Luego de varios años de inestabilidad financiera y una profunda reestructuración global, la marca británica de moda Superdry prepara su regreso al crecimiento internacional con una estrategia poco habitual en la industria: pensar la expansión a 20 años, priorizando volumen, márgenes saludables para sus socios y precios alineados con Europa. En ese mapa, Uruguay aparece como uno de los mercados clave, con una llegada prevista para 2027.
El desembarco se dará de la mano de la argentina Tango Fabric, una compañía creada específicamente para operar la marca en Sudamérica, que firmó la licencia master para ocho países de la región. Argentina funcionará como hub regional, pero Uruguay ya tiene fecha, formato y modelo de negocio definidos.
Un proyecto trabajado durante cinco años
El acuerdo entre Superdry y Tango Fabric no es reciente. Según explicó a Forbes Uruguay Ezequiel García, fundador y CEO de la firma regional, las negociaciones comenzaron hace cinco años y culminaron con la firma de una licencia integral que incluye derechos de marca, imagen, franquicias y operación comercial.

“Literalmente es ser la marca, pero en la región”, resume García. La estructura contempla la apertura de un flagship store en Buenos Aires como base operativa regional y, a partir de allí, un plan de expansión progresivo hacia Brasil, Uruguay, Bolivia, Chile, Ecuador y Perú.
El ritmo proyectado es ambicioso, con 10 nuevas tiendas por año en Sudamérica, todas bajo el modelo de franquicias. Esto implicará una inversión de US$ 40.000.000 en cuatro años solamente para Argentina.
Cuándo y cómo llegará Superdry
En el caso uruguayo, la marca prevé abrir su primer local en 2027, con una ventana temporal que apunta a febrero, coincidiendo con el lanzamiento de las colecciones internacionales. Como alternativa, agosto aparece como el segundo momento posible, dependiendo de factores operativos.
El plan inicial contempla un local con opción a dos y apertura escalonada. El primero funcionará como test de mercado y, a partir de su desempeño, sumado al canal digital, se evaluará una eventual expansión adicional.
En cuanto a ubicaciones, Tango Fabric analiza Montevideo Shopping entre las opciones, además de un local de temporada en Punta del Este. También están sobre la mesa nuevos polos comerciales en desarrollo, aunque aún sin definiciones cerradas.
Uno de los aspectos centrales del proyecto es el modelo de franquicias que Superdry propone para Uruguay y la región. Según explica el CEO de la compañía, a diferencia del estándar de la industria textil, la marca elimina varias barreras de entrada habituales. El esquema incluye: cero fee de ingreso, sin regalías mensuales y la inversión principal del franquiciado se concentra en la compra de mercadería y el montaje del local.
Para dimensionar el negocio, en Argentina una colección inicial de aproximadamente 7.000 prendas implica una inversión cercana a los US$ 120.000, destinada íntegramente a stock. El monto total del proyecto varía según la ubicación y el tamaño del local, ya que los costos de obra y alquiler cambian sustancialmente entre Montevideo y Punta del Este.
Este enfoque responde a una filosofía de largo plazo. “La industria textil suele trabajar con márgenes muy ajustados para el franquiciado. Nosotros hacemos lo contrario, priorizamos que la red crezca sana y rentable”, explica García.
Márgenes más altos y una apuesta al volumen
El diferencial clave del modelo Superdry en la región está en los márgenes. García dice que mientras muchas franquicias textiles operan con retornos de entre 2,5 y 3 puntos, Superdry apunta a un promedio cercano a cuatro puntos, casi un 50% superior.
La razón es estructural, ya que al operar ocho países bajo una misma licencia, Tango Fabric logra volúmenes de compra significativamente mayores, lo que permite negociar mejores condiciones con la casa matriz y trasladar ese beneficio a los franquiciados.

Esa decisión se verá reflejada en los precios al público, explica el empresario. Superdry busca replicar en Sudamérica los mismos valores que en Europa, algo poco habitual en el retail regional, históricamente afectado por costos logísticos, impuestos y estructuras ineficientes. Como referencia, una remera de algodón orgánico (uno de los productos insignia de la marca) se vende a nivel global entre US$ 25 y US$ 30, muy por debajo de los precios de marcas comparables en mercados como Argentina o Uruguay para ese segmento de calidad.
“En términos de posicionamiento en precios, Superdry se ubica por encima de Zara y por debajo de Levi’s, Penguin y otras marcas premium”, aseguró García.
El desembarco en Uruguay incluirá desde el inicio el canal de e-commerce, con dominio local. Cada vez que la marca inaugura un país, el tráfico del sitio global se redirige automáticamente al portal nacional, gestionado por el operador regional.
En términos logísticos, la mercadería llegará directamente desde fábrica al país, sin pasar por Argentina. Tango Fabric montará una estructura local de importación, de modo que el franquiciado compre el producto en plaza y se concentre exclusivamente en la operación comercial.


