En líneas generales, el 2023 fue un gran año para las acciones argentinas, tal como se reflejó en el índice S&P Merval, que aumentó un 357% en pesos y un 64% en dólar CCL en el periodo. Sin embargo, algunas compañías se destacaron del resto con creces.

Concretamente, las tres acciones del panel líder que más subieron fueron Transener (+602%), Edenor (+590%) e YPF (+432%), todas pertenecientes al sector energético. En dólares, se revalorizaron 128%, 133% y 86%, respectivamente.

En contraste, la inflación de Argentina, a falta del dato de diciembre, habría concluido el ciclo en alrededor del 200%. Y en Estados Unidos, los precios de la economía real crecieron a un ritmo de aproximadamente el 3%.

"Mucho del retorno de estas tres acciones el año pasado tuvo como palanca la expectativa de un nuevo gobierno viniendo a mejorar la ecuación económica del sector de energía”, comentó Ezequiel Fernández, head of Research en Balanz Capital.

Por su parte, Ignacio Sniechowski, head of Equity Research en Grupo IEB, detalló que Transener, Edenor e YPF formaron parte de un grupo de empresas “reguladas”, cuyos ingresos en términos reales estuvieron muy deteriorados por retrasos tarifarios.

Y en el caso puntual de YPF, el experto añadió que otro disparador alcista fue el anuncio de Javier Milei, y luego su incorporación en la “Ley Ómnibus”, de su intención de privatizarla.

De cara al futuro, los especialistas del sector consideran que la tendencia podría continuar, pero no con tanta fuerza como sucedió en el año que acaba de terminar.

“Ahora que se hicieron los anuncios respectivos en el DNU y en el paquete legal del equipo de Milei, creemos que el mercado estará más expectante en la ejecución de dicho plan. Si bien todavía hay lugar para acciones argentinas en un portafolio local, creemos que el porcentaje de exposición debe ser reducido”, sostuvo Fernández.

De todas formas, las empresas que más subieron en 2023 también siguen manteniendo su cualidad defensiva. “Nos gusta el sector porque consideramos que, frente a una caída en el nivel de actividad y en el consumo interno, la demanda de energía, gas y su transporte y distribución son bastante más defensivos a las bajas que otros sectores”, agregó Sniechowski.