Este jueves 10 de julio se darán a conocer los resultados de la última licitación del Tesoro Nacional, con la cual se busca recaudar dinero mediante la emisión de múltiples instrumentos financieros.
En este contexto, el mercado se pregunta dónde estará el foco de la demanda, si en los títulos a tasa fija apostando a una baja de la inflación, en aquellos ligados a los precios de la economía pensando en un recalentamiento de los mismos o en los centrados en la cobertura cambiaria.
Puntualmente, se licitarán Lecaps con vencimiento en agosto (S15G5), septiembre (S12S5) y noviembre (S28N5) de 2025; Boncaps con cierre en octubre (T17O5) de 2025, enero (T30E6) y junio (T30J6) de 2026 y enero (T15E7) de 2027; un Boncer a caducar en marzo (TZXM6) de 2026; y dos Lelinks ligadas al dólar con cupón cero, una que vence en octubre (D31O5) de 2025 y otra que termina en enero (D16E6) de 2026.
De acuerdo a Eric Ritondale, economista jefe en Puente, la licitación marca un hito relevante al ser la última antes del cierre de la ventanilla de Lefis del Banco Central, lo cual implica un cambio estructural en la dinámica del mercado en pesos.
Los bancos, que actualmente mantienen $15,1 billones en este tipo de activos, deberán reubicar esa liquidez, y parte de esos flujos podría migrar hacia el tramo corto de la curva de Lecaps.
No obstante, el ejecutivo aclaró que el menú de la licitación incluye nuevamente bonos dollar-linked que podrían captar interés por parte de inversores que buscan cobertura cambiaria, especialmente considerando que uno de los nuevos bonos vence después de las elecciones de octubre.
"Con los futuros de dólar rindiendo por encima de la curva en pesos y los bonos dollar-linked ofreciendo tasas reales positivas, estos instrumentos también podrían contribuir a moderar las tasas implícitas en el mercado de futuros", indicó.
En esta línea, Justina Gedikian, estratega de renta fija en Cohen, declaró que la licitación llega en un contexto de mayor presión cambiaria, por lo que es esperable que el Tesoro convalide tasas más altas, especialmente en el tramo corto de los títulos a tasa fija, para contener estas tensiones.
"Además, si bien el vencimiento inmediato no es significativo ($2,88 billones), hacia fin de mes los compromisos ascienden a $10,24 billones, lo que refuerza la necesidad de asegurar un buen roll-over desde ahora", añadió.
"En cuanto a los instrumentos de cobertura cambiaria, probablemente veamos un mayor interés, en línea con lo que viene ocurriendo en el mercado secundario, donde muestran el mejor desempeño dentro del universo en pesos desde principios de junio. Más allá de esta dinámica, el Gobierno buscaría contener las presiones cambiarias para sostener la nominalidad de la economía de cara a las elecciones de octubre", señaló Gedikian.
De acuerdo a su análisis, pasada la fecha de las elecciones, el mercado cambiario podría atravesar una etapa de mayor volatilidad. Justó ahí, la Lelink D16E6 que vence en enero del próximo año ganaría protagonismo por perfilarse como una opción atractiva de cobertura cambiaria.
Pero si se escucha al Gobierno, carecería de sentido apostar por este instrumento financiero, ya que, según el proyecto del presupuesto 2026, el tipo de cambio oficial cerraría el 2025 en $1.229 por unidad, un monto inferior a los $1.280 alcanzados durante la jornada de este lunes y a los $1.324 proyectados por los analistas encuestados por el Banco Central para el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) de junio.