y el offer de las Lecaps más cortas, lo que se contempló en el comunicado de principios de junio. Otra opción sería, evidentemente, retomar los pasivos remunerados.
"Ante la posibilidad de que el BCRA busque establecer un piso y un techo para las tasas, la reciente extensión de la liquidez inmediata aparece como un paso en esa dirección. Esto funcionaría como una especie de bid, ya que el BCRA ofrece comprar bonos integrados en encajes a un precio fijo (calculado como la mayor tasa operada el día anterior más 2 puntos porcentuales), buscando dar una referencia al mercado y contribuir a reducir la volatilidad de las tasas overnight", explicó Justina Gedikian, estratega de bonos en Cohen Aliados Financieros.
"Sin embargo, al estar acotada únicamente a esos activos, su capacidad para reducir la volatilidad podría ser acotado cuando la presión sobre las tasas proviene de la necesidad de pesos líquidos para integrar efectivo mínimo", añadió.
Por esta razón, la otra opción para controlar el escenario implicaría reactivar la operatoria de pases, es decir, intervenir directamente en la tasa overnight. "Es más efectivo para manejar la liquidez de corto plazo, pero también es una señal de regreso a un régimen de control de tasas que el BCRA hoy parece evitar", finalizó la experta.