Matías Cohen quería estudiar programación, pero se topó con una barrera infranqueable: el bootcamp costaba US$ 4.000 y no podía pagarlo. Tenía trabajo, un buen historial crediticio, estaba bancarizado y disponía de tarjeta de crédito, pero no encontraba la manera de financiar sus estudios. Su dilema personal se convirtió en el problema que daría luz a Flevo, la startup enfocada en educación por la que apostó 17Sigma, el venture capital de 30 millones de dólares fundado por Pierpaolo Barbieri, CEO de Ualá, y dirigido por Bianca Sassoon.
Flevo es la única (y primera) compañía argentina financiada por 17Sigma, que busca impulsar start ups tecnológicas en América Latina que se encuentren en su fase inicial de crecimiento. “Es un honor increíble ser los únicos de Argentina elegidos por 17Sigma. Esperamos que sean muchísimos más”, asegura Cohen a Forbes Argentina.
La empresa emplea a once personas y opera en toda Hispanoamérica, Ya financió a 200 estudiantes y proyecta superar los 5.000 créditos para fin de año. “Vemos que estamos en un momento de oro para Latinoamérica. Es una oportunidad vinculada a la remotización que nunca se dio en la historia. Tenemos un talento de primera línea y la oportunidad de competir de igual a igual con el resto del mundo”, afirma el CEO desde Colombia.
Sus fundadores, Matías, Antonio Fridman, Agustina Michelena y Alex Schwartz, tienen entre 28 y 35 años y quieren cambiar el paradigma de la educación no tradicional en la región.
“Empezamos a pensar en cómo podíamos ayudar a que nadie más en Latinoamérica se quede sin la posibilidad de aprender habilidades que al fin y al cabo es transformarse. En definitiva, lo que buscamos es dar la posibilidad a la gente que inviertan en ellos mismos, en su educación, con vistas a tener mejores trabajos, mejores ingresos, más posibilidad de crecimiento”, cuenta Cohen.
De operar con los ahorros de sus fundadores a 17Sigma
Antonio Fridman, CFO de Flevo, cuenta que, en sus inicios, financiaron a la compañía con sus ahorros. “Fue mucho esfuerzo y sacrificio, meses de no ganar sueldo, de ajustarse”, asegura. “Después tuvimos una ronda de inversión. Ganamos el concurso de Platzi Start Ups. Tenemos inversores en distintas partes de Latinoamérica, con 17Sigma a la cabeza. Están súper comprometidos con la misión. Nos agregan un montón de valor”, agrega.
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El monto de inversión de 17Sigma es confidencial. Flevo planea llegar a más estudiantes en los próximos meses, pasando de financiar cursos de programación a finanzas, idiomas, y marketing digital.
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“Al alumno le decimos: “estudiá donde mejor te resulte”, y nos encargamos de armar un plan de pagos adaptado a sus capacidades. A la escuela le sacamos el problema del cash flow, porque no tienen que lidiar un montón de meses con un crédito, y le damos un software para que administre y gestione sus finanzas de una forma fácil”, explica Cohen.
Algoritmos para determinar el potencial de los estudiantes
En cuanto a la modalidad de los préstamos estudiantiles, Flevo ofrece múltiples opciones adaptadas a las necesidades de cada estudiante. Para determinar el plan de pagos, la compañía recolecta información sobre el estudiante, enfocándose en qué habilidades adquirirá y cuál será su potencial futuro.
Lo hace a través de algoritmos y entrevistas personalizadas. “Tratamos de entender el futuro potencial de ese estudiante. Usamos data points, fuentes no tradicionales, mezclamos los cursos que van a hacer, rasgos de la persona”, revela Schwartz, CPO de Flevo.
Agustina Michelena, COO de la start up, dice que quieren que los alumnos confíen en ellos en el proceso de cambio en sus vidas a través de la educación. Ella misma vivió en carne propia cómo una beca y una financiación de estudios transforma una vida, cuando se recibió de Licenciada en Economía en la Universidad Di Tella.
La financiación tiene diversas modalidades: plan de pagos diferidos, cuotas y acuerdos de participación en los ingresos futuros del estudiante. “Un buen crédito, una buena financiación o un buen plan de pagos te puede impulsar enormemente, te puede hacer despegar. Pero uno malo te puede hundir también porque si le dan un crédito a alguien que no puede pagar, lo pueden hundir porque estás creando una responsabilidad. Somos extremadamente cautelosos para definir cómo ayudamos a cada una de las personas”, concluye Cohen.
Para generar el mayor impacto posible, Flevo apunta a capacitar a la fuerza de trabajo de la industria tecnológica. Con esa receta, captaron la atención de Pierpaolo Barbieri, uno de los grandes jugadores fintech de la región. El objetivo es ambicioso: liderar una revolución educativa no tradicional en América Latina.
