El empresario Alejandro Roemmers ratificó ante el juez que fue estafado en 35,2 millones de euros por su ex socio
Roemmers declaró en calidad de testigo en el procedimiento abierto contra José Luis Moreno y ratificó sus dichos anteriores sobre una superproducción de la vida de San Francisco de Asís.

Alejandro Roemmers tomó la palabra ante el juez del denominado en España como "Caso Titella". El empresario argentino, que declaró en calidad de testigo en el procedimiento abierto contra José Luis Moreno y ratificó que se siente estafado por su ex socio, a quien financió con 35,2 millones de euros para realizar una superproducción sobre la vida de San Francisco de Asís. Roemmers  confirmó que la serie existe, pero la ha tildado de "mediocre". 


El empresario, que compareció  como perjudicado por este asunto, ha delegado todas las negociaciones en la figura de Joseph Francis Fay, mano derecha suya. 

Según fuentes presentes en el interrogatorio consultadas por Vozpópuli, el magnate ha reiterado que el trabajo que encargó  a su ex socio José Luis Moreno no cumplió con sus expectativas ya que él esperaba una superproducción sobre la vida de San Francisco de Asís, de quien es especial seguidor. Al respecto dijo que las grabaciones realizadas no tenían la suficiente profundidad espiritual.

Roemmers, que habría sido estafado por Moreno, figura como perjudicado en la causa después de que invirtiera más de 30 millones de euros para la producción de la serie sobre Francisco de Asís. En un comunicado emitido en agosto, su defensa explicaba que Roemmers se apersonó para conocer la realidad de 'Glow & Darkness', "su calidad, su costo, y qué falta" por realizar.

Adoni Aldekoa; el autor y creador de la obra Franciscus, Alejandro Roemmers, y Jose Luis Moreno

Dado que había realizado con éxito el musical 'Franciscus' en 2016, y tras llevarlo a España de la mano de Moreno en 2018, Roemmers explicó en un comunicado que decidió constituir junto a Moreno  -un famoso humorista español- en 2018 una empresa conjunta: Dreamlight International Productions, "financiada íntegramente" por Roemmers a través de su sociedad Franciscus Productions.

El objetivo era realizar "una gran serie internacional" sobre la figura de Francisco de Asís y su época histórica. Como explicó Roemmers, la producción de la serie fue avanzando siempre "aunque con importantes demoras y sobrecostos" que él fue financiando porque quería llevar a buen término la serie y proceder a su comercialización y difusión.

José Luis Moreno, ex socio de Roemmers

Habría sido a raíz de la investigación policial en el caso 'Titella' y de las conversaciones intervenidas en el curso de las pesquisas por presunta defraudación a entidades bancarias, cuando Roemmers supo que "podría estar siendo estafado mediante la emisión de facturas ficticias que no respondían a gasto alguno o eran infladas arbitrariamente para desviar los fondos entregados (...) para la realización de la serie".

Sus creencias, de hecho, explican en parte las desavenencias con el productor español Moreno, pues él mismo destacó durante el interrogatorio la decepción que le supuso enterarse de que no era religioso. 

Según señaló al juez, su temor a que la vida de san Francisco de Asís no se reflejara de manera respetuosa también le llevó a revisar los guiones e incluso a reescribirlos, tratando así de corregir la falta de espiritualidad que supuestamente adolecía la producción, explican las fuentes consultadas.

En un escrito remitido al juez el pasado diciembre, Roemmers ya apuntaba a que Moreno no llegó a concluir "ni uno solo de los capítulos" de la serie y remarcaba su temor a que la utilizara para "desviar fondos". Este miércoles incidió en la misma idea, pero también reconoció haber visto parte de la serie e incluso haber viajado a Marruecos durante el rodaje. A lo largo de su comparecencia, repitió una y otra vez la misma idea: su objetivo no era ganar dinero, sino sacar adelante una serie sobre el amor.

Jose Luis Moreno en julio, cunado recuperó la libertad

Tras la declaración de Moreno

La declaración de Roemmers llegó unas semanas después de que Moreno, el principal investigado en 'Titella', declarase como investigado el pasado 17 de febrero. Ante el juez, el humorista negó cualquier ilegalidad en relación con la presunta macroestafa que se investiga en la Audiencia Nacional, asegurando que no es "capo" de nada, sino un empresario con una larga trayectoria.

Moreno se refirió entonces a Roemmers como una persona estupenda y un gran escritor que, a su juicio, merece el premio Nobel. Eso es un "bulo", afirmó sobre la presunta estafa al argentino, recalcando que la Audiencia Nacional tiene en su poder desde hace meses los 1.900 minutos grabados, que equivalen a unos 35 capítulos, algunos de los cuales se ofreció a mostrar.

Moreno indicó que hasta el propio Roemmers se dio cuenta durante un viaje que hicieron en el contexto de la grabación de 'Glow & Darkness' de que los 35 millones de euros que había invertido en la sociedad conjunta, Dreamlight, podían no ser suficiente para hacer frente a una producción tan ambiciosa.

Alejandro Roemmers

De hecho, detalló que el empresario argentino observó que los precios de producciones similares eran más altos, lo que le generó inquietud, por lo que Moreno propuso una auditoría. Hubo dos peritos, uno por parte de Roemmers y otro por parte del humorista porque, según expuso, el inversor es buena persona pero muy influenciable. De esas pericias quedó claro que el valor de la producción era muy superior al dinero inyectado: más de 250 millones.

José Luis Moreno, otrora estrella televisiva también rechazó irregularidades en los pagos efectuados por Dreamlight. De acuerdo con su versión, no se desembolsaba ni un euro sin que el equipo de Roemmers diera el visto bueno. Había hasta tres 'controllers', subrayó.

Roemmers y Alberto Fernández

El contexto del caso

Los investigadores dividen la presunta trama en dos organizaciones: una liderada por Moreno, Antonio Aguilera y Antonio Salazar, dedicada desde 2017 al "fraude y estafa a entidades bancarias e inversores privados", "a la falsificación de efectos bancarios como cheques y pagarés" y al "blanqueo de capitales"; y otra, encabezada por Carlos Brambilla, presunto narcotraficante que se habría valido de dicha estructura para blanquear el dinero.

Según el relato judicial, Moreno y Aguilera serían los "máximos responsables" y Salazar, el tercero en acción. Cada uno tendría una función. El productor, "como persona pública muy reconocida, prestaría su nombre como tarjeta de visita" a fin de conseguir fácilmente la financiación que fingirían necesitar para poner en marcha un proyecto cinematográfico. Por lo tanto, "era el principal receptor de los fondos obtenidos".

Roemmers, en tiempos felices

Ese dinero pasaría entonces a manos de Aguilera y Salazar. Los dos tendrían "amplios conocimientos en operativa bancaria y mercantil", por lo que se ocuparían de crear las sociedades, "maquillarlas", poner administradores y presentarlas ante las entidades bancarias como los destinatarios de la financiación necesaria para dichos proyectos. En realidad, carecerían de actividad alguna.

Mediante esta red de "empresas pantalla" administradas por presuntos testaferros ambas organizaciones moverían "grandes cantidades de dinero en efectivo" a las que intentaban dar salida con ingresos que hacían pasar por beneficios de su labor mercantil o con inyecciones en metálico para lo que contarían con la complicidad de empleados de banca que se llevarían su comisión a cambio de introductor este dinero en el circuito legal.

  • Con información de El Confidencial y Vozpópuli