La caída del consumo y la avalancha de productos importados golpean de lleno a la industria del juguete a días de la Navidad. Con una retracción de las ventas cercana al 30% -hasta noviembre-, el sector pone sus expectativas en la semana previa a la Nochebuena para intentar salvar un año para el olvido.
“Terminamos un 2025 muy difícil. En primer lugar, sentimos el impacto de las elecciones, con números en rojo en noviembre. En diciembre empezamos a ver un leve alivio, con una incipiente reactivación de las ventas. El principal problema —y lo que más nos preocupa— es el enorme sobrestock de productos importados. Hay más mercadería de la que el consumidor puede comprar”, explicó Matías Furio, presidente de la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ).

Desde la entidad también advirtieron sobre la comercialización de juguetes que fueron retirados del mercado en Estados Unidos por representar riesgos para la salud y la seguridad de los niños, y que hoy se ofrecen en plataformas de comercio electrónico bajo la modalidad de “compra internacional”.
“Se trata de productos con antecedentes oficiales de retiro (recall) emitidos por la Consumer Product Safety Commission (CPSC) —la autoridad estadounidense en seguridad de productos— que no deberían estar disponibles para uso infantil, pero que actualmente pueden ser adquiridos por consumidores argentinos sin controles previos en frontera, sin certificación local visible y sin información clara sobre sus riesgos”, señaló la CAIJ en un comunicado.
Lo cierto es que “las jugueterías y los importadores son los más golpeados, porque muchos pensaron que se iban a salvar importando y se encontraron con diez empresas trayendo el mismo producto. Ahora lo tienen que liquidar”, agregó Furio.
Según datos de la cámara, la cantidad de empresas importadoras creció un 80%. Como resultado, este año ocho de cada diez juguetes que se venden en el país son importados, en su mayoría de alta gama y con licencias.

China explica casi la totalidad de este crecimiento y concentra el 94,4% del volumen importado, la cifra más alta de los últimos 20 años. Además, el 52% del volumen corresponde a artículos de muy bajo costo (menos de US$ 3 FOB por kilo), lo que confirma una ola de productos subvaluados.
El boom importador se profundizó a fines de octubre, luego de que el Gobierno nacional redujera del 35% al 20% el arancel para importar juguetes. La medida alcanzó a 14 categorías, entre ellas triciclos, patinetas, muñecos y muñecas, coches para muñecas, bloques de construcción y rompecabezas.
La previa a la Navidad, la clave
En este contexto desafiante para la industria nacional, los jugueteros apuestan a la semana previa a la Navidad para repuntar las ventas, impulsadas por promociones y acuerdos con los bancos.

“Las ventas vienen creciendo en estos días, pero el mayor movimiento se empieza a sentir entre el 20 y el 23”, explicó Laura Weisvein, secretaria de la Asociación Argentina de Juguetes y Afines (Aadeja) y directora de las jugueterías Giro Didáctico y Compañía de Juguetes.
Para Weisvein, las promociones y los descuentos bancarios serán claves para reactivar el consumo. “Las góndolas tienen mucha variedad de productos, y eso también es positivo para los consumidores”, concluyó.