Los aranceles al acero y aluminio que impuso Donald Trump treparon al 50% desde este miércoles, en una decisión que pone en evidencia las idas y vueltas del presidente estadounidense en el tablero comercial global. Argentina, que se ubica como el sexto proveedor de aluminio de Estados Unidos, exportó en 2024 productos por unos US$630 millones, combinando ambos metales.
La medida, que se inscribe en una escalada de tensión comercial, encuentra al gobierno argentino negociando contrarreloj. Esta semana comenzó en Washington la segunda ronda de contactos para intentar frenar la aplicación de aranceles recíprocos sobre los bienes argentinos que llegan al mercado norteamericano.
El embajador Luis María Kreckler y el secretario de Coordinación del Palacio de Hacienda, Pablo Lavigne, encabezan la delegación argentina. Se reúnen con funcionarios de la Secretaría de Comercio y de la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR).

La discusión técnica tiene dos límites difíciles de sortear. Por un lado, Trump cambia el nivel de los aranceles de acuerdo con el rumbo de su disputa comercial con China. Por otro, Javier Milei carece de respaldo legislativo suficiente para avanzar con las reformas que la Casa Blanca considera necesarias.
La embestida arancelaria busca frenar a China, restringir la inmigración indocumentada y combatir el tráfico de Fentanilo. En ese marco, el informe anual del USTR expone en cuatro páginas los desequilibrios que observa en las relaciones bilaterales con Argentina. Cita barreras aduaneras, restricciones a las importaciones, prohibiciones, tasas e incluso derechos de propiedad intelectual.
El informe, donde Argentina figura en la foja 14, funciona como hoja de ruta para quedar exento del castigo impositivo. Pero el contexto político en ambos países vuelve la negociación una cuestión abierta.
Cronología y contradicciones
Las señales que emitió la Casa Blanca a lo largo de los últimos meses muestran un patrón de decisiones zigzagueantes que complican cualquier intento de negociación estable. Mientras el gobierno argentino intenta evitar quedar atrapado en la red de penalidades comerciales, Washington multiplica mensajes contradictorios, modifica criterios técnicos y altera plazos con el correr de los días. Ese escenario alimenta la incertidumbre y vuelve indispensable repasar los principales hitos que marcaron este giro proteccionista.
7 de febrero
Trump hizo sus primeros comentarios públicos sobre la imposición de aranceles radicales a las importaciones extranjeras. Ya había anunciado medidas separadas para los productos provenientes de China, Canadá y México. Les dijo a los periodistas que buscaba aranceles recíprocos que igualaran los derechos que otros países les aplican a los productos estadounidenses. Aseguró que quiere garantizar que "seamos tratados equitativamente" y agregó: "no queremos más, ni menos".
13 de febrero
Trump firmó un memorando que ordenó a su administración corregir los "acuerdos comerciales no recíprocos" con otros países. Dispuso que se determinara el equivalente a un arancel recíproco para cada socio comercial extranjero, teniendo en cuenta los impuestos a los productos estadounidenses, pero también los costos asociados, como el IVA y las trabas no arancelarias, incluidas regulaciones que dificultan la entrada de productos de EE.UU.
26 de marzo
La administración Trump anunció aranceles del 25% a los autos importados que comenzarán a aplicarse desde el 3 de abril. A partir del 3 de mayo, se extenderán a las autopartes. Trump dijo que estos gravámenes iban a impulsar un "tremendo crecimiento en la industria automotriz", ya que los fabricantes construirían más plantas en territorio estadounidense.
27 de marzo
Trump sostuvo que los aranceles a los automóviles serían "permanentes" durante su segundo mandato.
31 de marzo
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, les dijo a los periodistas que "no habrá exenciones en este momento" para los aranceles a productos extranjeros.
2 de abril
Trump presentó su política arancelaria en un acto por el "Día de la Liberación" en la Casa Blanca. Dio detalles del plan, que prevé aranceles del 10% al 50% para casi todos los países, incluso los deshabitados. Sin embargo, la administración pareció haber calculado los aranceles dividiendo el superávit comercial de cada país con EE.UU. por su valor de exportación, y no con la fórmula más sofisticada que había anunciado (cambio de rumbo número 1).
A pesar de los dichos de Leavitt el 31 de marzo, la orden ejecutiva que establece los aranceles exime "al cobre, los productos farmacéuticos, los semiconductores, los artículos de madera, ciertos minerales críticos y los productos energéticos" (cambio de rumbo número 2).
