Los 'síntomas invisibles' del Covid-19 podrían ser peores que los ya conocidos
Uno de cada cinco pacientes con Covid-19 será diagnosticado con una enfermedad mental dentro de los tres meses posteriores a la recuperación.

Además de una serie de efectos físicos, el Covid-19 tiene un impacto profundo en la salud mental y el cerebro, con síntomas comunes como la depresión, la ansiedad y la fatiga. En una revisión de 215 estudios que exploran las formas en que el Covid-19 afecta el cerebro y la salud mental, los investigadores encontraron un gran número de pacientes que informaron síntomas de problemas de salud mental como depresión (23%) y ansiedad (16%). 

Los síntomas neurológicos también fueron comunes, siendo la pérdida del olfato (43%), debilidad (40%), fatiga (38%), pérdida del gusto (37%), dolor muscular (25%) y dolor de cabeza (21%) los síntomas notificados con mayor frecuencia.

Algunos problemas neurológicos graves también se relacionaron con la infección por Covid-19, incluido el accidente cerebrovascular isquémico (1,9%), el accidente cerebrovascular hemorrágico (0,4%) y las convulsiones (0,06%), que los investigadores señalaron que podrían conducir a un "aumento sustancial de la carga de la enfermedad". 

Si bien la mayoría de los estudios se centraron en casos graves, principalmente en los casos en que las personas habían sido ingresadas en el hospital, los investigadores encontraron sorprendentemente niveles igualmente altos de síntomas neurológicos y psiquiátricos en aquellos con enfermedades menos graves. 

En este grupo, la fatiga (55%), la pérdida del olfato (52%), el dolor muscular (47%), la pérdida del gusto (45%) y los dolores de cabeza (44%) se notificaron con más frecuencia que en los pacientes hospitalizados. El Dr. Jonathan Rogers, autor principal del estudio, dijo que el hallazgo indica "que el Covid-19 afecte la salud mental y el cerebro es la norma, más que la excepción".

Los factores sociales como el aislamiento, el estrés y el miedo tienen un impacto marcado en la salud mental de las personas, al igual que los cambios en los entornos laborales y de vida que crean nuevos factores de estrés. La investigación sugiere que uno de cada cinco pacientes con Covid-19 será diagnosticado con una enfermedad mental dentro de los tres meses posteriores a la recuperación. Las restricciones pandémicas y los sistemas médicos abrumados agravan el problema, levantando barreras para las personas que necesitan acceder a la ayuda y los recursos cuando más los necesitan.  

Además de que los sobrevivientes de Covid-19 tienen un riesgo psiquiátrico considerable, un estudio encontró que aquellos con enfermedades psiquiátricas preexistentes tenían un 65% más de probabilidades de contraer Covid-19, un hallazgo que los investigadores dijeron que necesitaba más investigación. Los investigadores y las organizaciones de salud mental pidieron a los gobiernos que den prioridad a los pacientes de salud mental en las campañas de vacunación debido a la creciente evidencia que muestra que este grupo es más vulnerable. 

Con información de Forbes US.