La escena cripto global tuvo un punto de convergencia inesperado en Buenos Aires. En el marco de DevConnect, la conferencia que reunió a miles de desarrolladores y emprendedores entre el 17 y el 22 de noviembre, Base —la red de capa 2 impulsada por Coinbase sobre Ethereum— eligió a la capital argentina como sede para su programa más ambicioso: crear una comunidad internacional de un millón de desarrolladores onchain.
En el centro de esa estrategia está Xen Baynham-Herd, Head of Global Builders de Base, un rol que él define como "builder de builders", alguien dedicado a formar, conectar y financiar a quienes están construyendo las próximas aplicaciones del mundo descentralizado.
Su recorrido reciente por México, Brasil y Argentina marcó un quiebre personal. En la entrevista con Forbes Argentina, Xen recuerda la película Diarios de Motocicleta y la idea de que un viaje puede reformular la manera en que una persona entiende una región. "Hay que estar acá para sentirlo", dice. "La energía, la gratitud, el deseo genuino de construir algo nuevo... este viaje me cambió y me hizo querer volver para ayudar a crecer el ecosistema de Base."
Por qué Argentina importa en la revolución onchain
Para Xen, lo que distingue a América Latina —y especialmente a Argentina— es que las ideas nacen de problemas reales. No hay especulación teórica: hay inflación, dificultades de acceso al dólar, un mercado informal enorme y una población que encontró en las stablecoins una herramienta cotidiana.
"Hace unos años era difícil acceder al dólar fuera de Estados Unidos. Hoy una stablecoin te permite protegerte de la inflación con la misma facilidad que cualquier otra divisa", explica.

Su visión va más lejos: anticipa que los gobiernos querrán emitir sus propias stablecoins locales -algo que ya está sucediendo-, abriendo una nueva generación de servicios financieros programables y accesibles para humanos, pero también para agentes de inteligencia artificial que operarán sobre estas monedas digitales.
A esa infraestructura se suma X402, el nuevo protocolo de Coinbase para pagos en sitios web. La combinación de stablecoins, IA y pagos instantáneos —según Xen— creará una arquitectura financiera completamente nueva, con impacto directo en regiones donde el mercado informal domina buena parte de la economía. "Las stablecoins incluyen a quienes hoy quedan fuera del sistema formal", resume.
Builders como motor del ecosistema: la apuesta global de Base
El objetivo de Base es ambicioso: llevar a mil millones de personas al ecosistema onchain y formar a un millón de desarrolladores que diseñen las aplicaciones que usará esa audiencia global. Para eso, la compañía está construyendo una red internacional de builders que no solo incluye desarrolladores, sino también fundadores, creadores de contenido, traders y comunidades enteras.
La estrategia combina educación, viajes, hackatones, mentoría y financiamiento directo. Un ejemplo concreto es Base Batches, el programa que reunió 725 proyectos de todo el mundo, de los cuales 50 finalistas fueron seleccionados para presentar su pitch en Buenos Aires. La diversidad geográfica del grupo fue notable: Nigeria, India, Indonesia, Estados Unidos, Reino Unido, Turquía, América Latina y otros países que demuestran que la innovación onchain está surgiendo lejos del eje Silicon Valley-Europa.
Durante DevConnect, Base organizó un Demo Day exclusivo con 50 fundadores top presentando sus avances ante inversores globales. "Muchos emprendedores me dijeron que tienen que viajar a Silicon Valley o Nueva York para buscar capital porque en sus países hay poco financiamiento disponible", cuenta Xen. "Hay oportunidades enormes acá, pero falta capital local que llegue a los equipos correctos."
El ganador absoluto del programa fue Upshot, de Malasia, que creó la primera plataforma de cartas de predicción de apuestas altas. También hubo once becas adicionales de US$10.000 cada una para proyectos como Glider (EE.UU., inversión DeFi sin gas), Paycrest (stablecoin transfronteriza para Nigeria), Rapixchange (plataforma cripto con cajeros automáticos en América Latina), Khuga (juego onchain de Indonesia), Fractionalized (tokenización de embarcaciones en Turquía) y NedaPay (pagos transfronterizos con stablecoins en Tanzania), entre otros.
Identidad digital, redes sociales onchain y el surgimiento del "estado en red"
Aunque la mayoría de las aplicaciones más masivas en cripto están vinculadas a las finanzas, Xen remarca que viene una nueva ola de plataformas sociales basadas en identidad digital soberana. Base lanzará su propia app social construida sobre estos principios.
En ese modelo, la identidad no pertenece a una Big Tech: es portable entre aplicaciones. Un creador, periodista o emprendedor digital puede llevar su audiencia a otra plataforma sin perder seguidores ni depender del algoritmo de una compañía. "Eso aumenta la competencia y da más poder a los creadores", destaca.
Su visión personal va incluso más lejos: construir un "estado en red", una comunidad global organizada donde convivan builders, inversores, creadores y usuarios, creando valor entre sí sin las limitaciones geográficas o regulatorias tradicionales. "Cuantos más creadores atraés, más fuerte es la red. Eso es lo que estamos construyendo."
Argentina como nodo estratégico para la próxima década onchain
La elección de Buenos Aires como sede del programa global de Base no fue casualidad. La combinación de talento técnico, adopción masiva de stablecoins, problemas económicos persistentes y una comunidad altamente activa convierte a Argentina en un punto neurálgico para la expansión de la economía onchain.
Para Xen, la región ofrece algo que no se encuentra fácilmente en otros mercados: "Aquí se construyen cosas que resuelven problemas esenciales. Esa es la innovación que realmente importa."
Su viaje —y su experiencia durante DevConnect— lo dejaron con una certeza: el futuro onchain no se escribirá solo en Silicon Valley, sino en lugares donde la tecnología deja de ser un experimento para convertirse en una necesidad diaria. Argentina ya está en ese mapa.