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Efecto pandemia: mientras el empleo privado se derrumbó, los empleos públicos crecieron un 0,6%

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Los rubros esenciales cayeron menos que los no esenciales y la producción de bienes se redujo menos que la deservicios.

15 Marzo de 2021 13.30

Ni la prohibición de despidos ni la doble indemnización pudieron lograr lo inevitable. En plena pandemia, la estabilidad del empleo privado formal se vio atada con alambres. Más allá de las medidas del Gobierno nacional por dar un marco de contención, la realidad marcó el rumbo natural en una economía que pasó meses de depresión.

Durante 2020 se perdieron cerca de 220.000 puestos de trabajo formales según un informe elaborado por la consultora Ecolatina. Este número representó una caída del 1,8%. "La actividad económica cayó 10%, mostrando su peor retroceso desde 2002. Como era de prever, este deterioro impactó en casi todos los frentes de la economía: la demanda, los salarios y el empleo", indicó la consultora.

Si bien la situación crítica fue general, no todos los sectores sufrieron de la misma manera. Los rubros esenciales cayeron menos que los no esenciales y, en la misma línea, la producción de bienes se redujo menos que la de
servicios.

De la mitad de los empleos privados que se perdieron en los últimos tres años, 223.000 mil, la mitad, fueron en 2020.

Esta dinámica heterogénea también se verificó en el mercado de trabajo formal: los asalariados privados, los empleos de mayor calidad, fueron los que más sufrieron la crisis (202.000 puestos, 3,4% de caída). Del otro lado, los monotributistas y autónomos cayeron menos de la mitad, con un 1,4% (40.000 puestos), puntualizó el estudio.

Empleo privado versus empleo público

En contrapartida con lo sucedido a nivel privado, el empleo público creció 0,6% en sus tres niveles de gobierno -nacional, provincial y municipal-, sumando poco más de 19.000 trabajadores y resaltando el carácter contracíclico del gasto público.

Otro trabajo elaborado por los economistas Marcelo Capello y Azul Chiancarini precisa que desde que comenzó la pandemia en Argentina y hasta que finalizó el 2020, sólo dos provincias lograron evitar la caída del empleo privado formal: Tierra del Fuego (aumentó 7,8%) y San Luis (0,7%). Las caídas más significativas se dieron en Neuquén (9,1%), Jujuy (6,7 %) y Salta (6,1 %).

El gráfico muestra la evolución del empleo privado formal, que actualmente es inferior al de 2015 y prácticamente igual al de 2014.

En los últimos diez años, sólo 5 provincias no perdieron empleo privado: Neuquén, Chaco, Corrientes, Tucumán y Santiago del Estero. Paralelamente, en tres provincias -Río Negro, Jujuy y Misiones - el empleo privado se estancó. Sin embargo, lo más crítico se manifestó en los últimos tres años, en el que se perdieron 446.000 empleos. De la mitad de los empleos privados que se perdieron en los últimos tres años, 223.000, la mitad, fueron en 2020.

Para poner en perspectiva el daño que generó la pandemia en el empleo privado, el informe de los economistas comparó la cantidad de trabajadores que había en esta modalidad para diciembre del 2020 contrastado con los números que esbozaba el 2015 en el mismo mes. Del documento se desprende que la cantidad de trabajadores en esa modalidad era menor en 2020 comparado a lo que sucedía 5 años antes.

Diferencias por sectores y rubros

El estudio de Ecolatina puso de manifiesto que la caída se dio de forma heterogénea. Los segmentos asociados a la producción de bienes -a excepción de construcción, que por la pandemia tuvo una dinámica más parecida a servicios- destruyeron el 1% de sus plantillas durante el 2020. Sin embargo, la contracción alcanzó el 5% en el resto de las ramas de actividad.

Acerca de por qué el empleo registrado cayó menos que la producción, la compañía explicó que "por un lado, la posibilidad de suspender trabajadores en los rubros paralizados contribuyó a conservar algunos puestos de trabajo, en tanto que las dificultades para despedir personal formal que provocaron la doble indemnización y la prohibición de despidos también ayudaron a contener la sangría".

"En la misma dirección, el programa de Asistencia a la Producción y el Trabajo -ATP-, donde el Estado Nacional pagó parte del sueldo de algunas firmas golpeadas por las restricciones a la circulación, contribuyó a cuidar los puestos de trabajo registrados. Como resultado, la actividad sintió más el impacto del coronavirus que el empleo", consideró Ecolatina.

La firma estimó que el mercado de trabajo formal no recuperaría el terreno cedido en cuanto reaccione la demanda. "Esto no se daría. El cierre de más de 20.000 empresas durante el año pasado ralentizará la creación de puestos de trabajo en la post pandemia".

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