Trump también dio marcha atrás con su promesa anterior de aplicar aranceles recíprocos equivalentes a los que otros países les imponen a los productos estadounidenses. En su discurso, aclaró que la administración, en cambio, "les cobraría aproximadamente la mitad de lo que... [otros países] nos han estado cobrando, por lo que los aranceles no serán totalmente recíprocos", y explicó: "Podría haberlo hecho, supongo, pero habría sido difícil para muchos países y no queríamos hacerlo" (cambio de postura número 3).
3 de abril, 16 h (EDT)
El asesor comercial de Trump, Peter Navarro, negó en CNBC que Trump tuviera intención de negociar los aranceles con otros países. "Esto no es una negociación. Esto no es eso. Es una emergencia nacional", aseguró. Ese mismo día, Lutnick le había dicho a CNN que Trump no pensaba retroceder con los aranceles.
3 de abril, 17 h (EDT)
Menos de una hora después, Trump les dijo a periodistas a bordo del Air Force One que estaba dispuesto a negociar. Señaló que Estados Unidos cuenta con "un gran poder para negociar" gracias a los aranceles y agregó que consideraría llegar a un acuerdo "si alguien dijera que les vamos a dar algo fenomenal, siempre y cuando nos den algo bueno" (cambio de postura número 4).
4 de abril, 8:44 h (EDT)
Trump aseguró que no daría marcha atrás con su política arancelaria. En Truth Social escribió: "A LOS MUCHOS INVERSORES QUE VIENEN A ESTADOS UNIDOS E INVIERTEN ENORMES CANTIDADES DE DINERO, MIS POLÍTICAS NUNCA CAMBIARÁN".
6 de abril, entre las 9 y las 11:30 h (EDT)
Ese domingo, varios asesores de Trump afirmaron que el presidente no planea cambiar su postura sobre los aranceles en el futuro cercano. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, dijo en "Meet the Press" que los aranceles "no son el tipo de cosas que se pueden negociar en días o semanas". A su vez, Lutnick le dijo a CBS News que "no hay forma de posponer" la entrada en vigencia de las medidas.
Aunque marcaron una postura firme, también señalaron que Trump estaba abierto a negociar. El asesor económico de la Casa Blanca, Kevin Hassett, contó a ABC News que "más de 50 países" se habían contactado para iniciar conversaciones. Por su parte, Bessent dijo que esas negociaciones "serán una decisión del presidente Trump, pero... ha creado la máxima influencia para sí mismo" (cambio de postura número 5).
Lutnick, además, defendió los aranceles a las importaciones de celulares, a pesar de que estas medidas provocaron una caída en el precio de las acciones de Apple. Le dijo a CBS: "El ejército de millones y millones de seres humanos atornillando pequeños tornillos para fabricar iPhones, ese tipo de cosas van a venir a Estados Unidos".
7 de abril, 11:14 h (EDT)
Trump amenazó con imponer aranceles adicionales del 50% a China como respuesta a las represalias de Beijing. Aseguró que "todas las conversaciones" con ese gobierno "terminarán", aunque también dijo que su administración empezaría de inmediato negociaciones con otros países que ya se habían comunicado. Poco después, Bessent confirmó que el presidente le ordenó iniciar conversaciones con Japón.
7 de abril, 15 h (EDT)
En la Oficina Oval, Trump declaró ante los periodistas que "no estaba considerando" frenar los aranceles. Cuando le preguntaron si eran permanentes o negociables, respondió: "Ambas cosas pueden ser ciertas" y explicó: "Puede haber aranceles permanentes y también puede haber negociaciones".
Insistió en que seguiría con su política arancelaria a pesar de la volatilidad en el mercado de acciones. "Ningún otro presidente estaría dispuesto a hacer lo que yo estoy haciendo", dijo, y agregó: "No me importa hacerlo porque veo una hermosa imagen al final".
8 de abril
Jamieson Greer, representante comercial de Trump, declaró ante el Comité de Finanzas del Senado que la Casa Blanca "hará que el plan del presidente entre en vigor" el 9 de abril, como estaba previsto. Negó cualquier tipo de demora, aunque explicó que el gobierno ya estaba "acoplando eso con negociaciones inmediatas".
8 de abril, 13 h (EDT)
En conferencia de prensa, Karoline Leavitt afirmó que Trump ordenó a su equipo comercial cerrar acuerdos "a medida" con cada país que se comunique con la Casa Blanca. Reafirmó además que el presidente busca traer la producción de tecnología al país. "Absolutamente" piensa que los iPhones y otros productos pueden fabricarse en Estados Unidos, y que "tenemos la mano de obra, la fuerza laboral y los recursos para hacerlo".
