La Argentina atraviesa una nueva etapa de expectativa económica y redefinición política tras las elecciones legislativas del 26 de octubre. La contundente victoria de La Libertad Avanza (LLA) no solo consolidó el liderazgo de Javier Milei, sino que encendió un rally financiero que sorprendió incluso a los analistas más optimistas.
Según el último informe de Citi Research, el resultado electoral fue interpretado por los mercados como una ratificación del rumbo liberal, lo que disparó un salto del 61 % del Merval en dólares y una marcada reducción del riesgo país. Para el banco estadounidense, el escenario abre "un ciclo potencialmente alcista de 12 a 18 meses", sustentado en una percepción de menor riesgo soberano y en la expectativa de continuidad reformista.
Un mercado en euforia: señales de confianza condicionada
La reacción del mercado argentino fue inmediata. En apenas una semana, los principales ADRs locales registraron subas que oscilaron entre 30 % y 70 %, en paralelo a una fuerte apreciación de los bonos en dólares. Para Citi, este movimiento replica —aunque con matices— los ciclos de euforia observados tras el triunfo de Mauricio Macri en 2017 y de Milei en 2023.
El paralelismo no es menor. En ambos casos, los inversores reaccionaron ante la promesa de reformas estructurales, reducción del déficit fiscal y mejora de la institucionalidad. La diferencia, apunta el informe, radica en que hoy existe una base más sólida: el Gobierno logró mostrar superávit primario y una reducción sostenida del gasto público en los últimos meses, factores que consolidan el relato de disciplina fiscal.

El riesgo país, que cerró en 676 puntos básicos, se encuentra en su nivel más bajo desde enero. Aunque todavía duplica el promedio regional, el descenso refuerza la idea de que el mercado empieza a descontar una normalización progresiva de la economía argentina. En el ciclo de Macri, el piso había sido de 342 puntos, una referencia lejana pero aspiracional para los inversores actuales.
La nueva arquitectura política: poder sin mayoría
En paralelo a la euforia bursátil, Milei enfrenta el reto de administrar un Congreso fragmentado. Los números finales le otorgan al oficialismo una base de 80 diputados (31 %) y 18 senadores (25 %), aunque al sumar aliados del PRO y sectores provinciales el bloque potencial se expande hasta 115 diputados (45 %) y 25 senadores (35 %).
El escenario confirma lo que muchos analistas ya advertían: el presidente tiene poder, pero no mayoría. Su éxito político dependerá de la habilidad para construir consensos y tejer alianzas flexibles. Según Citi, el apoyo de los gobernadores será "decisivo" para sostener la agenda legislativa.
Durante la semana posterior a las elecciones, Milei se reunió con veinte de los veinticuatro mandatarios provinciales para discutir el presupuesto 2026, la reforma laboral y los cambios impositivos. Tras los encuentros, el presidente aseguró haber encontrado "consenso absoluto" en la necesidad de alcanzar equilibrio fiscal y modernizar las normas laborales.
Detrás de ese discurso se perfila un intento de reeditar el Pacto de Mayo, el acuerdo firmado el año pasado con dieciocho gobernadores que allanó el camino para la aprobación de la Ley Bases. Esta vez, el objetivo sería mayor: consolidar un frente legislativo que permita al Gobierno impulsar la segunda ola de reformas estructurales, desde el régimen previsional hasta la reorganización del gasto provincial.
Reformas, mercado y gobernabilidad
La estrategia política y la confianza de los mercados parecen avanzar en sincronía. Cada gesto de apertura del Ejecutivo hacia las provincias o la oposición es leído como una señal positiva por los inversores. Citi destaca que "la gobernabilidad será el principal activo económico del gobierno" y que la consolidación de un bloque estable podría acelerar la reducción del riesgo país y habilitar flujos de capital externo.
Sin embargo, el margen de maniobra es limitado. Los analistas recuerdan que la aprobación de la Ley Bases requirió negociaciones intensas y concesiones políticas significativas. En el Senado, Milei necesita al menos una docena de votos adicionales, un objetivo que dependerá tanto de la voluntad de los gobernadores como del acercamiento con la Unión Cívica Radical, que mantiene una posición expectante.
El frente económico: energía, bancos y oportunidades
El informe de Citi dedica una parte sustancial al impacto sectorial del nuevo escenario. En el rubro energético, el banco destaca una reducción del costo de capital (WACC) de 12 % a 7 %, un cambio que mejora sustancialmente la valuación de empresas como YPF, Vista Energy y Transportadora de Gas del Sur.
En el caso de YPF, la entidad eleva su precio objetivo a 48 US$ por ADR, mientras que para Vista la proyección sube a 70 US$. Citi argumenta que la fortaleza de Vaca Muerta "trasciende la política" y que la reducción del riesgo país ofrece condiciones para una expansión sostenida de la producción energética.

La nota también resalta el proceso de liberalización del mercado eléctrico, que avanza con la progresiva reducción de subsidios y la desregulación de precios. En este contexto, Central Puerto aparece como "el vehículo más puro para capturar el cambio de paradigma energético", según la firma.
En el sector financiero, Citi subraya un gesto técnico del Banco Central: la flexibilización parcial de los encajes bancarios. A partir de noviembre, las entidades podrán cubrir el 95 % del requisito diario, una medida que libera liquidez y podría traducirse en más crédito. Para el banco estadounidense, se trata de "una señal de cooperación y comunicación fluida entre el regulador y el sistema financiero", algo impensado meses atrás.
Los principales beneficiarios serían Banco Macro, Galicia, BBVA Argentina y Supervielle, cuyas acciones mostraron alzas sostenidas durante la semana electoral.
Entre la promesa y la realidad
La historia económica argentina está llena de ciclos de entusiasmo que no lograron sostenerse en el tiempo. La diferencia, según Citi, podría estar en la "determinación política" del actual gobierno para mantener el rumbo, incluso en un contexto de fragilidad social.
Por ahora, el mercado parece dispuesto a concederle el beneficio de la duda. El rally bursátil refleja una fe renovada en la posibilidad de estabilidad, aunque esa confianza dependerá de la capacidad de Milei para transformar su capital electoral en gobernabilidad efectiva.
En los próximos meses, el eje se desplazará del discurso a la ejecución: de la promesa de cambio a los resultados tangibles. El país entra así en una etapa en la que la política y la economía se funden en una sola prueba: demostrar que el experimento libertario puede traducirse en crecimiento real y sostenido.