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Forbes Argentina
Mike Wirth, CEO de Chevron
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Pese a las dudas del mercado y la presión externa, la petrolera mantiene su política de retorno al accionista, sostiene márgenes saludables y muestra una exposición acotada al conflicto que rodea a Caracas.

25 Diciembre de 2025 07.30

Chevron (NYSE: CVX) volvió a captar la atención, no por aumentos de producción ni por acuerdos rimbombantes, sino por lo que mejor sabe hacer: devolver valor a sus accionistas.

En este 2025, atravesado por la volatilidad, con el crudo Brent moviéndose entre US$ 70 y US$ 90 por barril, las acciones de CVX subieron apenas un 3% en lo que va del año, muy por debajo del 14% que registró el S&P 500. Ese rendimiento refleja la cautela de los inversores ante las variaciones en las ganancias vinculadas a las materias primas y las dudas sobre el potencial de crecimiento, incluso si el precio del petróleo mejora.

Aunque la acción no mostró un gran impulso, el negocio se mantiene firme. Los ingresos bajaron en promedio un 6,2% anual en los últimos tres años, pero Chevron sigue siendo considerada neutral en términos de flujo de caja libre cuando el Brent ronda los US$ 50 a US$ 55. Eso le permite sostener el pago de dividendos y continuar con la recompra de acciones, pese a las tensiones geopolíticas, sobre todo en torno a Venezuela, que todavía condicionan la confianza del mercado.

Las operaciones de Chevron en Venezuela volvieron a estar en el centro de la escena, impulsadas por los vaivenes en las sanciones de Estados Unidos. Sin embargo, representan solo una porción menor de su producción global, lo que limita su impacto en las ganancias y mantiene al riesgo geopolítico bajo la mirada del mercado.

Un modelo de asignación de capital que prioriza al accionista

Chevron está entre las compañías del sector energético más orientadas a beneficiar a sus accionistas. La acción ofrece una rentabilidad por dividendo cercana al 4%, sostenida por una trayectoria de varias décadas con pagos constantes, incluso en los distintos ciclos de precios de las materias primas.

Chevron
Chevron está entre las compañías del sector energético más orientadas a beneficiar a sus accionistas. 

En los últimos doce meses, Chevron devolvió más de US$ 25.000 millones a sus accionistas a través de dividendos y recompra de acciones, a pesar de que sus ingresos cayeron un 3,6% interanual, hasta los US$ 187.000 millones, con una baja del 1,5% en el último trimestre, cuando facturó US$ 48.000 millones.

El programa de recompra, que permite gastar hasta US$ 20.000 millones por año, refleja la decisión de la empresa de priorizar el retorno de efectivo excedente, antes que apostar por un crecimiento basado en mayor producción. Al mismo tiempo, reduce progresivamente el número de acciones en circulación y preserva la flexibilidad del balance.

¿Por qué los retornos en efectivo de Chevron parecen sostenibles?

La cartera de exploración y producción de Chevron está cada vez más orientada a activos de menor costo, mientras que sus áreas de refinación y productos químicos aportan diversificación en momentos en que el precio del petróleo baja. Las inversiones de capital se mantuvieron bajo control, con un promedio anual de entre US$ 15.000 y US$ 17.000 millones, incluso cuando los ingresos operativos de los últimos doce meses sumaron US$ 15.000 millones, lo que arrojó un margen operativo del 8,1%.

Más importante todavía, Chevron sigue generando un flujo de caja sólido. Con un margen de flujo de caja del 17%, la compañía generó cerca de US$ 32.000 millones en flujo de caja operativo, mientras que la ganancia neta fue de aproximadamente US$ 13.000 millones, lo que refleja un margen neto del 6,8%.

Como el punto de equilibrio del flujo de caja libre ronda los US$ 50 por barril, Chevron logró financiar tanto dividendos como recompras, incluso con precios del petróleo en torno a los US$ 60.

Impacto limitado en las ganancias

Las operaciones de Chevron en Venezuela volvieron a ganar relevancia por los cambios en la política de Estados Unidos y la aplicación de sanciones. Aunque estas noticias pueden influir en la confianza del mercado, la exposición financiera directa sigue siendo marginal. La producción asociada a Venezuela representa un porcentaje bajo de un solo dígito sobre el total global de Chevron y aporta una parte aún menor al flujo de caja consolidado.

La solidez del balance refuerza esa posición. Al cierre del último trimestre, la empresa registró una deuda cercana a los US$ 42.000 millones, frente a una capitalización bursátil de aproximadamente US$ 290.000 millones, lo que equivale a una ratio de endeudamiento conservadora del 13,8%. El efectivo y sus equivalentes sumaron US$ 7.700 millones, o el 2,4% de los activos totales, lo que le da a la compañía una mayor capacidad para enfrentar turbulencias geopolíticas sin poner en riesgo la rentabilidad de los accionistas.

Rentabilidad en efectivo por encima de las apuestas en materias primas

Chevron probablemente no sea la compañía con mayor volatilidad en un mercado petrolero en alza. Pero con ingresos estables, una rentabilidad anual de varios miles de millones para los accionistas, una fuerte generación de efectivo y un balance preparado para soportar los ciclos de las materias primas, se posiciona como una alternativa más defensiva para seguir expuesto al sector energético.

Aunque Venezuela pueda seguir ocupando espacio en los titulares, la lógica detrás de la inversión en Chevron se apoya en la sostenibilidad de su flujo de caja, en una asignación de capital cuidadosa y en la rentabilidad para el accionista, más que en especulaciones geopolíticas.

*Con información de Forbes US.

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