9 de abril, 9:33 h (EDT)
Después de que el mercado se desplomó por la entrada en vigor de los aranceles a las 00:01 h (EDT), Trump pidió calma. En Truth Social escribió: "Todo va a salir bien", y llamó a los estadounidenses a comprar acciones y a las empresas a volver con sus operaciones al país.
9 de abril, 13:18 h (EDT)
En un giro inesperado, Trump anunció en Truth Social que suspendería lo más duro de sus aranceles durante 90 días para la mayoría de los países. Sin embargo, mantendría una tasa base del 10% y aumentaría los aranceles sobre la mayoría de los productos chinos en un 125% (cambio de actitud número 6).
Después del anuncio, varios funcionarios defendieron la medida como parte de la estrategia del presidente. Bessent dijo que "esta fue su estrategia desde el principio" y que Trump "puso a China en una mala posición". Leavitt, por su parte, criticó a los medios: "Muchos de ustedes claramente no entendieron el arte del trato".
Trump desmintió casi de inmediato esas declaraciones. Más tarde, ante la prensa, explicó que suspendió los aranceles porque "la gente se estaba pasando un poco de la raya. Se estaban poniendo nerviosos", y reconoció que tomó la decisión "probablemente esta mañana temprano", después de que los aranceles ya se habían activado (cambio de opinión número 7).
9 de abril, 15 h (EDT)
Trump les dijo a los periodistas en la Oficina Oval que todavía planea aplicar aranceles adicionales a productos farmacéuticos y chips semiconductores. Aseguró que Estados Unidos construirá una planta de chips que "será una de las más grandes del mundo" y que todo lo necesario para aprobarla se "hará en cuestión de meses".
10 de abril, 11 h (EDT)
Mientras los mercados volvían a caer luego de un repunte por la pausa de 90 días, Trump se mantuvo firme en su política arancelaria. En una reunión de gabinete declaró: «Creemos que estamos en muy buena forma. Creemos que lo estamos haciendo muy bien. De nuevo, habrá un costo y problemas de transición, pero al final, será algo maravilloso».
11 de abril, 17 h (EDT)
A bordo del Air Force One, Trump dijo a los periodistas que su tasa arancelaria base del 10% probablemente sea "el piso", aunque "podría haber un par de excepciones". También expresó que está "muy cómodo ahora" con aranceles de al menos 145% para importaciones chinas, sin descartar negociaciones.
11 de abril, 22:36 h (EDT)
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. emitió una guía de "exclusión arancelaria recíproca" que exime de los aranceles a teléfonos inteligentes, computadoras y otros dispositivos electrónicos. La medida contradijo declaraciones anteriores del presidente y de sus funcionarios, que buscaban trasladar esa producción a Estados Unidos (cambio de rumbo número 8).
12 de abril
Ante la exención para productos tecnológicos, la Casa Blanca insistió en que la administración todavía quiere traer esa producción al país. Leavitt afirmó en un comunicado: "El presidente Trump ha dejado claro que Estados Unidos no puede depender de China para fabricar tecnologías críticas como semiconductores, chips, teléfonos inteligentes y computadoras portátiles... estas empresas se están apresurando a trasladar su fabricación a Estados Unidos lo antes posible".
13 de abril, 9 h (EDT)
Lutnick dijo en el programa "This Week" de ABC que la exención para semiconductores y otros bienes es temporal. Afirmó que Trump todavía trabaja en nuevos aranceles para productos tecnológicos y farmacéuticos, que se aplicarán "probablemente en uno o dos meses".
13 de abril, 15:36 h (EDT)
Trump escribió en Truth Social que no se anunció "ninguna 'excepción' arancelaria el viernes" y que los productos como celulares y otros bienes "simplemente se están moviendo a un 'grupo' arancelario diferente". Añadió que su administración "echará un vistazo a los semiconductores y TODA LA CADENA DE SUMINISTRO DE ELECTRÓNICA en las próximas Investigaciones Arancelarias de Seguridad Nacional" (cambio de rumbo número 9).
Ese mismo día, más tarde, dijo a los periodistas en el Air Force One que pronto anunciaría nuevos aranceles para chips, semiconductores y productos farmacéuticos. Prometió restablecer los aranceles a productos electrónicos "muy pronto", aunque aclaró que también "hablaría con las empresas" porque "hay que mostrar cierta flexibilidad. Nadie debería ser tan rígido".
