La movilidad laboral entre los jóvenes argentinos vuelve a mostrar su fuerza. De acuerdo al estudio "Generación Z en el mundo laboral: enfocados en el futuro, moviéndose rápidamente" de Randstad, el 33% de los trabajadores de la Generación Z en Argentina anticipa que cambiará de empleo en los próximos 12 meses. El dato contrasta con otras generaciones: 21% de los Millennials, 16% de la Generación X y 18% de los Baby Boomers.
Detrás de ese número aparece una generación que no se mueve por capricho ni por desinterés. El informe revela que solo el 11% de los Centennials planea quedarse en su puesto actual de forma indefinida. En cambio, 20% de los Millennials, 28% de la Generación X y 23% de los Baby Boomers manifiestan intención de permanencia.
La rapidez con la que se reubican en el mercado de trabajo expone una necesidad más profunda: encontrar espacios donde puedan desarrollarse, aprender y conectar con sus propios valores. La movilidad laboral entre los jóvenes ya no puede explicarse solo por un salario bajo o falta de estabilidad. Está guiada por la búsqueda de sentido.
Andrea Ávila, CEO de Randstad para Argentina, Chile y Uruguay, advierte que esta dinámica representa un reto para las empresas: "Los datos muestran que esta mayor movilidad laboral de la Generación Z plantea desafíos adicionales a las organizaciones a la hora de atraer y retener talento".
Metas claras, paciencia escasa
Uno de los datos que mejor retrata el espíritu de esta generación es la permanencia promedio en un empleo durante los primeros cinco años de carrera: apenas 1,1 años. Los Millennials se quedan 1,8 años, la Generación X 2,8 y los Baby Boomers 2,9.
Este comportamiento está lejos de vincularse con una falta de compromiso. El 41% de los Z afirma que piensa en objetivos a largo plazo cuando toma decisiones laborales. Ese porcentaje es superior al de los Millennials (37%), la Generación X (28%) y los Baby Boomers (25%). Tienen planes, pero quieren resultados concretos y prácticos. La falta de desarrollo profesional aparece como el segundo motivo, luego del salario, para cambiar de trabajo entre los Z (14%), igual que entre los Millennials. En cambio, representa solo un 11% entre los de la Generación X y 8% entre los Baby Boomers.
Ávila agrega: "Esta nueva realidad nos interpela para repensar cómo construimos trayectorias profesionales atractivas, con aprendizaje continuo y oportunidades de impacto real que satisfagan los deseos y necesidades de los trabajadores más jóvenes".
Menos tiempo completo, más combinación
Otro dato del informe refuerza la ruptura con los modelos laborales tradicionales. Solo el 45% de los trabajadores de la Generación Z ocupa hoy puestos a tiempo completo. Y dentro de ese grupo, 31% preferiría tener un empleo principal y otro adicional.
El motivo parece claro: sumar experiencia, diversificar ingresos y tener mayor autonomía. Más de la mitad (52%) ya busca activamente un nuevo empleo. Y apenas 11% declara querer quedarse en su puesto actual a largo plazo.

La encuesta, realizada por Evalueserve entre el 30 de junio y el 14 de julio de 2025 en 15 mercados, muestra que esta generación valora la flexibilidad y la posibilidad de crecer rápido. Prefiere un empleo con impacto antes que uno estático y seguro. El trabajo ya no es solo un medio de sustento: debe alinearse con los valores personales.
La falta de oportunidades también empuja este movimiento. Randstad analizó 126 millones de ofertas laborales en el mundo y detectó una caída del 29% desde enero de 2024 en las vacantes de ingreso, aquellas que requieren entre 0 y 2 años de experiencia. Este freno complica el acceso al primer trabajo y obliga a improvisar estrategias nuevas.
Ávila lo plantea sin rodeos: "Los empleadores pueden solo prejuzgar que la movilidad es producto de un menor nivel de compromiso y atenerse a una profundización de la escasez de talento, o, por el contrario, asimilar la necesidad de trabajar colaborativamente con esta generación para definir trayectorias profesionales inspiradoras y ámbitos laborales más alineados con sus expectativas".
Las empresas que logren retener a los jóvenes no serán las que ofrezcan solo un buen salario, sino las que permitan visibilizar el crecimiento, reconozcan su opinión y vinculen el trabajo con una causa o un propósito. La Generación Z busca mucho más que una oficina y un sueldo a fin de mes. Busca un lugar que tenga sentido.