14 de abril
Trump declaró que evaluará la posibilidad de pausar los aranceles a los autos, al notar que algunos fabricantes ya trasladaron su producción a Estados Unidos. "Estoy buscando algo para ayudar a algunas de las compañías automotrices, que están cambiando a piezas que se fabricaron en Canadá, México y otros lugares", explicó.
17 de abril, 16 h (EDT)
Trump dijo a los periodistas que su administración "va a llegar a un acuerdo con todos" en materia comercial y que los acuerdos se "concluirán" "en las próximas tres o cuatro semanas". Agregó: "En cierto punto, si no llegamos a un acuerdo, simplemente estableceremos un límite, estableceremos un arancel... y les diremos: 'Pasen y compren'".
Ese mismo día, aseguró que "hará un muy buen trato con China" y se mostró "100 por ciento" convencido de que puede cerrar un acuerdo comercial con la Unión Europea. Aclaró que "no tiene prisa" por anunciar pactos con países en particular.
22 de abril, 16 h (EDT)
Trump les dijo a los periodistas que no planea jugar "mano dura" con China en las negociaciones y dejó entrever una posible reducción de la tasa arancelaria punitiva del 145% a las importaciones chinas. Admitió que la tasa es "muy alta" y que "bajará sustancialmente, pero no será cero", contradiciendo lo que había dicho antes sobre sentirse "cómodo" con el nivel actual de los aranceles (cambio de postura número 10).
23 de abril, 11 h (EDT)
Bessent desmintió a Trump sobre la reducción unilateral de aranceles a productos chinos. Aseguró a los periodistas que no existía tal oferta, aunque admitió: "No creo que ninguna de las partes crea que los niveles arancelarios actuales sean sostenibles, por lo que no me sorprendería si bajaran de manera mutua".
También surgieron diferencias con Trump sobre el estado de las conversaciones con China. Mientras el presidente afirmó que su gobierno está hablando "activamente" con Beijing, Bessent declaró en otro acto que "ambas partes están esperando hablar con la otra". Cuando le preguntaron si eso significaba que no estaban en diálogo, respondió: "Todavía no".
29 de abril
Trump firmó una orden ejecutiva que exime a las empresas que pagan el arancel del 25% sobre autos y autopartes importadas de tener que abonar otros aranceles, como los del acero y el aluminio (cambio de postura número 11).
Además, esas empresas recibirán un reembolso por los aranceles sobre las piezas importadas. El reintegro será de hasta el 3,75% del valor de un auto nuevo durante el primer año y del 2,5% en el segundo, antes de que se elimine gradualmente, según informaron varios medios.
6 de mayo, 12 h (EDT)
Trump moderó las expectativas sobre acuerdos comerciales con otros países. En diálogo con periodistas se quejó: "¿Cuántos acuerdos van a firmar esta semana?" y criticó que sus funcionarios dijeran que cerrarían pactos con todos los países que lo pidieran, a pesar de que él mismo había dicho que haría acuerdos con "todo el mundo" (cambio de postura número 12).
"Creo que mi gente no lo ha dejado claro. Firmaremos algunos acuerdos", explicó, "pero mucho más importante es que vamos a reducir el precio que la gente tendrá que pagar para comprar en Estados Unidos. Piensen en nosotros como una tienda de superlujo, una tienda que tiene los productos".
También aclaró que no tenía apuro por comenzar negociaciones con China. Dijo que EE.UU. "no pierde nada" por no comerciar con Beijing y, cuando le preguntaron si reduciría los aranceles para iniciar las charlas, respondió con un rotundo "no".
6 de mayo, 19 h (EDT)
Poco después de esas declaraciones, Bessent y Greer informaron que iban a reunirse con funcionarios chinos en Suiza durante el fin de semana. Beijing afirmó que la reunión fue solicitada por la Casa Blanca, pero Trump lo negó más tarde (cambio de postura número 13).
8 de mayo
Trump anunció el primer acuerdo comercial de su gestión, o al menos su marco, con el Reino Unido. A pesar del pacto, mantuvo vigente el arancel base del 10% sobre las importaciones británicas.
9 de mayo, 7:26 h (EDT)
En Truth Social, Trump insinuó un posible arancel del 80% para los productos chinos y escribió: "¡Un arancel del 80 % a China me parece correcto! Depende de Scott B." El comentario llegó un día después de que insinuara ante la prensa que consideraba bajar los aranceles si las negociaciones del fin de semana salían bien: "Ya saben que [el arancel] bajará" (cambio de postura número 14).
9 de mayo, 13 h (EDT)
Karoline Leavitt declaró que el arancel base del 10% sobre productos extranjeros será permanente, incluso después de cerrar acuerdos comerciales. Afirmó que Trump está "decidido a continuar con ese arancel base del 10%".
12 de mayo
Bessent y funcionarios chinos anunciaron una pausa de 90 días para los aranceles más severos entre ambos países. Estados Unidos redujo su tasa sobre la mayoría de los productos chinos a un 30% combinado, que incluye los aranceles del "Día de la Liberación" y los del 20% que Trump había fijado anteriormente. La cifra quedó muy por debajo del 80% que Trump había planteado (cambio de postura número 15).
16 de mayo
Trump sugirió que aplicará nuevas tasas arancelarias antes de cerrar acuerdos con otros países. Esto contradijo a la Casa Blanca, que había prometido ofrecer acuerdos a todos los países que se contactaran. "Tenemos... 150 países que quieren llegar a un acuerdo, pero no podemos ver a tantos países", declaró (cambio de postura número 16).
Además, indicó que Lutnick y Bessent "enviarán cartas" en las próximas semanas a gobiernos con los que no se negociará, detallando cuánto deberán pagar para hacer negocios en EE.UU.
18 de mayo
Bessent, en CNN, corrigió a Trump: dijo que solo están negociando con 18 socios comerciales clave y que las cartas no establecerán nuevas tasas, sino que notificarán a los países que no negocien "de buena fe" que sus aranceles volverán a los niveles del 2 de abril (cambio de rumbo número 17). También sugirió, por primera vez, que podrían imponer aranceles generales por región, como en América Central o partes de África.
19 de mayo
Kevin Hassett, en Fox Business, aseguró que tienen "una serie de acuerdos" listos para firmar en las próximas dos semanas. Señaló que podrían servir de modelo para otros países y coincidió con Bessent en que, si no hay acuerdos, se aplicarán las tasas del 2 de abril.
23 de mayo, 7:19 h (EDT)
Trump amenazó con aplicar un arancel del 25% a los iPhones si Apple no fabrica sus teléfonos en Estados Unidos. En Truth Social escribió que la medida se aplicará si los dispositivos se siguen haciendo "en India o en cualquier otro lugar" (cambio de rumbo número 18).
23 de mayo, 7:43 h (EDT)
Poco después, Trump también amenazó con imponer un arancel del 50% a las importaciones de la Unión Europea a partir del 1 de junio. En otra publicación en Truth Social escribió que el bloque europeo "ha sido muy difícil de tratar" y afirmó: "¡Nuestras conversaciones con ellos no llevan a ninguna parte!" (cambio de postura número 19).
23 de mayo, 9:30 h (EDT)
Después de que Hassett dijera que los acuerdos con otros países podrían anunciarse pronto, Bessent adoptó un tono más cauteloso. En Fox News, señaló que espera ver "más y más" acuerdos "a medida que nos acercamos al final del período de 90 días", que vence en julio (cambio de postura número 20).
25 de mayo
Luego de una llamada con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, Trump anunció que postergará hasta el 9 de julio la imposición de aranceles del 50% a la Unión Europea. Dijo que se "reunirá rápidamente" con los líderes europeos para "ver si podemos llegar a algo" (cambio de postura número 21).
28 de mayo
Cuando le preguntaron si se había "acobardado" al retroceder con las tasas arancelarias más altas, Trump calificó la consulta como una "pregunta desagradable". Defendió su estrategia al afirmar que fijó aranceles altos para luego bajarlos: "Eso se llama negociaciones".
"Se establece un número" para luego reducirlo, explicó. Dijo que consideraba "alta" la tasa del 145% que aplicó a las importaciones chinas. También admitió que puso el 50% a la UE para forzarla a negociar. Reflexionó que, si cierra un acuerdo con Europa y reduce ese arancel a una cifra más "razonable", algunos lo van a llamar "cobarde".
30 de mayo
Durante un acto en Pensilvania, Trump anunció que aumentará del 25% al 50% los aranceles al acero. Dijo que la medida empezará a regir el 4 de junio (cambio de postura número 22).
4 de junio
Entró en vigencia el aumento de los aranceles al acero y al aluminio, que ahora tienen una tasa del 50%. Sin embargo, las importaciones provenientes del Reino Unido seguirán pagando un 25% gracias al acuerdo comercial alcanzado entre ambos gobiernos.
Nota publicada en Forbes US.